La Diabla

54- alguién inesperado

Capítulo dedicado: MaribelVelarde6

...

Encontrar a Chris Evans en tanga bailando zumba, sería más creíble que lo estoy viendo ahora mismo.
Es que no puedo creerlo.
Justo ahora, delante de mi se encuentra Elías, aquél padrecito que corrompí.

¡Alto ahí!

No está vestido como un padre, tampoco lleva algún crucifijo en su cuello o algo que me diga que no es lo que pienso.

Está vestido con un estilo deportivo. Camisa mangas cortas color gris, Jean ajustado y unos Vans.

Y mierda, tengo que aceptar que se ve más guapo que aquella vez que lo conocí, no se ve como todo un chiquillo, se ve un poco más fuerte, igual de alto, su cabello hacia atrás y esa mirada de…

Espera… ya recordé lo que me hizo. No olvido, yo, Karen Clayton, siempre recuerdo todo.

Éste pendejo me hizo quedar como culpable, mintió.

—No,  ya no soy padre desde hace… —pausa pensativo, rascando el tronco de su cabeza—, pues desde que te fuiste de el internado.

Y me bajo de la silla, pero una mano me detiene y sé quién se posa a mi lado, marcando territorio.

—Oh, disculpas por no saludar, es que me sorprendí de verla. Soy Elías —le dice pasando su mano a Steven, pero éste duda de tomarla y su gesto cambia a un rostro serio, aburrido y bastante celoso.

Le doy un codazo y acepta su mano.

—No es un placer para mi, ya escuché de ti y de lo que le hiciste a Karen, por cierto, soy Steven Jones, futuro esposo de la mujer que ves aquí presente.

Se me cae la cara en cuanto me dice eso, ni siquiera somos novios y ya está volando a marte.

Iba a decir algo, pero Elías me interrumpe.

—Wao, eso es maravilloso, felicidades, hacen una linda pareja. Y con…

—No, espera, no somos parejas. Ni siquiera somos novios —aclaro el mal entendido porque si dejo que Steven mienta ahora, lo seguirá haciendo y se convertirá en otro Nick, en ese ser que me traumó parte de mi vida.

Steven me mira confundido, también enojado, y le dirijo la misma mirada.

—Pero si tenemos algo casual, sexo, diversión y ahora nos estamos dando a conocer para más adelante decidir que relación tendremos —finalizo y puedo sentir como se relaja.

El padre… no, Elías sonríe mostrando una corta línea de sus labios, y al instante recuerdo algo.

—Entiendo —dice él y agacha su sonrisa junto a su mirada.

—¿Y que de tu vida? ¿Qué pasó con la relación que tenías con la monjita? ¿Ella dejó el hábito y todo?

Su sonrisa se borra y parece pensarlo, acariciando su mentón dirige su mirada hacia los lados.

—Realmente fuimos descubiertos y nos echaron del Instituto, abandonamos nuestro oficio y nos alejamos. Cada quién buscó su camino, no he vuelto a verla. Retomé mi estudio de derecho y hoy soy abogado.

Steven se incómoda y da la vuelta tomando su trago, me río porque muere de celos.

—Karen, vámonos —me dice y arrugo mi cejo.

—No seas aburrido, Steven, —dirijo mis ojos a Elías—, discúlpalo,  por cierto te felicito por tus logros. ¿Te estás quedando aquí?

—Estaba aquí por dos días y ya me tengo que ir, solo tenía una reunión aquí con unos colegas y debo regresar a Pensilvania.