SAMANTHA
Tres días después estaba saliendo de mi penúltima clase cuando decidí pasar por el café del mercado y tomarme el receso allí. Las clases iban bien, tenía alumnos de penúltimo y último año; eran adolescentes hormonales algunos humanos y otros vampiros o licántropos. Me gustaba dar clases, sentía que por fin estaba haciendo algo por mí misma, lo que llevaba a ganar dinero por mí misma y dejaría de depender de mi familia.
Después de pedir mi café me senté en una de las mesas frente a la ventana que daba a la calle, el día era grisáceo y parecía que en cualquier momento iba a llover, el clima perfecto a mí parecer. Para cuándo tuve mi café en manos el aroma a licántropo opacó el exquisito olor del café.
— Pero si es la nueva profesora de matemáticas — interrumpió el rubio que fue a mi casa a entregarme la invitación.
— Pero si eres tú...
— Mikel, pensé que las chicas siempre se acordaban de mi nombre por lo lindo que soy — susurró de manera arrogante, tomando asiento en la silla vacía frente a la mía.
— Tal vez no eres tan guapo como creías.
— Y tú eres más guapa de lo que creía.
Arqueé una ceja y seguí releyendo algunos papeles, Mikel se quedó en silencio y no quitaba su vista de mí. Me limité en no contestarle, tal vez ignorándolo se esfumaba.
— ¿Has probado el Apfelstrudel? — preguntó haciendo que levante la vista de mis papeles.
— No, ni siquiera sé que es — me sinceré; Mikel sonrió de lado y se levantó de su asiento desapareciendo por un par de minutos, cuando llegué a pensar que ya se había ido él volvió a aparecer con un plato en sus manos, lo deslizó frente a mí y el peculiar olor a manzanas invadió mis fosas nasales.
— Es un hojaldre relleno de compota de manzana con pasas, canela y un toque de ron, acompañado con crema de vainilla, aunque yo lo prefiero con natilla. Anda, pruébalo.
Sin mucha vuelta corté un trozo y lo llevé a mi boca, el dulzor de la manzana con la pequeña acidez de las pasas y el leve gusto de ron, era una combinación perfecta y el toque con la vainilla terminaba de cerrar el plato.
— Me gusta — confesé dándole otro bocado.
— Sabes, te pareces mucho a tu madre, ella fue nuestra profesora hace un par de años.
— ¿Nuestra?
— Sí, mía y de mis amigos, como de muchos aquí en la ciudad — explicó con obviedad —. Fue una buena profesora de historia, incluso sus clases eran entretenidas porque explicaba los sucesos como si los hubiese vivido.
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He Is My Mate |ESPAÑOL|
WerewolfÉl es calma y tormenta a la vez. Él es luz y de vez en cuando oscuridad. Él es todo aunque se sintiese como nada. Él es lo que yo no buscaba, pero que tanto deseaba. Él es mi mate. ... Tercera parte de "She Is my Mate" si quieres comprender mejo...