Capítulo 66

291 24 0
                                    

ORBELA

Me despierto por la mañana con la alarma de Carter sonando, estamos totalmente desnudos y la sabana nos cubre de cintura para abajo.

Me doy la vuelta para enfrentar a mi novio y él me sonríe, recuerdo entonces todas y cada una de las sensaciones, lo erótico que fue cuando me pintó y la cantidad de sensaciones que provocaba su mirada sobre mi piel, no me hizo quitar la vergüenza por completo, pero era Carter, me quería y le quería, si me pude exponer ante Henrick ¿por qué no ante él?

Porque con Henrick solo era sexo, solo atracción, Carter me quiere y mis inseguridades salen a floten temiendo alejarlo.

— Carter

— ¿qué pasa?, ¿estás bien?

— te quiero.

Sonrió como boba y él se acerca para darme un beso, se levanta de la cama totalmente desnudó y me muerdo la lengua mientras observo los músculos de su espalda tensarse y destensarse para hacer algo tan simple como vestirse. Yo hago lo mismo, me acerco a la mesita y veo los dos dibujos, Carter se acerca por detrás y me abraza por la espalda, apoya su cabeza en la mía y mira los dibujos, los coge y los deja en el lugar que estaban, mis coloretes al ver mi retrato desnudo aparecen pero se van tan rápido como vinieron.

Tras desayunar e intercambiar una sesión de besos nos vamos a la universidad.
Drake y el equipo me esperan donde siempre y me empiezan a decir cosas todos a la vez de manera que no entiendo nada.

— a ver chicos, de uno en uno.

— la semana que viene comienzan los partidos oficiales.

— hoy vienes a entrenar con nosotros que nos tienes abandonados.

— nos van a meter una paliza.

— dudo que os metan una paliza, George sois bastante buenos.

— si ya, pero la universidad privada es mejor.

— pues nada, esta semana entrenaréis como perros, nada de cuatro a seis. Será de 4 a 11 si hace falta.

— ¿entrenaras con nosotros?

— si eso os motiva a estar entrenando durante siete horas allí estaré.

— ¿Y el trabajó?

— oh, me despidieron el otro día.

— Orbela, estas cosas se me cuentan.

— Drake no era importante, ya buscaré otro.

Drake me coge del brazo y me arrastra hasta fuera del grupo donde ya no nos oye nadie.

— ¿qué te pasa?

— nada.

— no, no, tu estás muy feliz.

— estoy como siempre Drake.

— pero que mentirosa, ¿te has visto esa sonrisa boba en la cara? ¿Y desde cuando no te importa que te despidan?

— no y...

— tú has follado.

Comienzo a reír escandalosamente y Drake me tapa la boca con la mano mirándome serio.

— no.

— Orbela no me mientas, si estás así es por dos cosas, que te ha tocado la lotería o que has pillado cacho. Lo primero lo vas chillando a los cuatro vientos osea que es lo segundo. ¿con quién?

— estás sacando las cosas de quicio.

— ¿CARTER? Orbela es tu profesor.

Tapo la boca de Drake para que deje de chillar y le hablo en bajo,

Señor CarterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora