Emilio Osorio y Emiliano Osorio, dos alfas, solamente quieren lo mejor para su compañero, un tierno y pequeño Omega de nombre Joaquín.
ADAPTACIÓN
Créditos a @coelumn
Portada y separadores por @VaneMar12
Aclaración antes de empezar: Emilio y Emiliano vienen siendo mellizos, pero Emilio es nombrado como el mayor de los dos. Emilio-Mailo Emiliano- Milo
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-Emiliano, ve a buscar a Joaquin, ha esto solo le falta un poco -Emilio anunció cocinando la cena para el cumpleaños de uno de sus compañeros.
-Joaquin ha estado sensible porque su celo se acerca, ¿estará bien traerlo? -ambos alfas compartían una casa en el territorio de la manada, Joaquin estaba a punto de venirse a vivir con ellos, pero su celo estaba por llegar y su mamá no quería dejarlo con ambos, solamente por la diferencia de 5 años que tenía con Emiliano y Emilio, quiénes eran mellizos.
Pero los hermanos jamás harían algo malo a su pareja. Joaquin era lo que provocaba sonrisas y alegría en ambos. Sin su omega no serían nada.
-Su madre está tratando de retenerlo, porque todavía no confía en nosotros -Emilio abrazó por detrás a Emiliano cuando lo vio suspirar de tristeza- aún sin la mordida, nuestro lazo es fuerte y Joaquin va a comenzar a sentirse mal sin nosotros, es mejor que venga.
-Está bien -Milo volteó a darle un beso en los labios antes de salir para buscar a Joaquin, vivían algo alejados, por lo que tomó las llaves de su camioneta antes de salir.
La habían comprado pensando en el futuro, necesitaban mucho espacio para los cachorros que querían tener. Joaquin había llorado cuando ambos comenzaron a comprar cosas para su mudanza y los bebés que iban a tener los tres. Su omega se había puesto muy dulce con ellos después de eso, correspondiendo sus sentimientos de protección. Siendo dos alfas, ambos lidiaban con la necesidad de mantener a Joaquin a salvo. Ellos eran más grandes que él, por eso también sentían el deseo de protegerlo de todo. Quizás la diferencia no era tanta, pero para ellos era su pequeño bebé.
Llegó a la casa de Joaquin 5 minutos después, salió de la camioneta y caminó a la entrada. Adentro parecía haber una fiesta, y bueno, era el cumpleaños de Joaquin. Pero Emiliano se enojó por no saberlo, la señora Bondoni se esmeraba en tratar de alejarlos de su pareja. Siendo su madre existía un vínculo que Joaquín no podía ignorar. Pero era a la única razón por la que no explotaba contra ella. Eran compañeros, pero no le entraba en la cabeza.
Golpeó la puerta lo más fuerte que sus nudillos pudieron, dentro la música era fuerte y no era seguro que lo escucharan. A través de su lazo con Joaquin, pudo ver que el omega estaba bien, algo inquieto. La puerta fue abierta y miró a la persona que lo atendió. Para su mala suerte fue la señora Bondoni.
-Emiliano, no recuerdo haberte invitado -ella miró alrededor- Emilio no está contigo.
-No, está en casa -Emiliano no se molestó en ser cortés con ella- vengo a buscar a Joaquin.
-No, no, de ninguna forma -ella le sonrió sin miedo - está disfrutando, sus amigos han venido a festejar con él, los invité para organizarle algo pequeño.
