Capitulo XIV

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Me alejé de mi amigo y camine hasta la puerta del copiloto, al entrar la mire esperando una explicación, motivo o razón de su visita. Ella en vez de decir algo se dispuso a conducir quien sabe dónde. Llevaba gorra y chamarra con capucha. De seguro escondiéndose de los fotógrafos y esas cosas, a mí por mi parte ya habían dejado de importarme esas cosas.

-          ¿Cómo sabias donde vivo?- pregunté.

-          Susan me invitó a tu cumpleaños sorpresa así que me envió tu dirección.

-          Ya entiendo…- ¿acaso se la pasaría mirando la carretera todo el camino?

-          ¿Tienes un paparazzi fuera de tu casa siempre?

-          Diría que sí, era por eso que prefería buscarte, soy rápido conduciendo así que los pierdo siempre.

-          Entonces ese estúpido que  viene atrás nos va a seguir todo el camino.

-          Déjame conducir.- ella me miro con recelo.

-          Está bien.- se dio por vencida.

Ella estacionó el auto, salimos intercambiando puestos. El fotógrafo estaba estacionado a una distancia considerable. Ajuste el espejo retrovisor y laterales para luego arrancar a mucha velocidad metiéndome en calles transitadas para perderlo. No sabía dónde iríamos lo primero era perder al paparazzi. Cuando por fin lo logré  la mire esperando que diga algo.

-          ¿Me vas a tener conduciendo toda la noche?

-          No… vamos al parque donde nos conocimos.

-          Es un lugar abierto ¿estas segura?

-          Okey entonces vamos a mi casa. Digo la de mi padre ya que está más cerca.

-          Como tú digas.

Conduje hasta aquel lugar. Cuando llegamos ella me pidió que la siguiera, entramos a su casa pasando la gran sala, subimos la escalera que daba a la segunda planta, habían dos pasillos pero ella siguió el de la derecha entrando en la segunda puerta cerrándola una vez estuve dentro.

Por el estilo estaba más que claro que aquella era su habitación y que había crecido allí, llena de poster, fotos, CDs, Películas, guitarras, un órgano, adornos, maquillaje y hasta una cajita musical que no iba con ella, pensé que tal vez era un recuerdo de su madre.

Ella dejó el abrigo y la gorra en la cama, llevaba jeans ajustados color blanco, una cazadora femenina muy ajustada y Vans.

-          Deja de mirarme así- dijo ella como si estuviera nerviosa.

-          Lo siento, es la costumbre.

-          Bueno siéntate- señalo la cama. Obedecí  ya porque si pensaba en tratarme mal mejor sería estar sentado para evitar mirarla para que no note que me afecta.

-          ¿para qué me buscaste?- le pregunte.

-          Anoche me porté mal contigo así que quería disculparme por mi mala actitud hacia tu persona.

-          Tranquila si te hace sentir mejor no me importa si eres o no amable conmigo.

Si ella creía que estaba dolido pues tendría que sufrir mi indiferencia, bueno poco le importo a ella así que el único estúpido soy yo.

-          ¿Qué quieres decir?- preguntó ella mientras se sentaba a mi lado.

-          Que no me interesas más que en el ámbito meramente sexual.

Vínculo - Enamorada de mi amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora