🔥C A P Í T U L O 4🔥

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Ángel de la guarda, dulce compañía no desamparé a Bels ni de noche ní de día ¡Amén!

La pobre e inocente Bels tenía el corazón acelerado, los nervios invadieron su sistema y las garras de ese animal estaban lastimando su fragil extremidad derecha, sus ojos entre negro y marrón oscuro la estaban observando con malicia y un cierto brillo de fríaldad.

-¿Que estas esperando para disculparte? Dice sujetando el brazo de Bels con mas fuerza -Nunca en la vida una mujer a tenido la osadía de abofetearme y salirse con la suya reclama afilando su voz gruesa, sus pozos estudiaban cada fibra de su ser como si planeara por faltarle el respeto a su amo.

-Mi señor! La voz del majordomo rompe el momento tenso, cortando la Bestia la mirada asesina que le propinaba a la inocente Isabels

La joven veía cada paso que danzaba el vetusto de edad media quién se acercaba a pasos ligeros dejandose ver temor en su semblante acompañado de una mirada de suplica y reproche hacía Bels.

-¿Que demonio hace esta mujer en mi casa? Estoy cansado de decirte que no permitas la entrada de esas cualquieras! Argumenta esperando a que el majordomo le diera alguna respuesta.

Bels imaginó que las mujeres libertinas del pueblo había estado merodeando en busca de libras, de seguro por eso había catalogado a Bels como una ramera, la joven entendió que no era lo correcto hacerlo ya que ella no era una de esas mujeres.

-Señor Stormy esa joven es la nueva críada de la mansión, respondió el señor/ sin dejar de ver el rostro palido de la joven novata

-Esta idiota me a dado una cachetada, me a faltado el respeto y por ello tendrá que pagar las consecuencias dice soltando la chica de un tirón cayendo al suelo de la madera helada. El majordomo levanta a la joven tumbada en el suelo reprochando lo que había hecho con los ojos añinados y algunos suspiros de alivio ya que El Tormento se había marchado hecho fuego hacía el enorme comedor de la mansión Stormy.

-Al parecer no has entendido nada, las normas de esta casa son estrictas, no debes faltarle el respeto al amo, no debes responder al menos que él lo pida, si cumples con lo que he dicho no habrá problemas replica tomando sus manos y haciendo conctato con los ojos café de Bels.

-El señor fue quién me faltó el respeto llamandome zorra, interfiere pasando las suaves manos por su delantar de cocina

-Te voy a dar un consejo niña, si el amo te dice cualquier cosa, no arremetas contra él simplemente has como que no escuchas nada./Argumenta haciendo una seña de que siga a la cocina a terminar de hacer sus labores mientras el señor Adonis se perdió al cruzar el enorme pasillo de cuadritos entre blanco y negro.

Así ocurrió la noble Bels hizo lo que Adonis le había pedido volvió a la cocina donde se encontraban Dalia, Irma y Kilsy quienes se movian por cada espacio de la enorme habitación como relampago que lleva el anticristo, al parecer la cena esta lista y la Bestia estaba hambrienta tirante demonio por la perfecta boca color rosita.

-Demonos rápido al parecer el señor esta rompe a cualquiera que se interponga en su camino murmuro Irma mientras llevaba en manos una charola con copas una botella de vino y un cubo de hielo luego de encaminar sus pasos por el enorme pasillo que conducía a la habitación que tení de comedor.

Por cortos segundos Bels imaginó que todo aquel esecenario que había pasado era por su negligencia por no mirar a delante aunque la conducta de la Bestia no era la correcta para dirigirse a la noble y fragil Bels, sin duda alguna los coemtarios acerca del tormento eran verdad, la joven acepto que sin duda alguna su comportamiento as sanginario como si de verdad fuese una Bestia sin escrupulos.

-Muchacha! El amo pidió tu presencia en el comedor comentó el majordomo sabresaltando a la joven pelinegra, ahora si que tenía que comportarse y recordar el dicho: el que se lleva de consejo muere de viejo, o al menos morirá en el intento pensó la chica enmarcando una media sonrisa caminando detrás de la espalda ancha de Adonis. Algo que Bels tenía siempre en cuenta era que sí el amo la ofendiese ella no se dejaría llevar del consejo de Adonis, le daría una cucharada de su propia medicina.

Los ojos café de Bels visualizaron al amo, era un hombre joven su rostro era ristico y suave a lo que la joven se sororendió la Bestia era un hombre joven, no tenía hijos ya que no escuchó todo el tiempo que tiene aquí niños gritar o corretear en la casa también no tenía esposa ya que con las palabras de bienvenida que le habí dado a Bels dudaba en que una mujer pudíera vivir bajo sus millones de reglas totalmente estrictas.

-De que te estas riendo sirvienta? Tú amo no a hecho algún chiste para ver tu espida sonrisa reflejada en el rostro de mujerzuela que tienes! Replicó haciendo volver a Bels a la realidad, la chica no respondió a sus manifestaciones de tentacion, mientras los ojos de Adonis pedian mejor dicho suplicaban que se guardara lo que tenía el mente, la joven tenía horas en la mansión y era capaz de despertar a la Bestia con tan solo abrir su pequeña boca, Bels suspiro y siguió sus pasos hasta adentrarse al interior del espacio..

-Con cual mano me has abofeteado imunda? Pregunto tomando un zorbo de vino tinto sin hacer conexion con Bels.

La adolescente se quedo anonadada pensando el porque de su pregunta, porque tenía que mencionar algo que estaba en el pasado? Un monojo de nervios le invadieron, su dentadura temblaba y sus dedos comenzaron a sudar mientras buscaba una respuesta, era mas que evidente, la Bestia, el demonio, el tormento del inframundo no se quedaría con aquella bofetada sin ver a la pobre y explosiva Bels pagar las consecuencias.

Era sencillo no podía huir ya que le tendría que pagar dos bolsas repletas de libras donde conseguíría Bels dos bolsas de libras? No tendría con que pagarle a su amo, un trabajo miserable en el pueblo no le rentarí para tanto, sí huía él la encontraría su mirada lo confesaba a gritos.

-Ahora de idiota para colmo es sorda! Exclama con furia chocando sus manos y levantando la cabeza hasta donde se encuentra la joven dejando la copa de vino al costado de la botella de vidrio.

-No.. Mi señor, no soy sorda, con la mano derecha cometí tal imprudencia, replicó observando a Adonis quién miraba al amo queriendo decifrar sus pensamientos.

-Acercate y dame la mano derecha! Argumento mirando al frente de la mesa, como si estuviera planerando que hacer con la mano de Bels, sin más que hacer la joven se acercó hasta la mesa y le estrechó su mano derecha la cual se encontraba temblorosa y hasta se podía reflejar palidez. -Nunca, jamás, ni en el tiempo que vas a durar aquí te atreveras a bofetear a tu amo oiste, grito colocando la mano de Bels dentro del caldo caliente que Irma le acababa de llevar, el interior de la joven se estaba derrumbando, el enorme grado de calor quedaba la piel blanca de Bels, la muchacha no grito era como si sus maltratos no le importaban, su mano derecha estaba quemada, y sus ojos cafés se cristalizaron aunque las lagrimas no viajaron por sus mejillas se posaron en sus pozos..

La Bestia sacó la mano del caldo hirviendo y comenzo a carcajearse como loco sus risas hacían ecos en so salon, ver el rostro cristalizado y palido de Bels le causaron alegría, la Bestia se marchó con las enormes carcajeadas y esa mirada fría y espeluznante que siempre traía puesta en sus pozos.

Sin duda alguna ese hombre no era una Bestia o un animal rupestre aquel hombre era el mismo demonio encarnado en un hermoso aristócrata.

El Tormento Del Infierno©/Completa/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora