Irresistible Error. [+18] ✔(PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO)

Capítulo 57: Muros.

Leah

Cerré los ojos y rogué porque aquello fuera sólo una horrenda pesadilla de la que despertaría en cualquier momento.

O, en su defecto, esperé que el mundo saliera girando de sus ejes.

Cuando reuní la valentía suficiente para abrirlos, sentí una oleada de decepción al comprobar que la Tierra seguía girando en su lugar, Colin aún tenía la conmoción escrita en toda la cara y Alexander continuaba extendiendo su mano con una sonrisa llena de satisfacción.

—Veo que tampoco tienes modales. Lástima—espetó con desdén retirando el gesto por fin, luego que mi prometido estuviera a nada de incinerarlo con la mirada.

—Es una broma, ¿no?—fue lo único que salió de su lánguida boca, aún dentro de su denso estupor, que competía con el mío.

Me pasé la lengua por los labios, nerviosa; un nudo doloroso formándose en mi estómago.

De todos los escenarios posibles, ¿por qué tenían que sucederme siempre los peores?

—Sé que suelo causar cierta impresión en las personas—respondió en mi lugar con jovialidad, sin perder su característica arrogancia. — Pero no soy ninguna broma.

—¿Por qué no me dijiste que estaba aquí?—cuestionó ofendido, ignorándolo para prestarme atención a mí.

Sentí el pánico correr por todo mi cuerpo.

—Yo no...

—No me digas que no te lo dijo—musitó Alexander con un fingido tono de sorpresa que rozaba la burla.— Después de todo, la comunicación es la base para un feliz matrimonio, ¿verdad, señora Colbourn?

Me crispé sólo de escucharlo referirse a mí de esa manera.

—Cállate. Ya no soy tu esposa—escupí furiosa venciendo por fin la conmoción y concentrándome en mi prometido, que tenía la cara desencajada por el enojo, la decepción y la traición.— Colin, cariño, te juro que...

—¿Qué hacías aquí con él?—demandó iracundo y tragué saliva para intentar colectarme.

—Sólo estábamos...

—En medio de algo importante—completó Alexander de nuevo, irguiéndose en toda su estatura y luciendo aún más intimidante que antes— ¿Serías tan amable de retirarte? Nos estás interrumpiendo.

Mierda.

Mi ex esposo había tenido siempre una habilidad extraordinaria para conseguir de las personas las reacciones que deseaba con sólo un par de palabras cuidadosamente seleccionadas, y Colin no fue la excepción.

Se acercó rápidamente con su cuerpo adoptando una postura ofensiva, listo para partirle la cara.

Nada me habría hecho más feliz, en verdad, nada, pero la mente humana era extraña, y sus instintos lo eran aún más, porque mis pies se movieron como si fuesen una parte completamente diferente de mi cuerpo, con una vida y conciencia propios para colocarme frente a él, impidiéndole a Colin concretar cualquier violenta acción que maquilara su cerebro.

Me repetí que lo hacía sólo para prevenir una escena innecesaria que pudiera arruinar mi evento y nada más.

—Para—puse las manos en alto para frenarlo. Bajó su brazo y su ceño se frunció aún más.— No hagas un escándalo, no necesitamos arruinar más esto, sólo...

—Hazte a un lado, Leah.

—¡No!—insistí.— No van a arruinar esta noche, ninguno de los dos.