Riaño

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Las brujas montañesas, las Payucas.

Se decía que en los cónclaves de las brujas montañesas se rendía culto al diablo, su amo y señor, y que éstas volaban durante la noche untadas de pócimas mágicas que les permitían sembrar el mal en las poblaciones. En sus aquelarres adoptaban las más diversas formas del mundo animal. Cuando se atribuía fama de bruja a una mujer montañesa, se consideraba que tenía un pacto con el demonio y desde ese momento nadie pasaba de noche junto a su casa ; nadie tocaba nada que le perteneciera; en cuanto volvía la espalda , se le hacía una señal de la cruz; las mujeres en cinta huían atemorizadas; las madres apartaban a sus hijos del alcance de su vista....A las personas señaladas como tales, el pueblo les atribuía cualquier calamidad que sobreviniera y eran objeto del desprecio y el miedo humano.

Las Payucas.

Durante el siglo XIX habitaban en el pueblo las "payucas", especie de brujas que, según cuentan los más viejos de esta localidad, se dedicaban a hacer "experimentos y cosas raras".

Carmen, persona de avanzada edad, recordó a ALERTA (1985) que en su infancia había oído comentar a su abuela que a una mujer del Cortiguiro, que tenía amistad con una de las "payucas", "se le enfermaba una vaca cada vez que le visitaba esta bruja". La "payuca" propuso a su amiga la colocación de un balde de agua como solución y nunca más se la volvió a poner mala ninguna vaca.

Los vecinos de este pueblo señalaron, por otro lado, que en los años cincuenta aparecía una luz por las laderas del monte próximo a su casa, era móvil y se desplazaba desde la cumbre a los prados más llanos por encima de los árboles y de las casas, ante la sorpresa de los habitantes de esta localidad, quienes reclamaron la presencia de su párroco, que no encontró explicación alguna para tal fenómeno.

Posteriormente en el año 1985 este fenómeno se repitió, esta vez eran luces fijas que atrajeron a cientos de vecinos del pueblo y de las localidades cercanas, en una casa por entonces deshabitada. El diario Alerta durante toda la semana publicó diferentes artículos presentando estos hechos, en algunos casos quizá con toques sensacionalistas, pero en cualquier caso informando del suceso.

Cuenta la leyendaWhere stories live. Discover now