Deadpool

13

Era uno de esos extraños días en la mansión. Tranquilo.

Bueno, no tanto.

—veo que esta historia si tiene presupuesto para la familia completa —grito Deadpool mientras se llevaba a Negasonic y a Coloso.

Erik giro los ojos y Charles sólo meneo la cabeza.

—¿sabían que Peter desapareció? —dijo Pietro entrando a la sala —Steve y Tony están como locos—

Un taxi salió a toda marcha de la mansión de los mutantes, llendo a toda velocidad al otro lado de la ciudad.

Y tras descubrir que Dopinder había secuestrado a una persona, siguiendo los sabios consejos de Wade, llegaron a su destino.

—¿supongo que ahora me dará cinco? —mostró su palma.

—para ti — mostró sus dos palmas —diez— chocó las manos taxista y giro a ver a los dos del asiento de atrás —muy buen, lacayos, salgamos a hacer la diferencia —

Wade salió del taxi y Dopinder grito —acabe con ellos Mr. Pool—

—es hora de hacer las putas chimichangas —el taxi se fue dejando a los tres —no es común que un tipo te desfigure, destruya tu cordura, secuestre al futuro papá de tus hijos y sea responsable de 4 de los 5 peores momentos de tu vida —dieron unos cuantos pasos y frente a ellos se encontraba un viejo helicarrier casi desmantelado —digamos que esto empieza a parecerse mucho a la navidad —

Caminaron con mucho estilo unos cuantos metros pero entonces Negasonic se detuvo.

—oye— llamó a Wade —¿donde está tu mochila? –

Wade se examinó con rapidez. Llamó a Dopinder pero este no contestaba, mandándole al buzón de voz.

Maldiciendo guardo su teléfono —bueno, lo haré a la antiguita. Con dos espadas y máximo esfuerzo —giro su cuello —música, por favor —pidió.

Y continuaron avanzando.

Pronto varios hombres armados aparecieron y desde lo alto alguien llamó a Deadpool.

—¡Wade Wilson! —grito Francis —¡como me llamo! —

—uh... Te lo voy a deletrear puto—

Desde lo alto, Francis le ordenó a Christine —traemelo—

Wade desde abajo se emocionó mucho —aterrizaje de superhero, hará un aterrizaje de superheroe. Ya lo verán —

Efectivamente Polvo de ángel se lanzó y cayó sobre su rodilla en una pose digna de cualquier película de superheroe.

Wade le aplaudió —aterrizaje de superheroe. Es pésimo para las rodillas, muy impractico y todos lo hacen —

Polvo de Angel camino con una sonrisa torsida hacia ellos.

—eres muy hermosa pero me estoy guardando para Francis- le dijo Wade —por eso te traje a esta lata —

—yo prefiero no golpear a una mujer —dijo Coloso caminando también hacia Polvo de Ángel. —por favor no... —

Christine lo golpeó con fuerza y lo mando a volar a varios metros atrás.

—quiero decir... Por eso la traje a ella— Wade giro a ver a Negasonic, la cual estaba muy ocupada escribiéndole a una chica llamada Yuko —oh no, tu termina — miro a Christine —en un momento te atendemos —

Negasonic lanzó el teléfono y corrió contra Christine, líneas doradas la rodearon, formando una llamarada, golpeando a Christine.

Polvo de ángel limpio la sangre que salió de su nariz —así lo quieren —miró a los lados —¡Fuego! —grito.

Una ola de balas los atacaron. Coloso continuó su pelea con Polvo de Ángel.
Wade trató de buscar la paz pero las balas no se detuvieron.

Wade salto contra los hombres, cortando sus gargantas o extremidades.

La pelea fue avanzando y el equipo de Francis estaba agotando sus filas.

Con el pasar del tiempo y al escuchar las balas detenerse, Francis se asomo y vio a Wade levantando sus manos y silbandole.

Con los cuerpos de sus hombres había escrito su nombre en el suelo.

—¿a ti también te escribe notas? —le preguntó a Peter, el cual ahora tenía las manos atadas al igual que sus pies —es tan romántico —le hizo saber.

Wade desde abajo podía jurar que veía a Peter —no te preocupes babyboy, ya voy–

Una nueva ola de balas lo azotó, Wade se escondí o detrás de un viejo auto.

—¡oye! –lo llamó Negasonic —¡sube! —señaló una lámina de metal sobre ella.

Wade subió en un salto, Negasonic utilizó sus poderes para elevar a Wade como si una bomba lo llevara a lo más alto del viejo Helicarrier.

Al llegar no pudo controlar su caída así que solo avanzó a tomar un tubo que impidió que volviera a caer al suelo.

Francis paso junto a él. Wade lo vio y lo fue siguiendo con la mirada mientras lo veía pararse junto a Peter.

—ese hijo de Puta debió utilizar pantalones marrones —dijo al ver que había encerrado a Peter en la misma cabina donde el estuvo.

Wade camino exhausto hasta estar lo suficientemente cerca —tenías razón, amor. El rojo realmente es mi color —le dijo a Peter.

Peter que había estado luchando por soltar el agarre de sus manos se detuvo, mirando al hombre de máscara roja y gran altura dar un par de pasos más hacia él.

—¿Wade? —dijo, sintiendo como sus ojos se cristalizaban y como todo lo que el creía hasta ese momento empezaba a dejar de ser verídico.

—no te preocupes, amor — Wade intentaba recuperar el aire —te prometo que te sacare de esa cosa —

Peter lo miraba como si se tratara de un lunático ¿acaso enserio el era Wade? ¿Su Wade?. Su mente empezó a querer procesarlo

—que mejor forma de volver a entrar en tu cabeza —le dijo Francis.

Wade se rió —nunca te fuiste —le dijo.

—¡pero tu si, idiota! —le grito Peter, con ese terrible dolor en su pecho, subiendo hasta tapar su garganta y dejarlo sin palabras.

Francis miró a Peter —oh, respira hondo— apretó un botón —espera, no creo que puedas — el aire en la cabina empezó a faltar y Peter trataba de respirar pero era como si lo hundieran bajo el mar.

—espero que hayan bloqueado el dolor de todos tus nervios ¡porque voy a comprobarlo! —

Deadpool lanzó el primer golpe y Francis no tuvo reparos en devolvérselo.

Peter trataba de respirar, aún manteniendo un poco de fuerzas pateó nuevamente el cristal de la puerta de la cabina.
No podía quedarse sin hacer nada.

El cristal se cuartetaba y por fin, la cinta de cuero que mantenía sus tobillos juntos se rompió.

Una de las katanas de deadpool fue a parar a un costado de la cabina, atravezando el seguro y dejando un poco del filo dentro de la cabina.
Peter corto el cuero que mantenía atrapadas sus muñecas.
Aún débil por la falta de aire se ayudó de la espada para abrir la cabina, tomando el filo de la katana para usarla de palanca.

La cabina se abrió y Peter volvió a respirar.