Capítulo 3.

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Durante toda la noche no pude dormir nada, solo me la pasaba rodando en mi cama de un lado a otro, pensando en si tome la mejor decisión o que me esperada cuando me mude a la casa de los Hewerly. Con todo eso en mente solo pude dormir unas tres o cuatro horas. Y cuando por fin me estaba quedando dormido mi hermana entró a mi habitación gritando que tenía que preparar mis cosas para irme, creo que le agrada la idea de que ya no esté en la casa.

Mientras terminaba de hacer la última maleta mi celular comenzó a sonar en el buró que esta junto a mi cama.

— ¿Hola? —conteste sin siquiera darme cuenta de quién era la persona que me llamaba.

—Alex, soy yo Karen —se escuchó la voz de mi amiga del otro lado de la llamada.

—Hola Karen.

—Nada de hola Karen —me respondió enojada — ¿Dónde estás?, yo y Bianca estamos muy preocupadas.

—Lo siento, pero ya no podré ir a la universidad durante un largo tiempo —dije sin rodeos o sin introducciones innecesarias.

— ¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Te paso algo? —Karen se escuchaba realmente preocupada e incluso un poco asustada. Lo cual me hizo sentir mal y culpable.

—No, no me ha pasado nada —conteste manteniendo la calma —Solo que hare un viaje.

— ¿Un viaje?, ¿Y por qué no nos comentaste nada?

—Es que fue de imprevisto, simplemente sucedió.

—Pero, nos hubieras llamado, aunque sea eso —hubo un pequeño silencio por parte de ella y cuando intente hablar ella se adelantó a hacerlo — ¿Ni siquiera te vas a despedir de nosotras?

—Lo siento, pero creo así es mejor.

—Pues bien, ten suerte en tu viaje y no te preocupes le diré a Bianca que le dices adiós y que la extrañaras, aunque no creo que lo hagas —Karen se escuchaba muy enojada y antes de que pudiera decirle otra cosa me colgó.

—En verdad lo siento —repetí y dejé mi celular de nuevo en el buro para terminar de hacer mi última maleta.

Una vez que termine de revisar que todo estuviera en orden, agarre mis maletas, y descendí las escaleras mirando las fotos colgadas en la pared, prácticamente toda mi vida está en esa pared, en esas fotografías.

—Alex —mi madre estaba al pie de las escaleras esperándome con una cálida sonrisa.

—Buenos días mamá —dije terminando de bajar las escaleras.

—Buenos días mi niño —ella tomo un mechón de mi cabello (el cual está un poco largo) y lo coloco detrás de mi oreja —No puedo creer que te vayas lejos —su mano acaricio mi mejilla.

—Lo sé —conteste poniendo mi mano sobre la suya y apretándola un poco —Y pensar que cuando quería irme con Chris a Inglaterra te negaste tan rotundamente que me fue imposible dejarte.

— ¿Sabes?, es en estos momentos cuando me doy cuenta de que debí haber dejado que tu eligieras tu camino y no yo, así no tendría que despedirme tan preocupada por ti.

—No te preocupes madre —le dije tomando su mano y dándole un beso en el dorso de ella —Estaré bien y quien sabe tal vez la vida me dé mejores oportunidades.

—Eso espero mi pequeño —mi madre soltó mi mano y acomodo mi chamarra como cuando era pequeño —Ven, vamos a la cocina.

Le hice caso, dejé mis maletas en la entrada y me dirigí a la cocina. Al entrar mi hermana y mi padre me recibieron con serpentinas de colores y confeti brillante.

No necesito sangre para amar.Where stories live. Discover now