TREIZE

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—Mmm... Oh, si, Bright Vachirawit. ¿Por qué? ¿Lo conoces?—

Ya había dejado a mi pareja de amigos en su casa, Frank me había preguntado que si estaba bien y yo le dije que si. En el camino de regreso, me quedé pensando en la sensación tan profunda que sentí cuando nuestros ojos se cruzaron. La imagen de su figura a contra luz con la sombra cayéndole sobre los ojos se me quedó en la cabeza por varios minutos. Me sentía ansioso cada vez que pensaba en ello y no sabía por qué.
— Tranquilo Win, no pasa nada— me hablé a mi mismo.

Cuando entré a mi departamento, me dejé caer en el sillón con todo el peso de mi cuerpo. Me apreté los ojos con los dedos para liberar un poco de cansancio. El día había sido extraño desde que me levanté hasta este momento en el que estaba tirado en el sillón, tanto recuerdos sensibles y sensaciones fuertes en un día eran mucho para cualquier persona, y yo no era la excepción. Sentí el celular vibrar en mi bolsillo y respondí sin revisar quien llamaba.

— ¿Bueno?— dije con los ojos cerrados
—¿Ahora si ya estás libre? Por qué estoy afuera de tu departamento— la voz de Bright me hizo abrir los ojos y sentarme en el sillón de golpe.
— ¿Qué? Pero...—
—¿Puedo entrar o no?—
Me quedé en silencio y del otro lado de la línea fue lo mismo. No sabía que contestar, la presión de saber que estaba detrás de la puerta la empecé a resentir cuando mi respiración se empezó a agitar. No sabía que tan buena idea era dejarlo entrar cuando tenía tantas sensaciones destapadas.

— ¿Win?—
— Yo...uh— me levanté rápidamente y fui al cuarto para tratar de arreglarlo rápidamente. Acomodé las sábanas lo mejor que pude y puse en orden mi mesita de noche. Estaba a punto de contestarle cuando mis ojos se encontraron con las flores secas y el libro que había caído en la tarde. La pequeña lila que se había enredado en mi ropa más temprano, estaba encima del libro, y por alguna razón al verla sentí una nostalgia muy fuerte.
— ¿Sabes, Bright? Hoy no ha sido un buen día, mejor nos vemos después—
— Bien, entonces nos vemos luego—y colgó.

Me quedé mirando el celular, incrédulo. No sabía si me sentía bien o mal de que hubiera aceptado sin más mi decisión.
Dejé el celular de lado y solté un suspiro. Con todo el cansancio de las emociones vividas, sentía el peso en los hombros, así que me dirigí a la cocina para prepararme un té. Me dirigí también al baño y puse a llenar con agua tibia la bañera junto con un poco de sales de lavanda. Cuando el té estuvo listo, me dirigí al baño y me quité la ropa para meterme dentro de la bañera. La sensación del agua tibia en mi piel y el conjunto de olores de la lavanda y el té me hizo soltar un suspiro de alivio. Tomé un sorbo y lo dejé de lado para hundir la cabeza en la bañera. El agua me rodeaba completamente y la tibia oscuridad me resultaba increíblemente cómoda, me sentía flotar a pesar de sentir la tina rozando en mi espalda.

Ahí debajo, en la oscuridad, sentí unas manos rodear mi torso. Abrí los ojos solo para ver cómo la sonrisa de Bright atravesaba su cara, antes de sentir como sus labios tocaban los míos.

Sentí el agua entrar en mi nariz y salí dando una bocanada grande de aire, mirando hacia todos lados, buscando a Bright.
— Mierda, fue solo una ilusión—hablé para mi mismo con la respiración agitada. Me recosté contra la tina y solté un suspiro profundo. Me ardía la nariz y sentía el corazón bombeándome con fuerza en los oídos. Miré por el baño, viendo todo tal cual lo había dejado, convenciéndome por fin de que todo había pasado en mi cabeza. Terminé de bañarme con rapidez, entre relajado y un poco aturdido.

Cuando salí del baño, me quedé todavía un momento mirando a la bañera, con el corazón un poco acelerado. Me puse ropa para dormir y me metí en la cama, sin tener sueño para nada. Volteé mi mirada hacia la ventana, por donde se veía la oscuridad y se alcanzaban a ver un par de estrellas. Solté un suspiro y cerré los ojos, cayendo inmediatamente dormido aún sin sentir sueño.

ଽ   ꞋꞌꞋ Oɴʏx ꞋꞌꞋ ᝢWhere stories live. Discover now