QUATORZE

961 127 13
                                    

— Confío en ti—

Con cuidado deslicé los pantalones pos sus piernas mientras él me ayudaba levantando su pelvis para terminar de deshacerme de la prenda.
Cerré la llave del agua, pues la tina ya estaba por llenarse y me quité toda mi ropa. Win se quedó mirándome un segundo, dudando si deshacerse de su ropa interior o no. Lo miré a los ojos y con toda la delicadeza que me fue posible juntar, quité la última prenda que le cubría.

Despacio, lo volví a cargar y me metí, con él en mi regazo, a la bañera. Sus piernas descansaban a cada lado de mi cuerpo mientras sus brazos se aferraban a mi cuello con fuerza y su cara se escondía en mi hombro. El silencio del baño nos envolvía, solo se escuchaban las esporádicas gotas caer sobre el agua mientras mis manos buscaban empapar su espalda para evitar que sintiera frío.

— Está en el hospital, Bright. Está en coma—
— ¿Es muy grave?— no sabía exactamente de qué hablaba, pero sabía que lo que menos necesitaba en este momento era dar explicaciones.
— No lo sé, los doctores dicen... dicen que es probable.. que no despierte pronto— poco a poco su voz se fue quebrando hasta que dejó de hablar.

Se aferró con más fuerza a mi, dejando salir las lágrimas intensamente. Podía sentir como su cuerpo se sacudía entre mis brazos, producto de los fuertes sollozos que soltaba.
— Ni... ni siquiera sé por qué lloro tanto— dijo entre hipidos— Es solo... solo que todo está saliendo...tan mal— las palabras salían cortadas de su boca, le costaba mantener una oración— Por favor, no te vayas...—

El corazón se me partió en dos cuando lo escuché decir esa frase. Lo apreté aún más contra mi, enterrando mi cara en su cabello.
— No me iré a ningún lado, Win, voy a quedarme justo aquí, a un lado tuyo— susurré en su oído.

Escuché como soltó otro sollozo ante esa frase, para después acomodarse un poco más encima de mi. Sus lágrimas corrieron un par de minutos más, y poco a poco escuché como su respiración se controlaba, dejando salir ocasionales hipidos. Separó su cara de mi cuello, mientras sorbía y se limpiaba la nariz.
— Dios, me debo ver asqueroso ahora mismo— se quejó.
En respuesta, lo tomé de la base del cuello y me acerqué a besar con ternura sus ojos hinchados.
— No hay un solo momento en el que te veas mal, Win, ni uno—
Pasé mis manos mojadas por su rostro para enjuagarlo un poco y él se dejó hacer.
— ¿Ya no estás enojado?— preguntó sin apartar su mirada de mi rostro mientras yo mojaba sus hombros
— Nunca estuve enojado Win, estaba dolido—
— Perdóname— se apresuró a hablar apenas terminé la frase— Fui un imbécil, yo...—
— Shhh, no te preocupes por eso ahora, lo hablaremos después. ¿Quieres recostarte aquí?— señalé mi pecho, a lo que él asintió.

Se acomodó donde le había señalado, dejando su cuerpo cubierto hasta los hombros por el agua. Acaricié su rostro con cuidado mientras otra vez todo quedaba en silencio. Mi corazón palpitaba con fuerza, sentía el rítmico golpeteo en mis oídos y estaba seguro de que Win escuchaba lo fuertes que eran.
— ¿Que haces aquí Bright?¿Como entraste a mi departamento?— preguntó. Me tomé mi tiempo para responder.
— Por casualidades del destino hoy quedé para almorzar con Drake, el representante de plantilla, que resulta ser la pareja de Frank, quien, por lo que me contó, es tu mejor amigo. Él me dijo que no estabas bien y que podías ocupar un poco de cariño sincero, me dio la llave de la entrada, un sermón larguísimo de cómo tratarte y que si te lastimaba, él me iba a lastimar a mi. El resto es historia—

No dijo nada, solo se quedó descansando en la posición en la que estaba. Le tomé de la barbilla para obligarlo a mirarme a los ojos.
— Tan hermoso— susurré a escasos centímetros de su cara. Por instinto cerró los ojos pero los abrió de inmediato y se apartó de mi.
—¿Qué pasa?— pregunté.
— Es que tú dijiste que...—
Sin esperar a que terminara su frase, lo tomé de la quijada para juntar sus labios con los míos.

ଽ   ꞋꞌꞋ Oɴʏx ꞋꞌꞋ ᝢWhere stories live. Discover now