Capitulo 9: ¿Mentira o autenticidad?

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Despierta Cielo...

Por favor, despierta...

Cielo...

¿Heaven?...

Inhaló aire por la boca cómo si le faltara, su pecho subía y bajaba errático. Le dolía. Parpadeó varias veces para esclarecer su vista, al principio no reconoció donde se encontraba, hasta que sintió el aroma de su amigo.

Se levantó extrañada, se intentó acomodar con la ayuda de sus codos, más un fuerte dolor en sus sienes la hizo regresar a su lugar.

—Maldición... —bramó, acariciando sus sienes con delicadeza. Odiaba tener dolores de cabeza, casi siempre le abarcaban la mitad de su cabeza y le frustraba. Odiaba sentirse mal.

Nuevamente sobre la cama, inspeccionó su alrededor. La habitación seguía igual, pero algo distinto en ella le llamó su atención. Al lado de la cama se encontraba un equipo de infusión que le introducía suero vía intravenosa. A su izquierda, sobre una mesita de noche se encontraba un pequeño aparato unido al equipo de infusión, poseía un botón rojo que al ser apretado avisaba a la persona encargada de ello. Justo como en los hospitales.

La joven presionó el botón rojo varias veces, y a los pocos minutos apareció por la puerta su querido amigo. Quien, al verla despierta, corrió a su encuentro, besándola repetidas veces en el rostro. Se preocupaba mucho cuando Heaven tenía bajones, y esa vez, el bajón que tuvo fue peor que los otros.

—¿Te sientes mejor, Cielo?

—¿Qué me pasó? —cuestionó Heaven, acariciando la parte trasera de su cabeza.

—Tuviste una crisis nerviosa —susurró el joven, observándola con pesar—. Naiel te trajo a casa e intentamos ayudarte a despertar.

—¿Cuánto tiempo estuve desmayada? ¿Por qué sufrí una crisis nerviosa?

Cuestionó Heaven aún más extrañada, acomodándose nuevamente sobre sus antebrazos. El castaño la ayudó a sentarse para que no hiciera mucho esfuerzo físico, realmente cuidaba de ella. Él no sabía cuan mal se sentía, Naiel sólo le llamó diciendo que se había desmayado y golpeó su cabeza contra la madera vieja de la caseta.

El joven Trouble acariciaba la mano de su amiga con suavidad, amaba sentir la delicadeza que poseía. Cuando ella se distraía, él se preguntaba si todo su cuerpo tendría esa sensibilidad que a él le gustaba. Pero en esos momentos, intentó dejar de lado todo pensamiento insano, no quería que las personas detrás de la puerta lo vieran con esa rigidez entre sus piernas.

Trouble respondió cada pregunta que salía de la pequeña boca de su amiga, algunas cosas no se las pudo explicar por qué no estuvo allí. Pero los dos individuos que esperaban tras la puerta sí podían explicarle lo sucedido, incluso se lo explicaría mejor de lo que él se lo explicó.

El Bosque De Las Almas Perdidas ©️Where stories live. Discover now