A Bakugo le molesta mucho la presencia de quien el mismo declara su "enemigo", Todoroki. Odia que su rostro sea tan inexpresivo, odia que sea tan inteligente, odia que sea tan poderoso con su Quirk casi perfecto. Esa última palabra... Lo definía mu...
El rubio ceniza se interrumpió a si mismo al sentir la mano del contrario tomar la suya y entrelazar sus dedos, eso comenzó a ponerlo nervioso. Volteó su cabeza, encontrándose con el rostro de Todoroki, quien tenía sus ojos clavados sobre los labios del menor. Luego sintió como el aliento del contrario chocaba contra su rostro, eso hizo que su cuerpo se estremeciera por completo.
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-O-oye...-. Bakugo intentó alejarse un poco, pero Todoroki se lo impidió tomando su cabeza, entrelazando sus dedos con mechones de su cabello.
El mitad albino miró los ojos del contrario con lujuria y deseo.
Es cierto que desde hace semanas el heterocromático había intentado siquiera acercarse aunque sea un poco al rubio ceniza, pero este no se lo permitía, simplemente alejándose o evitando el contacto. Pero, en ese momento, estaban completamente solos, Bakugo no tenía ningún tipo de escapatoria.
Finalmente, luego de tantos segundos, estampó sus labios contra los del contrario, comenzando con un beso delicado y dulce para no espantar al menor. Luego de unos segundos, no aguantó su deseo y comenzó a introducir su lengua, la cual entró en el momento en el que Bakugo abrió su boca sin querer.
¿Qué mierda estoy haciendo?-. Pensó Bakugo.
El rubio ceniza no sabía como reaccionar, no tenía idea de porque su cuerpo estaba correspondiendo, su mente estaba completamente confundida y paralizada.
La lengua del mayor comenzaba a invadir toda la cavidad bocal del ojirubí. Ambas lenguas se entrelazaban, se unían y jugueteaban entre ellas. El heterocromático tomó el rostro del menor con necesidad, intensificando aun más el beso.
-Mmgh-. Al rubio ceniza comenzaba a faltarle el aire, así que tomó del hombro al mayor e hizo que se separaran.
Ambos comenzaron a jadear, intentando recuperar la respiración, cosa que se le dificulto un poco más al menor.
Los ojos del rubio ceniza estaban entre abiertos, sus cejas estaban bajas, sus mejillas estaban completamente rojas y su boca estaba abierta, respirando profundamente.
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Maldita sea Bakugo, no me mires de esa forma-. Pensó Todoroki.
Verlo de esa forma y sentir sus labios nuevamente, habían pasado años desde que Todoroki se había imaginado en como sería su primer encuentro. Su primer beso luego de 5 años había sido tal y como lo había estado deseando desde el primer mes en que se había ido. Era como si se sintiera completo nuevamente.
-Bakugo, yo...-. Se acercó nuevamente, con la intensión de volver a besar al recién nombrado.
-¿Ha? N-no, espera...-. El menor se levantó bruscamente de la silla, y al instante el contrario imitó su acción, alzándolo y haciendo que se siente encima de la mesa.
El mayor hizo que sus labios se unan nuevamente en un beso el cual fue corto ya que termino por causa propia del menor.
-¡Y-ya, para!-. El más bajo desvió su mirada.- Vete...-. Murmuró.
-Bakugo..-. Susurró el mitad pelirrojo.
-Hablo en serio...-. El anteriormente nombrado bajo la cabeza, avergonzado.- Yo.. Ahg, solo vete-. Agregó sin sentir necesidad de explicar nada.
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¿Se había sobrepasado? Quizás si se había precipitado un poco al lanzarse de esa forma, pero era tanta la necesidad que sentía de aunque sea poder besar a su ex-novio que simplemente se dejo llevar por lo que su cuerpo quería.
¿Lo habré hecho enojar?-. Pensó Todoroki.
A decir verdad, sentía algo de culpa por su comportamiento, si seguía así Bakugo terminaría odiándolo de verdad, y tendría razón para no volver a perdonarlo.
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Diablos, bastardo mitad mitad-. Pensó Bakugo.
El rubio ceniza estaba acostado en su cama, cubierto por completo de pies a cabeza con sus sabanas.
¿¡Por qué siempre tienes que ser así de calenturiento, idiota!?-. Pensó.
Continuaba recordando el beso que se habían dado, seguía sintiendo el calor en las partes de su cuerpo que había tocado Todoroki, su cabeza, su mano.
Esta mano es.. la que toco-.
Miró su mano derecha con los ojos entre cerrados y su rostro rojo.
Esta zona... esta caliente-.
Mordió su labio inferior, sin creer lo que estaba por hacer. Levantó su cabeza, y sin pensarlo nuevamente metió su mano por entre su pantalón, masajeando su bulto sobre su bóxer.
-A-ahg.. No puede ser-. Soltó un leve gemido por la forma en la que se estaba tocando y las imágenes lujuriosas que se le venían en la cabeza.
Metió su mano dentro de su bóxer, rodeando su miembro de forma circular con su mano. Movió su brazo rápidamente, no soportaba esa erección que venía teniendo desde hace rato. Aumentó la velocidad para acabar de una buena vez.
-A-ah, diablos...-. Gimió una vez que eyaculo sobre sus sabanas.- Bastardo... mitad mitad-. Maldijo al heterocromático por lo que estaba haciendo.
Se sentía como un adolescente con las hormonas hasta arriba por estar así de caliente por tan solo un beso que había pasado hace varias horas.
Y se sentía peor por quien era el que lo causaba.
¿Es posible... volver a enamorarse de la misma persona que quise hace 5 años?-.
No, eso no era posible para Bakugo.
Para el, ese fue un amor sincero que disfruto en su adolescencia, pero no era posible repetirlo.
Y menos con la misma persona.
Esa persona... que seguía provocando lo mismo en el a pesar de que hayan pasado tantos años.
Si se trataba de Shoto Todoroki... No lo veía tan simple.
