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|T2| - 20: Completamente borracho

-¿No quieres dejar que me quede, Katsuki?-. Susurró el mayor.

-Bastardo, ¿¡Qué mierda te dio por llamarme por mi nombre a estas alturas!?-. Preguntó el menor de forma algo agresiva.

-Me gusta el significado-. Respondió el más alto con una media sonrisa.

-¿Ha?-. El rubio ceniza lo miro extrañado pero aun con el ceño fruncido.

-"Katsuki", significa ganar, eso te pega mucho, ¿no crees?-.

-Pues claro, idiota-. Dijo el ojirubí desviando la mirada sin mover la cabeza.- Ya vete-. Soltó.

-¿Por qué haces eso?-. Ante esa pregunta proveniente del más grande, el más bajo lo miro extrañado, sin saber a que se refería.- Primero te resistes, luego te dejas llevar, y finalmente te vuelves a resistir, todo eso se repite una y otra vez-. Soltó un suspiro luego de decir eso.

-¿Qué? E-eso...-. El menor apretó su mandíbula y desvió su mirada, sonrojado.- N-no tiene sentido-. Soltó.

Realmente, sabía que el mitad albino tenía razón.

-¿Seguro? Porque hace un rato no parecía molestarte que te bese de esta forma-. Al instante en el que el heterocromático termino de decir eso, estampó sus labios contra los del rubio ceniza.

-Mmmgh-. Corrió su cara al instante.- Espera, y-yo...-. El mitad pelirrojo lo miró con su rostro serio y algo deseoso, luego comenzó a sentir como la mano del contrario se deslizaba por su espalda.- Oye, realmente necesito...-. Se interrumpió a sí mismo al sentir dichos escalofríos.- Necesito pensarlo, solo...-. Agachó su cabeza a la vez que puso su mano en el pecho del contrario, haciendo que se aleje lo suficiente.

Bakugo no escuchó ninguna respuesta, pero cuando oyó como la puerta se cerró, levantó su cabeza, dándose cuenta que Todoroki se había ido.

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-¡Ahg! ¡Estúpida cabeza, no soportas unas cuantas cervezas!-. Se quejó el rubio ceniza, tirándose encima de la barra.

El ojirubí se encontraba en un bar, ya se había pedido incontables cervezas, las necesarias para evitar pensar en cierto mitad albino que invadía su cabeza en todo momento.

-¡Oye, tu, dame otra cerveza!-. Exclamó dirigiéndose al señor que estaba detrás de la barra.

El barman se ausentó por unos segundos, apareciendo nuevamente con un gran vaso lleno de lo que había pedido el joven.

Iba a llevar el vaso a sus labios, hasta que sintió una mano en sus hombros.

-Bakugo, ¿Qué haces aquí?-. Oyó la voz de alguien, que se le hacía difícil reconocer a causa de los efectos del alcohol.

-¿¡Ha!?-. Se dio la vuelta, encontrándose a esa persona que tanto evitaba.- ¿¡Y tu que!?-. Se levantó bruscamente, perdiendo el equilibrio.

-¿Qué haces borracho un lunes?-. Preguntó el mitad pelirrojo tomándolo de las caderas.

-No me toques, idiota-. Se alejó de el mayor, quien soltó un suspiro.

-Déjame llevarte a tu casa-.

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El heterocromático entró al departamento del rubio ceniza con el en brazos, dejándolo en el sillón de manera delicada.

-No te muevas, te traeré agua-. Dijo el mayor, alejándose del contrario y yendo a su cocina, tomando el primer vaso que veía y a su vez llenándolo con agua de la canilla.

Se acercó nuevamente al menor, sentándose a su lado y a la vez extendiendo su brazo, ofreciéndole el vaso con agua.

-Ahg, no se que mierda piensas que eres-. Tomó el vaso bruscamente, comenzando a beber.- Apareces de la nada, metiéndote en mi vida y en mis asuntos como lo hiciste desde la primera vez-. Empezó a apretar el vaso.- Te metes en mi casa como si no hubiera pasado nada, te disculpas como si se tratara de algo menor y luego piensas que todo esta bien, que no paso nada-. Continuó diciendo el ojirubí, el mitad albino notó como se le cristalizaban los ojos.

-Bakugo...-.

-¿¡Cómo esperas que no piense en ti todo el tiempo después de todo lo que me haces!?-. Preguntó exaltado, comenzando a sonrojarse y dándose cuenta de que sus lagrimas comenzaban a acumularse en sus ojos.

-Oye-. El mitad albino tomó al menor del brazo, este agacho la cabeza.

-Ahg, odio que juegues tanto conmigo-. Murmuró por lo bajo.

-¿Qué?-. El más alto lo miro extrañado.

-¡Que dejes de jugar conmigo, bastardo!-. Gritó exaltándose.

Al instante en el que el menor terminó de decir eso, el heterocromático tomó sus muñecas, poniéndose encima de el rubio ceniza.

-Katsuki, ¿Quién dijo que estoy jugando?-. Preguntó el mayor con ambas cejas alzadas.

-¿¡Ha!?-. Exclamó el ojirubí, forcejando.

El mitad pelirrojo agachó su cabeza hacía el cuello del contrario,

-¡Ya basta, aléjate!-. Movió su cabeza repetidamente para que el contrario se aleje.

-Oye..-. El mayor se alejó un poco, mirando al contrario fijamente.- ¿En serio crees que jugaría con algo como esto?-. Preguntó seriamente.

-Y-yo..-.

-Katsuki, déjame decirte que voy demasiado en serio contigo, así que deja de resistirte.- El mitad albino se fue acercando nuevamente.- Porque ya no me detendré-. Se acercó a tal punto de rozar los labios del rubio ceniza.

-E-espera-. Lo empujó levemente, haciendo que salga de encima suyo y reincorporándose nuevamente.- T-tu... ¿en verdad estas..-. Puso su dedo índice torpemente sobre la nariz del contrario, arrugándola.

-Estoy jodidamente enamorado de ti, Bakugo-. Confesó el mayor tomando la muñeca del rubio ceniza.

-Ka-Katsuki-. Dijo su propio nombre el ojirubí, tomando el rostro de Todoroki.- Dime Katsuki-. Entrecerró sus ojos acercando su rostro al del mitad albino.

Finalmente juntaron sus labios, provocando que el más alto se ponga encima del menor, intensificando el beso.

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CONTINUARÁ...

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Perdón por el cap kk, encima fue re corto jajsja