VAYA PAR DE EMBARAZADOS (STEREK & NOAHTER)

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Derek y Stiles volvieron al hogar Stilinski.

Por supuesto, Noah tuvo que aceptar la norma de su hijo de dormir con el moreno o sabía que, si se negaba, Stiles era muy capaz de decirle a Derek que se iban y el lobo, encantado que obedecería.

Los días iban pasando y a ambos embarazados les iba creciendo la barriga.

Pero lo peor no era verlos quejándose de dolores o de su enorme panzón.

No.

Lo peor es que los antojos iniciaron en ese momento.

Y Noah y Derek no sabían ya dónde buscar lo que les pedían.

Para más dolor de cabeza, Stiles y Derek habían planeado que Noah, por haberse comportado como lo hizo, fuera él quien se encargara de los antojos de los dos...

Aunque también le tocaba a Derek cumplir con los deseos de su castaño.

¡Y menudos antojos que tenía Stiles!

En uno de ellos despertó al moreno en plena madrugada exigiéndole helado de vainilla...

¡Con chili y mostaza!

Y fue Derek en busca del helado, el chili y la mostaza para su amado Stiles.

Verlo comer eso le producía náuseas pero si era lo que su hijo le pedía, que comiera hasta la saciedad.

Peter no era menos a la hora de los antojos.

En una ocasión obligó a Noah a ir a las tres de la mañana...

¡En busca de un venado!

Como es de lógica, el sheriff tuvo que pedir ayuda a Derek para cazarlo pues, obviamente, él no era buen cazador.

Y así los dos embarazados iban engordando...

Hasta que por fin, llegaron a unas semanas de cumplir su gestación.

Tendido en el sofá, un Peter la mar de diferente, descansaba.

Su enorme vientre permanecía al descubierto y él se entretenía en dibujar filigranas por todo éste.

¡Quien lo iba a decir!

Él, el gran y temido Peter Hale, embarazado.

-Deberías moverte un poco-

La voz de Stiles le hizo levantar un poco la cabeza para verlo de pie y sosteniendo su gran barriga.

-No tienes barriga de un solo cachorro- apuntó Peter.

Una expresión de pánico se dibujó en el rostro del humano con chispa.

-¡No son dos!- le espetó nervioso.

-Uy, no te alteres o los alterarás a ellos-

-Y dale- caminando con pesadez, cruzó junto al Hale mayor y se dejó caer en el sillón que había al lado del sofá donde Peter yacía.

Lanzó un resoplido y se sobó la barriga.

Girando la cabeza para poder mirarle, Peter sonrió.

-¿Es que alguien más te ha dicho que son dos?-

Haciendo un puchero, Stiles escupió:

-Derek-

El moreno asintió.

-Son dos, Stiles-

-Que noooo-

-¿Por qué te cuesta tanto aceptarlo?-

-Porque Alan me hizo una ecografía y solo se ve uno- bufón el castaño además de poner los ojos en blanco.

-Pues no te la hizo bien-

-Anda y cállate-

-Ya me lo dirás cuando...-

Peter se quedó callado en el acto al notar  que algo mojaba sus pantalones.

-¿Qué te pasa?- inquirió Stiles.

De lo más natural, el Hale mayor bajó la mirada hacia su vientre.

Luego se lo sostuvo y alzando los ojos miró al castaño.

-Stiles, necesito que...me lleves a la clínica-

-¡¡Yo no puedo condu...-

No logró acabar la frase pues sintió cómo un líquido frío salió sin esfuerzo por aquella apertura nueva en su perineo.

Mirando al suelo pudo ver dos charcos a los pies  de ambos.

-¿Pe-Peter?-

-¿Siiiii?-

-¿Has...has visto que...nos hemos...he-hecho pis...encima?-

-No es pis, Stiles- respondió el mayor.

-¿En-entonces qué...es?- formuló la pregunta aún temiendo la respuesta.

Peter le miró fijamente.

Dando un par de pasos hacia él, contestó:

-Acabamos de...romper aguas-

Stiles, pálido como la cera, boqueó.

-Hay que...llamar a los...futuros papás- finalizó de decir Peter.