3 │De (Des)ilusiones

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Pre-nota de la autora: Holis, sé que no acostumbro a dejar este tipo de notas al menos de que sea una advertencia de ya ustedes saben qué (el frutifantástico, el delicioso, el ñakañaka, etc) jijiji, pero no sé, sentí que debía hacerlo para defende...

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Pre-nota de la autora: Holis, sé que no acostumbro a dejar este tipo de notas al menos de que sea una advertencia de ya ustedes saben qué (el frutifantástico, el delicioso, el ñakañaka, etc) jijiji, pero no sé, sentí que debía hacerlo para defender un poco a Saige y pedirles que leyeran el capítulo con la mejor disposición, que por un momento olviden que supuestamente la odian, y en cambio, recuerden que esto fue escrito de mi parte con mucha ilusión para ustedes, y que yo leo TODOS sus comentarios, así que cuando entre luego, me haría muy, muy feliz ver comentarios que señalen cosas positivas, en vez de dejar que su odio injustificado les impida disfrutar de la lectura. Ahora, prosigan a disfrutar, los amo un montón. 

SAIGE

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SAIGE


AHORA:

Él se veía distinto, aunque al mismo tiempo, no parecía haber cambiado absolutamente nada. Seguía luciendo como el Hunter de siempre. El chico de las ondas despeinadas y despreocupadas, el de facciones fuertes e intrigantes ojos azules que te devolvían la mirada con una confianza y una seguridad que podía llegar a mal entenderse como pretenciosa.

Sin embargo, no en ese momento, en ese momento su mirada no venía con nada más que exasperación.

No era como si hubiese estado esperando alguna otra reacción de su parte. Yo hubiera reaccionado igual en su lugar. Hacía casi un año que nos habíamos visto por última vez... y las cosas entre nosotros no habían terminado muy bien.

Si me pedían tener que definirlo mejor... Habían terminado en tragedia.

Pero a pesar de cualquier tragedia, o de incomodidad o del resentimiento que me estaban transmitiendo sus ojos, mi corazón se encontraba haciendo locuras dentro de mi caja torácica. Se alegraba de verlo. Me alegraba de verlo.

Tuve mucho tiempo para pensar y preguntarme si él había estado pasando por el mismo infierno que yo después de lo que ocurrió, mas parecía estar perfectamente bien, incluso, era primera vez que lo escuchaba bromear con su mamá de esa manera.

La Ley de lo (Im)perfecto ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora