Asesino: Parte 1

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La observo en silencio desde la distancia, tan ingenua, tan alegre, tan curiosa. Vigilando que nadie la mira para colarse en los establos de Sombra. Gracias a Dios todos pensaron que el encuentro con la yegua no fue más que un simple e inoportuno accidente, o un atentado contra la prosperidad de la hacienda. Debo tener cuidado, no puedo permitirme volver a cometer el mismo error, sin embargo, quien dice que el gato no puede jugar con el ratón antes de acabar con él.

Al inicio, pensé que la chica sería un problema, un estorbo en mis planes, luego me di cuenta que es la clave para solucionarlos. No obstante, es demasiado curiosa, pregunta demasiado, piensa que nadie sabe que indaga en el pasado, pero no es así. Debo moverme con cuidado, un paso en falso puede arruinarlo todo, la última vez el trabajo fue impecable, todos creyeron en mi palabra cuando dije que no tenía ni idea de la muerte de Melanie. No puedo permitir que todo se vaya por la borda solo porque la nueva mocosa desea jugar el papel de detective.

No pensaba hacerla desaparecer tan deprisa, pero su afán por descubrir la verdad ocurrida hace cinco años no me está dejando muchas opciones y, a estas alturas, un simple accidente ya no será creíble, mucho menos después del fallo con Sombra, ella no debía de superar eso. Desgraciadamente, habíamos demasiadas personas cercas del establo en ese momento como para ignorar sus gritos, «Fallo técnico, no calcule el tiempo correcto en que se abriría la puerta del corral».

Harley debió de haber dejado de investigar luego de ello, no es que le hubiese salvado la vida, aun así, se habría mantenido más tiempo respirando, pero es demasiado terca para darse cuenta. Es una lástima, me agrada la chica, es divertida y muy guapa. El único pecado que cometió para ser la siguiente en la lista fue haber aceptado el estúpido contrato de matrimonio y venirse a vivir a Houston.

—Tú sola te has condenado niñata, tú sola—susurro lentamente.

Vuelvo a observar de forma detenida cada movimiento de mi presa, como juguetea con Holmes al mismo tiempo que intenta acercarse a la negra yegua «Esta chica coquetea con el peligro». Una sonrisa curva mis labios ante esta idea, su atracción a la posible muerte es un punto a mi favor, es como si me pidiese a gritos que le hiriese.

¿Sería muy poético que la historia de asesinato se vuelva a repetir con un cuchillo? ¿Quizás debería dejar volar mi imaginación? ¿Debo probar algo nuevo? Estas interrogantes llevan días en mi mente y por cada segundo que pasa una nueva pregunta surge. Siento la adrenalina correr por mis venas. Solo habrá una diferencia con respecto a los secesos de hace cinco años: Esta vez alguien acabará entre rejas.

—Disfruta mientras puedas Harley Cates, tú hora se acerca.

OJALÁ...Where stories live. Discover now