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Los días pasaban bastante rápido, y Ai no sabía cómo hacer para parar la comezón que Tenko sentía en su cuello y ojos. 

Él no solía quejarse de nada debido a que aún no tenía mucha confianza, pero Ai sabía que eso lo molestaba demasiado. 

A veces salían juntos a parques o a lugares para que el niño jugara, pero no sabía realmente qué hacer. 

Los papeles de adopción habían sido firmados sin ningún problema mayor por las conexiones de Ai, siendo el nombre del niño Yoshino Tenko. Era legalmente su hijo, y eso nadie lo negaría. 

Ultimamente no había estado aceptando las solicitudes de eliminación, por lo que tenía todo el día libre. Ese día en particular había decidido aceptar uno; hacía tiempo que no hacía un trabajo. 

Tenía planeado salir de noche, cuando Tenko estuviera dormido, pero una idea cruzó su cabeza al atardecer, luego de ver cómo el niño rascaba efusivamente su cuello. 

- Cariño, te he dicho que evites rascar tan fuerte - Dijo suavemente, poniendo una pomada en el lugar afectado

- Pero... me pica - 

Ella asintió - ¿Hubo algún momento en el que la picazón se fuera? -

El dudó un poco al contestar, pero aún así lo hizo - Cuando sucedió lo de... - 

Ai le dio unas palmadas en la cabeza, sumando dos más dos y entendiendo de donde venía esa «Alergia»

- ¿Te gustaría venir al trabajo conmigo? - 

Tenko la miró con los ojos brillantes - ¿Puedo? - 

[...]

- Bueno, pequeño, debes asegurarte de que la capucha no se caiga, ¿Bien? - Indicó la chica, colocando sobre la cabeza del infante una capucha negra como la suya, pero más pequeña 

- ¡Sí! - 

Ella sonrió, tomándolo por la cintura, y cargándolo. Saltó por la ventana con el niño en brazos, este reía por los movimientos que Ai hacía. 

Cuando arribaron al callejón oscuro, ella tocó sus ojos y luego los de Tenko. 

- Apuesto a que ahora vez bien, ¿Cierto? - Preguntó con su voz normal para no asustarlo 

Él asintió. 

- Bien. Quédate detrás de mi hasta que te diga lo contrario, ¿Entendido, cariño? - Habló. Él volvió a asentir con la cabeza. 

Después de unos minutos , un hombre bastante fornido llegó a donde ellos estaban. Portaba un maletín en sus manos, y su rostro no lograba distinguirse por el sombrero negro que llevaba, a juego con su traje. 

La Yoshida mayor habló de nuevo, esta vez con un timbre de voz distinto, cortesía de su máscara - Veo que no mienten sobre la discreción, pero me parece que viniste acompañado - 

El hombre se acercó más - ¿Y qué me dices del mocoso a tu lado? - Gruñó con voz profunda, Tenko dio un paso hacia atrás

- Eso no es asunto tuyo. Dile a tus amigos que salgan, o los sacaré yo de sus patéticos escondites - Gruñó de vuelta

Él varón rió, levantando su mano libre, y haciendo una seña. Exactamente diez hombres salieron de distintos lugares. Ai y Tenko estaban acorralados. 

Ella soltó una risita - Veo que no te interesa el trato, pero siendo sincera, el objetivo eras tú, no tu mercancía - Dijo con sorna

- ¿Aún crees que puedes ganar? - Preguntó molesto

Ella chasqueó sus dedos, y los diez hombres que los rodeaban cayeron estrepitosamente al suelo. 

- ¿Y tú? - 

El hombre estuvo a punto de salir corriendo, cuando ella enganchó un cable a su tobillo, haciéndolo caer. 

- Cariño, acércate - Indicó cariñosamente, como si no estuviera encima del fornido hombre como si nada

Tenko hizo caso, no muy convencido. Ella puso la corbata que el hombre antes portaba orgullosamente, en su boca. Y creó una barrera a su alrededor para no dejar escapar ningún sonido. Luego de ello, cortó una de las manos del varón con la daga de su brazo izquierdo. Él soltó un alarido de dolor, siendo amortiguado por la prenda en su boca. 

- ¿Por qué no lo tocas, pequeño? - Dijo con una sonrisa. 

Tenko la miró profundamente, antes de asentir con una sonrisa bastante tétrica. Se retiró los guantes que hasta hace unos momentos portaba, y procedió a poner sus manos encima de la figura masculina. Ai se levantó de encima una vez que Tenko se acercó, por lo que no hubo problema. 

Los gritos de dolor de aquel criminal fueron silenciados luego de unos minutos. Ai guardó la mano en una bolsa contenedora de plástico y la cargó como si nada. 

Por lo mientras, Tenko reía mientras desintegraba los cuerpos de los otros diez hombres. 

La comezón que sentía se redujo de inmediato. 

[...] 

- Tenko - Llamó con seriedad, el niño giró su cabeza de inmediato, dejando de prestar atención al programa que pasaba en la televisión 

- ¿Sí? - 

- Cariño, seré directa - Dijo, mostrándole la caja negra que hace unos días había robado del doctor. Procedió a explicarle que era eso al niño. 

Él corrió al baño, devolviendo todo lo que había consumido anteriormente. Ai caminó hasta él, sobando su espalda con delicadeza. 

- Siempre estaré a tu lado. Nunca me olvidaré de ti, lo juro - 

El niño comenzó a llorar, recordando vívidamente lo que había sucedido con su familia. 

Ai se mantuvo a su lado hasta que se quedó dormido. 

Al día siguiente, Tenko despertó particularmente temprano, habiendo dormido desde la tarde del día anterior. 

La chica se despertó a la misma hora que él para hacerle compañía. 

- ¿Quieres enterrar sus restos? - Pregunto con cautela

Tenko pareció meditarlo cuidadosamente. 

- Podemos visitar sus tumbas cuando quieras, dejarles flores... todo lo que desees. Si quieres conservarlas, no me opondré. La decisión es tuya - 

Él asintió, y respondió luego de unos minutos de silencio. 

- ¿Podemos enterrar sus restos? - Dijo con la mirada perdida. 

Ella lo abrazó con fuerza, haciendo que el niño nuevamente se soltase a llorar. 

[...]

Nesta [BNHAxOc]Where stories live. Discover now