Por las estrellas.

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Advertencia: No.

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Me encontraba en mi casa. Estaba completamente sola, mis padres salieron de vacaciones al campo y decidí que no quería ser un mal tercio. Como siempre estaba en mi habitación leyendo una vieja enciclopedia, era de mi abuelo. Me sobresalte al escuchar unos golpes provenientes en el piso de abajo. Deje mi libro a un lado, me coloque mis botas y salí de mi habitación.

Baje los escalones y fije mi vista a la puerta. La estaban golpeando. Rápidamente corrí hacia ella y la abrí.

Mis ojos se abrieron enormemente al verlo a él. Estaba golpeado de pies a cabeza sosteniendose un costado de la costilla. Alzó la mirada para verle y estaba todavía aún peor. Por fin tuve el valor de hablar.

-Arvin... ¡¿Q-Qué fue lo que te paso?!

-Los idiotas que molestan a Lenora... y a ti. Les advertí que ya no lo hicieran más, pero al parecer fueron tan cobardes como para golpearme y dejarme así.-Se señaló.

-Arvin, te dije que no era necesario todo eso, yo puedo defenderme sola. Aparte, mira como acabaste, ¿En que nos beneficia a ambos?, ¡En nada!. Pero después de todo, es muy dulce por lo que hiciste por nosotras.-Le dedique una sonrisa.

-Si...

-Pasa, tengo que curarte antes de que empeores.-Mire al cielo.-Al parecer se acerca una tormenta, y pronto. Así que te tendrás que quedar aquí hasta que termine.

-Lo que tu digas.-Se introdujo en mi casa.

Fui a la alacena y saque todo lo necesario para curarlo, como el alcohol anticeptico y unos cuantos algodones. Regrese a la sala y lo vi recargado en el sillón con los ojos cerrados, a los instantes articule una sonrisa. Se veía tan tierno, tranquilo, calmado, sin duda muy lindo. Desde que lo conocí en la escuela gracias a que me salvara de unos bullies, me a empezado a atraer, y mucho, su sola presencia es increíble y satisfactoria para mi, como si de tan solo verlo todos mis problemas se fueran. Me acerqué a él y empecé a acariciar su mejilla.

-¿Que me hiciste, Russell?.-Susurre.

-Mmjmm.-Respondió casi inaudible.

-Nada. Mejor vayamos a mi habitación.-Lo tome del brazo y lo ayude a levantarse.

Lo dirigí lentamente hasta mi habitación y lo deje suavemente en mi cama. Me inque de rodillas frente a él, sosteniendome de su rodilla para no perder el equilibrio, después destape el bote de alcohol y moje levemente el algodón. En cuanto su piel hizo contacto con el, dio un leve salto e hizo una mueca de dolor.

-Shhh, tranquilo. Esto será rápido, créeme. Sólo no te muevas mucho, ¿Quieres?.-Le dije dulcemente y el asintió.

Pase el algodón delicadamente por su piel, dejando leves caricias en ella, una vez que termine con un golpe en su mejilla, prosegui a irme a la que estaba el su labio interior. Así estuve por unos minutos, en todo ese rato se había quedado medio dormido y yo solo lo observaba como una boba enamorada. Tire el algodón en el cesto de basura y me levante sin lastimarlo. En cuanto iba a darme media vuelta, sentí una mano envolverse por mi muñeca. Di un pequeño brinco y regrese la vista a él.

-¿Qué pasa, Arvin?

-No te vayas... por favor.

-Arvin, tengo que recoger la casa, aparte tienes que descansar.-Él negó repetidas veces y me miró a los ojos.

-Por favor, quiero que te quedes, así podré estar mas tranquilo, con tu presencia a mi lado. Por favor... solo quédate.-Rogó y finalmente accedí.

Me coloque a un lado de él y puse mi mano en su pecho, mientras que él la colocó alrededor de mi cintura. Podía apreciar los leves latidos que emitía su corazón, a la vez que sentía y escuchaba su respiración subir y bajar tranquilamente, en pocas palabras era un momento mágico, sólo el y yo... juntos.

-______.

-¿Si, Arvin?

-Gracias.

-¿Por qué?.-Fruncí el ceño.

-Por estar conmigo en todo momento, por acompañarme desde mi niñez después de haber tenido una etapa difícil en mi vida. Gracias por todos esos brazalete que me hacías junto con Lenora, siempre fueron y importantes para mi, al igual que ustedes. Quiero estar contigo siempre, y te juro por las estrellas que estaré contigo, no importa que. Porque _____, no siento sólo amistad por ti, eso se queda corto por lo que en realidad siento.

A este punto mi corazón latía tan fuertemente que sentía que se me saldría del pecho. No lo podía creer que Arvin Russell, la persona de la cual estoy enamorada desde quinto grado, le importara de esa manera, simplemente voy a explotar. Me miró y dejo un beso en mi cabeza.

-Te amo, ______ Cooper.

-Y yo te amo a ti... Arvin Russell. Siempre lo he hecho.

Fijo su vista en mi y me tomo del mentón. Acercó su cara lentamente a la mía y finalmente me beso. El beso era lento pero lleno de amor, uno deseado desde hace años. Era el primer beso de ambos, pero lo disfrutábamos como si fuera el último, porque... Lo amo con todo mi corazón, y este día él me confirmo que sentía lo mismo. Nos separamos lentamente y nos sonreímos. Volví a colocar mi cabeza el su pecho y él arriba de mi cabeza. Sin duda uno de los mejores días que he tenido desde que lo conocí, y tal vez de toda mi vida.

One-Shots || Tom Holland.Where stories live. Discover now