One-Shots || Tom Holland.

Me alegra haberte conocido.

Pedido hecho por: amyccolchon

Advertencia: Si, tiene contenido +18, o bueno, algo así. Es la primera vez que lo hago, así que me disculpo si no quedo como lo esperaste, lo siento Amy.

¡Disfrútalo, guapa!

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Arvin Russell era del tipo de chico que siempre era considerado con las personas, les era leal y siempre mostraba sus mejores sonrisas, muy maduro para sus 26 años. Hace algunos años, él se había mudado a las afueras del un pueblo en Fhoenix, no ha visto a su abuela y tío desde entonces, desde lo ocurrido en su pueblo.

Trabajaba de empleado en un supermercado, era el responsable de la caja. Miraba atento el reloj, esperaba con ansias a que ĺlegaran las 2:00 p.m, que era cuando su turno terminaba, y era cuando su momento favorito del día y la semana llegaba. Término de guardar unas cosas en la bolsa y se lo entrego a la señora con una gran sonrisa.

-Aquí tiene. Que tenga un lindo día.

-Gracias, Arvin.

-No hay de que, Sra. Willow.

Por instinto miro de nuevo al reloj.

1:58 p.m

Intensificó su sonrisa y checo si ya no había nadie mas en la tienda. Al parecer no, la Sra. Willow era la última. Fue a la oficina e hizo su corte, se despido de sus demás compañeros y salio del local. Se trepó en su auto, lo prendió y conducio hasta su destino. Una vez que llego, salio del coche y camino unos cuantos metros, fue ahí cuando la vio... tan linda como siempre; Llevaba un vestido azul celeste, ajustado a su medida, haciendo que resaltará más sus curvas que a él le volvían loco. Su pelo era castaño oscuro, que a los finos rayos del sol se volvía claro, sus ojos eran cafés, pero al igual que su cabello tomaba un tono diferente al exponerlos a los rayos solares, en este caso se volvían miel con un toque de esmeralda. Su piel es morena tostada, un tono ideal. Se acercó a ella y esta al verlo le sonrió.

-¡Arvin!.-Corrió hacia él y lo abrazo fuertemente.

-Amy...-Se separo de ella y la miro de pies a cabeza.-Te ves hermosa.-Le colocó un mechón de pelo detrás de su oreja.

-¿Te gusta?.-Pregunto refiriéndose al vestido.-Lo compre sólo para ti.

-¿En serio?.-Se mordió el labio inferior y ella asintió.

-Entremos. No queremos que se nos haga tarde.

-¿Ya pagaste la tarifa?

-Si, por eso no te preocupes.

-¿Cómo la pagaste?

-Michael es muy descuidado con las cuentas, de seguro no se da cuenta.

-De acuerdo... pero para la próxima yo lo hago.

-Llega mas temprano.-Se encogió de hombros.

-Ahhh, ¿Conque me estas retando?... Bueno, de esta no te salvas.-La tomo de la cintura y estampó sus labios contra los de ella.

Amy a los instantes le siguió el beso y así estuvieron un rato, el beso se volvió más apasionado. En un movimiento rápido, Arvin le robó las llaves de la mano a ella y se separo del beso.

-Aquí no, linda.-Corrió hasta la puerta de la habitación de un cuarto que habían rentado e introdujo la llave.

Se metieron y él la cerró de un puertazo.

-Ahora si.-Se retiró la camisa de un jalón y se acercó a la chica.

La acorralo en la pared y la beso apasionadamente. Comenzó a bajar sus manos hasta llegar a sus muslos, donde comenzó a elevar poco a poco el vestido de la chica, a la vez que dajaba leves caricias con las yemas de sus dedos. Una vez que término de retirar el vestido, comenzó a atacar su cuello, ella sólo daba leves suspiros de placer. Todos los Martes, a las 2:00 p.m, iban a un cuarto rentado y tenían relaciones sexuales, no era sexo lo que hacían, ya que ellos de verdad se amaban, sólo había un pequeño inconveniente; Ella estaba casada. Y no con cualquier hombre, su esposo era un mujeriego y mala persona, él no la trataba como debía de ser, la golpeaba, insultaba y despreciaba, sólo por el hecho de ser "Su mujer". Arvin y ella se conocieron en el supermercado donde trabaja él, teniendo una conexión a los instantes, lo demás sólo fluyó por si solo.

Ambos estaban completamente desnudos. Sus miradas reflejaban deseo y amor. El se posicionó en su entrada y sonrió a la par de ella, a los instantes entró de una estocada en ella. Los gemidos cesaron y cada movimiento era rápido pero no brusco. Comenzaron a besarse de nuevo, ella soltó un gemido en cuanto él se introdujo más en su interior, aun así no se separaron. Los movimientos se volvieron más salvajes y los gemidos no paraban. Hasta que llegó un punto en el que los dos supieron que llegarían al orgasmo, por lo cual, Arvin aceleró sus movimientos y ella gimió más fuerte.

Y fue ahí cuando llego.

Arvin se recargo en el cuello de ella mientras ambos jadeaban sin cesar. Él salió lentamente y se posicionó a su lado, la rodeo con sus brazos y dejo un largo beso el la coronilla de su cabeza. Así estuvieron unos minutos, hasta que ella lo miro y hablo.

-Arvin...-Él la miro y ella volvió a bajar la mirada.-Hay algo que tengo que decirte.-Se sentó en la cama y Arvin frunció el ceño.

-¿Que paso, linda? ¿No te gusto?

-¡No, no es eso!.-Se apresuró a decir.-Me encantó, como todas la veces que lo hemos hecho.

-Ah, bueno. Si es así, entonces ven y acurrucate a mi lado. No hay que arruinar el momento.

-No, Arvin...-Lo miro.-Tengo algo que decirte, en serio.

-Bueno... cuéntame.

Ella suspiro y cerró los ojos.

-Bueno yo... Estoy... Estoy...-Le empezaron a salir pequñas lágrimas.-Estoy embarazada.

Arvin abrió los ojos enormemente y desvío la mirada con la boca entreabierta. Analizó un poco la situación y la miro de nuevo.

-¿De Michael?.-Ella negó.-¿De... mi?.-Amy sonrió y asintió lentamente.

Arvin no sabia si gritar de emoción y si ir a abrazarla y besarla como nunca antes lo había hecho. Todas sus emociones y sentimientos se mezclaron. Se acercó a ella y le dio un dulce y tierno beso.

-¿Desde cuando?.-Él también comenzó a llorar.

-Desde la semana pasada, es sólo que no sabia como decírtelo.

-Te amo, te amo, te amo, te amo.-Comenzó a plantarle varios besos en el rostro.

-Yo también lo hago.

-Me alegra haberte conocido.

-A mi igual, te amo... y demasiado.

-Y yo te amo a ti.-Miro el vientre de la chica.-Y ahora a él o a ella igual... Los amo a los dos.-La abrazo de nuevo y disfrutaron de esos minutos de felicidad.

Sólo él y ella... Y alguien más...