𝟢𝟪. 𝒟𝑒𝒶𝓇 𝓈𝒾𝓈𝓉𝑒𝓇☂️

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Flashback:

Dentro de una gran organización, en una de las áreas de combate se encontraba por un lado la  rubia de 13 años de edad arrastrándose y corriendo mientras era seguida por balas.

-Tiempo record.- dijo la encargada mientras paraba el cronómetro que tenía en sus manos.-Felicidades Sam, veo que te has superado.

-E estado entrenando bastante después de mis clases.- Respondió la ojiazul exhausta.

-Y créeme que se nota querida, esa agilidad e inteligencia que tienes me gusta, espero que tu hermana te sirva de ejemplo Lila.- dijo esta vez dirigiéndose a la morena quien se encontraba sentada en una silla con una herida de bala en la pierna.

-Últimamente me haz estado decepcionando bastante Lila, debes mejorar tus reflejos a no ser que en alguna misión quieras acabar muerta.

-Y-yo lo siento mamá no volverá a pasar.- decía la pequeña morena con la cabeza baja.

-Es que siempre dices lo mismo pero nunca veo algún cambio en ti, ¡Tu tienes los poderes más fuertes y ni siquiera eres capaz de hacer bien los entrenamientos!

-¡Mamá por favor no seas tan dura con ella!.- dijo esta vez Sam al ver como su hermana estaba a punto de llorar.

-¡Si solo digo la verdad, eres un desastre, a no ser que mejores y te hagas responsable lo más probable es que de aquí a unos años termines muerta! ¿Acaso quieres eso?.-

La pequeña Lila solo negaba con la cabeza gacha mientras quitaba unas cuantas lágrimas que salían de sus ojos.

-¡Mamá ya déjala!  Yo la ayudaré, la ayudaré tanto en clases y en los entrenamientos, y verás que pronto Lila llegará sacar todo su potencial.

-Creo en tu palabra Samantha, no quiero a fracasadas en esta organización, seguiremos el entrenamiento mañana a las 6 am, mientras tanto, ayuda a tu hermana a curar su herida.- dijo la mayor para después retirarse del lugar.

Luego de chequear de que la mujer se haya marchado, rápidamente Samantha se acercó a su hermana con vendas y una botella de alcohol en la mano para tratar la herida.

-¿Que crees que estas haciendo?.- preguntó un tanto molesta la morena.

-¿Que no es obvio? Te estoy ayudando a cambiar esas vendas con sangre.

-¡Dame eso! Puedo hacerlo yo sola.- dijo Lila mientras le arrebataba las cosas a su hermana bruscamente.

-Lila vamos déjame ayudarte, yo sé cómo curar este tipo de heridas.

-¡Oh claro que sabes ya que eres la señorita perfecta!

-Lila por favor no empieces ahora yo solo trato de ayudarte.

-¡Es que ese es el problema! Tu crees que no puedo valerme por mi misma, y sobre todo ¡por tu culpa mamá cree que soy una buena para nada! ¡Que no puedo estar a tu altura!

-Lila eso no es cierto por favor solo...

-¡TU NADA! Te crees mejor que yo ¡y siempre a sido así!

-¡SOLO ESCÚCHAME! Ninguna es superior que la otra, Lila tu eres asombrosa y tus poderes son fenomenales, es solo que...

-Es solo que no los se manejar como tú ¿eso es lo que ibas a decir?

Samantha solo le negaba con la cabeza

-Claro, como tú eres la más lista y la más perspicaz de las dos mamá te prefiere a ti antes que a mi.

-Vamos tú sabes que eso no es así.

-¡Claro que lo es! Y siempre lo a sido, no sabes cuánto hubiese deseado que nunca hubieses llegado aquí, o mejor aún ¡DESEARÍA QUE ESTUVIESES MUERTA!

Aquellas duras palabras le habían dolido a la pequeña rubia, sintiéndose mal consigo misma y al mismo tiempo sabiendo que acababa de recibir un gran rechazo por parte de su hermana. Ella nunca quiso que su hermana se sintiese inferior y al mismo tiempo le molestaba la obvia preferencia que su madre demostraba hacía la ojiazul, por lo que Samantha entendía la molestia de Lila.

Lila empezó a levantarse con dificultad con el fin de salir de la sala y dejar de ver a su odiosa hermana, al intentar caminar soltó un quejido de dolor por lo que su hermana intentó acercarse.

-No trates de ayudarme, puedo irme por mi cuenta, solo.... aléjate de mi.- dijo para luego marcharse del lugar, dejando sola a la ojiazul.

Samantha no pudo evitar llorar, por lo que se sentó en el suelo abrazando sus piernas, se sentía devastada y decepcionada consigo misma, pues se sentía totalmente culpable por lo que le pasaba a su hermana, ella solo buscaba ayudarla y llevarse bien, pero por las circunstancias lo único que recibió fue su odio y despreció.

Luego de unos momentos unas manos se posaron en los hombros de la menor.

-No te preocupes, ya se le pasará.- dijo aquella persona quien había escuchado la discusión.

-Ella me odia.- dijo la menor con un sollozo.

-No es cierto, solo está un poco estresada, no fue un buen día para ella, debes entenderla.

-Supongo que tienes razón.

-Ella no te odia, es tu hermana, solo está molesta pero ya verás que se le pasará, solo dale su espacio y luego ve a hablar con ella ¿Esta bien?

-Es cierto, solo es por el momento, muchas gracias Herb, no se que haría sin ti.- dijo la rubia para luego darle un abrazo al enano, quien luego de unos momentos correspondió.

-No hay de que pequeña, sabes que siempre puedes contar conmigo para lo que necesites, pero ahora debo irme a trabajar, de lo contrario tú madre se pondrá furiosa.- dijo el hombre para luego salir del lugar rápidamente.

Herb era una de las personas más importantes para la muchacha, ella siempre lo consideró como un amigo quien siempre puede hablar y confiar, además de ser el mejor consejero que puede existir.

Y como siempre Herb tuvo razón, luego de un rato a Lila se le pasó su enojo y se reconcilió con su hermana, para luego convivir y divertirse entre ellas dos como si nada hubiese pasado, como siempre lo han hecho.

*Fin del flashback*

Hasta la muerte...| Number five ( PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora