Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Freyja
—¡CORRAN PERRAS, CORRAN!
Si antes el bicho ese no sabia nuestro paradero, gracias al grito de Lyrae lo iba a saber tarde o temprano.
Corrí como una desgraciada, jalando a la aweboniada de Bianca de una mano mientras la otra pajua agarraba a Nico y lo hacía correr.
Ese mmgvo de Espino siempre me dió mala espina. Pero, ¿le hacen caso a la conciencia? Nooooo...
—Callate vale.
Bianca me miró raro por hablar sola.
—¿Que me ves tú, pajua?— casi gruñi.
Negó asustada y desvío la mirada, corriendo más rápido.
—Nada, nada.
Doblamos por un pasillo y seguimos corriendo. La situación parecía casi irreal. Hace unos minutos, estaba sentada en las gradas bebiendo de la tizana con alcohol— benditos sean alumnos de últimos años— que la gente de aquí le dice kike ponche, cuando el “Profesor Espino” se había llevado a Nico y Bianca agarrados por la camisa afuera del gimnasio.
Lyrae me había metido un coñazo para que fuéramos a perseguirlos y con el dolor de mi alma, deje mi vaso de lado y empecé a correr detrás de ellos.
Cuando logramos alcanzarlos, ya yo iba preparada para caerle a coñazos a ese malayo profesor.
Si algo me habían enseñado las colas del Hyperlider, era a nunca dejar que alguien se llevara mi objetivo.