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En mis años de vida, nunca experimenté tanta necesidad por saber sobre alguien más y al mismo tiempo, estar asustado por lo que se fuera a descubrir.
Soon era un chico misterioso, aunque dijera que no intentaba ocultarme algo, era difícil no pensar en ello. Los meses pasaban, hablábamos de vez en cuando, en los momentos que nos encontrábamos, pero era todo.
No sabía nada de él.
Desgraciadamente, eso no impedía que lo que sea que provocara en mí.... desapareciera. Me fascinaba lo impredecible que podía llegar a ser.
ㅡ¿Celebras navidad? ㅡpregunté balanceándome de un lado a otro.
ㅡ¿Tu qué crees?
ㅡQue no ㅡarrugué la nariz por su típico contraataque.
ㅡAhí lo tienes.
ㅡ¿No lo celebras? ㅡarqueé una ceja, mirándole sorprendido.
Estábamos cerca de la estación, en uno de los parques del territorio, mientras Soon se mantenía sentado sobre una de las bancas, yo me movía por todos lados. No es que me gustara estar activo, pero las clases me habían dejado con demasiada ansiedad y de alguna forma tenía que reducirlo.
ㅡ¿Qué hay de ti?
ㅡBooo ㅡabucheéㅡ, si quiera disimula, grosero.
ㅡPerdón, la costumbre.
ㅡGraciosito ㅡrodé los ojosㅡ. Un día descubriré cada uno de tus secretos y...
«¿Y...?» lo pensé mucho.
¿Después qué seguiría? ¿qué pasaría cuándo supiera la verdad? ¿continuaría reaccionando de la misma forma que ahora ante su presencia?
Observé perplejo a Soonyoung un rato en silencio, sus ojos fijos en mí, clavaban justo en mi corazón. Avergonzado, bajé la mirada deseando no haber dicho nada.
ㅡ¿Y...? ㅡemuló divertido.
ㅡNada, olvídalo.
Le escuché ponerse de pie liberando una "disimulada" risita.
ㅡBien, entonces hay que irnos, no querrás perder tu tren.
Palmeó mi cabeza, en ese momento, al sentir su cálido tacto sobre mí, opté por alzar la mirada y no supe si alegrarme o arrepentirme.
Soon había demostrado durante estos meses, lo concentrado que podría lucir cuando me hablaba; muchas veces, su vista jamás se alejaba de mi rostro, tampoco fue la excepción en este encuentro.
Mis ojos se encontraron con los suyos, me veía junto a esa sonrisa tan sincera e irreemplazable de él. Mis reacciones fisiológicas me traicionaron, el calor se apoderó de mi cuerpo y a pesar de querer alejarme, mis piernas estaban aferradas al suelo, comenzando a temblar ante la postura de Soon.
Reí nervioso, sintiendo los latidos de mi corazón acelerarse, me agité tanto que creí delatarme. Pero no me odié por ello, lo que sentía estaba bien para mí. Quizá solo para mí.
Dirigí mi mano derecha a su mejilla izquierda con bastante torpeza. Al aterrizar suavemente mi palma sobre su piel, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo y con un respingo a causa de la reciente sensación, rompí el encanto. Soon se rio de mí, retrociendo y alejando el contacto físico entre nosotros.
ㅡAndando, Minghao. Se hará más tarde ㅡdio media vuelta sobre sus talones y emprendió su camino.
Suspiré agotado, siguiendo sus pasos y replanteándome una vez más: ¿por qué hacía eso?
