IV. te elegí a ti,

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Verano traía consigo climas inestables, lluvias, días soleados, ambiente que solía percibir con irritabilidad. Un desastre total.

En camino a la entrada de la estación mientras me quejaba del cambio drástico en el día, chocando con la gente que avanzaba rápidamente, una voz logró apaciguar mis intensas emociones del momento.

ㅡCon esas expresiones en el rostro asustarás a los pequeños.

Era él.

Soon.

Después de casi tres meses, por fin podía escuchar de nuevo su tranquila voz.

ㅡCon esa confianza con la que te acercas, un día de estos, vas a recibir otro golpe ㅡ bromeé dirigiéndole la mirada.

Seguía igual que siempre. Usando sudaderas, su cabello azabache continuaba con el mismo estilo, esa típica sonrisa en sus labios, la costumbre de ocultar sus manos dentro de los bolsillos en su pantalón... todo estaba en orden...

o eso parecía.

ㅡPerdone por asustarle ㅡrespondió juguetón.

ㅡ¿Dónde estabas? ㅡsolté sin arrepentimiento deteniendo mi camino, a lo que él respondió de la misma maneraㅡ ¿cómo estás?

ㅡ¿Yo? bien ㅡrio entre dientesㅡ ¿qué hay de ti?

Quizá era bastante expresivo, pero cuando ganaba confianza, me sentía con plena seguridad de hacer lo que quisiera.

No lo pensé mucho y rodeé el cuerpo de Soon. Debería haberme sentido aliviado, lamentablemente, una sensación triste e impotente se hizo presente dentro de mi pecho. Gemí a lo bajo, evitando que Soon escuchara la reciente molestia y me mantuve abrazándole.

ㅡMe tenías preocupado. Creí que te había pasado algo.

ㅡYa te había dicho que ya nada me puede pasar ㅡsusurró.

Percibí cómo había una batalla en sus movimientos, por segundos su cuerpo se sentía rígido y por otro rato, era más relajado. Tal vez debatía en si responder al gesto o ignorarlo.

ㅡNo... no digas eso, no eres un ser poderoso o algo parecido.

Sus músculos se tensaron de inmediato, entonces decidí alejarme.

Arrepentido, bajé la mirada, maldiciendo mis actos y palabras. No era lo correcto, menos con alguien que solo conocía de unas cuantas palabras.

ㅡNo tienes que preocuparte por mí.

De pronto, sentí la calidez invadir mi cabeza. Supe que su mano se había posado sobre esta zona y en seguida, agitó mis cabellos gentilmente. Reí enternecido.

ㅡPor favor, siquiera deja que me preocupe por ti. Mínimo que sea eso.

ㅡTe sugiero que no lo hagas, pero sé que no harás caso.

ㅡNo puedo evitar preocuparme y menos si desapareces por meses. No tengo la manera de saber si estás bien o mal.

ㅡLo vuelvo a decir, no tienes que preocuparte, tranquilo.

Le escuché suspirar, no sé si fue una señal, pero tuve el presentimiento de que se marcharía para dejarme con más preguntas.

No entendía si el día estaba en mi contra o a favor. Así como cambiaba el tiempo en segundos durante esta temporada... la lluvia cayó sobre nosotros.

No era hostil, tampoco amenazaba con causar más que una simple molestia de unos cuantos minutos, pero la multitud perdió el control. Algunos corrieron a los adentros de la estación, otros que salían se cubrían con sus maletas, carpetas u otra herramienta que tuviesen en manos, empujando o esquivando al resto.

Liebesträume ; soonhao Where stories live. Discover now