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Nos volvimos a encontrar en un día tranquilo. Estaba sentado leyendo un artículo referente a una materia en la cual últimamente no podía concentrarme, cuando escuché su voz, un poco ㅡbastante diría yoㅡ insegura.
ㅡMinghao...
Alcé mi vista provocando el contacto con él. Fruncí mi ceño mientras guardaba los papales en mi mochila y la colocaba sobre mi espalda.
ㅡCreí que no ibas a volver ㅡadmití.
ㅡPerdona... yo...
ㅡ¿Por qué ocultarme tu nombre así? ㅡnegué con la cabezaㅡ. No es mucho y sé que es una abreviación muy simple, pero mira que saberlo por alguien más y no de ti, si es bastante doloroso.
ㅡMmm, no, escucha.
ㅡ¿Por precaución? ㅡinquiríㅡ. Debería haber sido yo, pero te he contado hasta lo más íntimo. Eres muy injusto, Soonyoung.
ㅡPerdóname, lo había olvidado.
ㅡ¿Cómo se te va a olvidar? ㅡme coloqué de pie y crucé mis brazosㅡ. Tonto.
ㅡLo digo en serio, no es que estuviese ocultándolo, Minghao. Simplemente, lo olvidé. Por favor, no te molestes por eso.
ㅡEs que no estoy molesto ㅡsinceréㅡ, pero... vamos. Te he contado mucho de mí y vaya que duele saber por alguien más un poco de ti. Esperaba que tu lo dijeras. A parte, ¿qué me trató de decir tu hermana con ese agradecimiento?
ㅡNo era mi intención ㅡignoró la pregunta que le hice sin discreción alguna.
ㅡ¿Ah sí? ㅡarqueé una ceja.
Di unos firmes pasos hacia él para golpear suavemente su frente, me respondió al instante, encogió sus hombros y agachó la cabeza.
ㅡMinghao...
ㅡEntonces... ¿cuál era?
Guardó silencio. Sus manos se escondieron en los bolsillos de su sudadera y de él pude escuchar el suspiro más agotador que he presenciado en mi vida.
ㅡDéjalo así, no tienes que explicarme nada ㅡpalmeé su hombro derecho, iniciando mi camino lejos de él.
Tal vez saldría un rato, aún quedaba tiempo para que el tren llegara. Daría una vuelta por los sitios cercanos o cualquier cosa que no mantuviese mis pensamientos concentrados en Soonyoung.
Avancé entre las personas, deseando el perderme y que él no me encontrase.
Todo iba a la perfección o eso creí hasta que llegué a los escalones que me dirigían a la salida/entrada principal.
Su suave, pero helada mano sujetó mi muñeca. Me detuvo en el instante menos adecuado, no quería encararle, algo me decía que sí le veía, me derrumbaría.
Quizá era débil por él, pero no lo quería admitir por la misma razón que él ocultaba su identidad, solo éramos un par de conocidos, no cercanos, ni tampoco lejanos; era un intermedio en el que cualquiera se podría confundir.
ㅡMinghao, por favor, no te molestes.
ㅡNo lo estoy ㅡnegué con la cabezaㅡ, es más... ¿cómo decirlo?
Mis músculos se tensaron tanto que cuando pasó de mi muñeca a estrechar mi mano, no fui capaz de reaccionar por un largo rato.
ㅡ¿Qué escondes, Soonyoung? ㅡpregunté finalmente, girándome para enfrentarleㅡ. ¿Quién soy yo para ti? ¿por qué no puedo saberlo?
Lamentablemente, al hacerlo... me di cuenta que no había recabado el suficiente valor. Mis piernas perdieron la rigidez y se tambalearon.
No respondió. Eso me hizo sentir más inseguro, pero no tardó en disminuir esa sensación porque sostuvo con más determinación mi mano; para mí, su presencia era cálida y acogedora.
ㅡ¿No piensas responderme...?
Puede que la forma en que demandaba por saber, brindaba hostigamiento, sin embargo, él supo qué hacer para detenerlo.
Me encontraba un escalón arriba de él, la diferencia en nuestras alturas era notoria para ambos y aun así, con todo el atrevimiento del mundo, como aquella primera vez en que se acercó a mí, me besó.
Podía sentir cómo se sostenía firme a mi mano, percibí su tacto un poco tembloroso y frío.
Se había parado de puntillas para que estuviésemos al mismo nivel y nuestros labios pudiesen chocar.
Me ardió el pecho al ser invadido por inesperado gesto. Sus labios para mí, eran cálidos. Me acogió de una forma que para ese momento creí imposible de suceder y debí haber entrado en un shock enfermizo por recibir aquel cariño durante la situación menos oportuna... debí, claro.
Porque en realidad, me sentí tan bien que, esa impaciencia por saber más de él, se reemplazó con la necesidad de corresponder hasta que pudiese comprender que el sentimiento que no tenía nombre, pero yacía en mí desde hace varios encuentros atrás, era solo de él. Solo para él.
Rompí el contacto entre mi mano y la suya para rodear fuertemente su cuello, al instante, sentí sus brazos rodearme por el abdomen, tan decidido. Olvidé por completo que, entre él y yo, el desconocimiento podría ser un limitante.
Desconocía si la gente continuaba pasando entre nosotros, tal vez hasta obstruía el paso y eso me importó muy poco, porque alguien sellaba mis labios en una perdición...
una perdición que quizá para muchos era el final, pero para mí, solo era el inicio.
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no sé qué le está pasando a wattpad, pero me aparece como si no estuviesen publicados los capítulos, llorou u.
en otras noticias, estamos próximos a concluir esto, jeje y espero que todas sus dudas sean resueltas, aparte de que también espero que esta historia esté siendo de su agrado :]
