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Fred y Jane se encontraban junto con todos los de la orden, pensando algún plan de soporte. No sabían donde se encontraba el trío de oro y todos deseaban que estuvieran bien.

En eso, toda la atención recayó en el padre de Jane quien parecía un muerto andante.
-Papá.- dijo ella ahora intentando ir y acercarse a él para consolarlo.

El hombre sin embargo miró el rostro de su hija, parecido a su difunta mujer. Después pasó a la herida y frunció el ceño.
-Que te ha pasado?- preguntó pues al estar demasiado triste y devastado por la muerte de su esposa no había hablado ni mirado a Jane.

-Oh, no es nada, me llegaron a alcanzar uno de ellos, cuando... veníamos a la madriguera, pero estoy mejor.- respondió algo incomoda sin saber cómo su padre reaccionaría.

El señor Monroe miró con furia a Fred quien s encontraba junto con George.
-Tú. Prometiste cuidarla! Prometiste que no le pasaría nada!- empezó a gritarle mientras se acercaba sin embargo Remus y Arthur se interpusieron.

-Para ya!- le dijo finalmente Jane.- Papá, no ha sido culpa de nadie, para ya por favor.- le pidió ahora avergonzada de todo.

Al hombre le dolía la cabeza de tanto sufrimiento. Veía a su mujer en Jane y le ardía el alma. Era demasiado dolor.
-No... nos vamos.- dijo finalmente.

-A donde? Tengo que ir a Hogwarts...- empezó a decirle ella ahora muy confundida.
-No, no irás. Es peligroso, vámonos.- le dijo este ahora yendo hacia la puerta.

-Escucha, Ian por favor escúchame.- le empezó a decir Remus.- Jane y Ginny deben ir a Hogwarts, ellas estarán a salvo allí. Puedo asegurarlo.

El hombre negaba y negaba. Quería irse de allí y no hablar con nadie. Quería volver cuando él y su esposa bailaban mientras que la pequeña Jane jugaba con su tren de juguete en navidad.
-No, no puede, debemos... ir a casa.- dijo este a su hija quien suspiró.

-No pienso volver papá. No quiero ir a casa para encontrarme con todas las cosas de mamá, no aún.- dijo ella ahora intentando razonar con él.
-Es tu madre... no puedes decir eso.- la interrumpió este.- Estoy seguro que ella querría esto...

-Mamá ya no está!- le dijo entonces ella dejando todo en un silencio de lo más doloroso.

-Jane, ahora mismo Hogwarts es el lugar menos seguro para que vayas a estudiar. Ven conmigo.- le pidió finalmente.

Ella solo negó.
-Lo siento papá.- terminó por decir ella ahora frotándose los ojos para no llorar.

Ian asintió lentamente para finalmente irse de allí dejando a la chica completamente sola.
-Genial.- dijo ella frustrada y llena de rabia, subiendo las escaleras y entrando en la habitación de Fred que era la única que conocía.

Fred suspiró pesadamente. Entendía a Jane, pero también entendía a su padre.

La siguió hasta dar con su puerta cerrada. Tocó varias veces teniendo como respuesta "necesito estar sola, no abras por favor."

El pelirrojo no le hizo caso y entró igualmente, encontrándose con la chica sentada en el suelo, abrazándose a sí misma mientras escondía su cabeza entre sus brazos.
-Podría haber estado desnuda.- dijo ella a lo que Fred esbozó una pequeña sonrisa.

-Eso no es exactamente tan malo para mi.- dijo mientras la miraba, con las manos en sus bolsillos, consiguiendo que Jane levantara su vista.
-Que quieres Fred? No estoy de humor.- dijo mientras analizaba como el pelirrojo se sentaba a su lado.

Este inhaló todo el aire que pudo para suspirar y mirar a su novia.
-Hablar.- le dijo con simpleza.

-Habla.- respondió ella ahora apartando sus ojos de este, hundiéndose de nuevo entre sus brazos.
-Jane, lo último que quiero es que te pase algo a ti. Ya lo he estado pasando mal por George, por mamá y Ginny... en serio, crees que no estoy preocupado por Ron ahora mismo?- le preguntó a lo que ella asintió.

-Te entiendo.- dijo ella después de unos segundos de silencio.
-Entonces por que no entiendes a tu padre?- le preguntó algo confundido.

La chica no lo había pensado así. Sin duda alguna había sido un poco egoísta al no querer ir con su padre... pero era duro de asimilar.
-Soy una persona horrible.- dijo finalmente dándose cuenta de lo que acababa de hacer.

-No es tu culpa... los dos estáis dolidos. Es normal que no quieras ir a casa pero... creo que deberías hablar con tu padre. No se merece nada de esto.- le dijo este ahora consiguiendo llamar la ante con completa de la chica.- Qué? He dicho algo malo?

Jane solo se acercó a este y junto sus labios, besándolo con ternura y delicadeza. Algo de inseguridad, pero ver a Fred defendiendo a la misma persona que intentaba separarlos...
-Gracias, por todo.- le dijo una vez separados.

-Para eso estoy conejito.- le contestó este con una sonrisa tranquila.- Creo que será mejor bajar...

Si, Jane había entendido su error, pero quien estaría junto a Ian ahora? El hombre entró en su casa viendo que todo se encontraba intacto a como lo habían dejado.

Camino lentamente y como podía hacia el comedor, viendo el gran cuadro, una pintura de ellos tres. Jane quien era un bebé en los brazos de su esposa quien sonreía con alegría.

Las había perdido a ambas. Había perdido a su mujer y ni siquiera había tenido el tiempo de despedirse, al igual que Jane.

Que estúpido había sido de intentar protegerla separándola de Fred, cuando realmente ella era feliz. Lo había arruinado todo.

Tomó una foto que había en un marco y la miró detenidamente. Recordaba perfectamente por que Jane sonreía como nunca. Le acababan de dar la foto de la orden y acababa de ver a Remus.

Recuerdos... recuerdo que pasaban por la cabeza de Ian y que quería volver a repetir.

Acabó en el suelo. Llorando con dolor mientras miraba una foto de su mujer y pedía que volviese con él de nuevo.

Quien iba a recatarlo ahora?

afraid of you (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora