24- ADN

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DOS DÍAS DESPUÉS

-Dulce, estoy realmente ilusionada con estás pruebas- sonreí a doña Antonia. Es la madre de Sofía y de Martín- Una nieta de mi pequeña niña, esto es un milagro.

-No me quiero ilusionar demasiado- agarré sus manos y la observé con cariño, era una señora que yo quería mucho- Camila, fue nuestro sueño.

-La sangre siempre llama, pequeña y yo se que es mi nieta- ella me sonríe y acaricia mi rostro- Esa niña, es físicamente igual a Sofía, no hay duda. Tú tampoco deberías tenerlas, ¿acaso no la ves?, su piel, sus ojos, su cabello, es tú bebé mi amor, es el bebé que tanto habían buscado hace años con tanto amor.

No podía contener las lágrimas antes las palabras de doña Antonia, era cierto, ¿por qué dudo que es Camila?, es el clon de Sofía. 

-¿Estás lista?- me puse de pie al escuchar la voz de Anahí retumbar con eco en la sala de espera.

-Mi amor- me acerco a ella y le doy un corto beso en los labios.

-Sí, estoy más que lista para que terminemos de comprobar que esa niña es Camila- dijo la mujer que alguna vez fue mi suegra.

Estábamos en una clínica que se dedicaba a hacer pruebas de ADN. Estábamos todos reunidos en este lugar, María, Rodrigo, Tate, Will, Anahí, hasta Christian estaba presente, sin dejar de mencionar a doña Antonia, y don Jeremías, padres de Sofía.

Esta clínica se especializaba en dar resultados rápidos y efectivos. El día que estuvimos en el orfanato, Any y yo platicamos con Agustina tratando de ser lo más sensibles y a la vez directas con la niña sobre lo que estaba pasando. Ella ya era una niña grande y entendía todo lo que Anahí y yo intentábamos decirle, se enojó, lloró, y gritó para por último darnos un abrazo a ambas. 

Anahí, estaba esperándonos afuera de la habitación en dónde realizan las pruebas, con los demás. Yo estaba sentada en una silla metálica observando todo el procedimiento.

Tenía los ojos irritados de tanto llorar, esto emocionalmente estaba siendo una prueba muy fuerte para mi.

Doña Antonia, estaba sentada en una camilla, y a su lado estaba Agustina agarrando la mano de esta. 

-Vamos hacer el procedimiento- dice la voz del joven hombre que vestía una bata blanca- Será muy rápido, lo prometo- le dijo a la niña ya que se le notaba el susto en los ojos- Extiende tú bracito- le dice con una sonrisa- No dolerá nada- y tras esta promesa él prosiguió a tomar la muestra de sangre del brazo de Agustina. Puso la prueba a un lado y buscó la otra jeringa con la que extrajo la sangre de Antonia- Eso fue todo.

¿Cuánto tiempo había pasado desde ese momento?, no lo sé, tenemos horas esperando y nada. No dicen nada, no saben nada.

-Estoy comenzando a desesperarme- le digo a Anahí, que por alguna extraña razón estaba completamente en silencio y con una mano en el pecho- ¿Any?... ¿estás bien?.

-Estoy angustiada- me dice mirándome a los ojos- Tengo miedo yo, realmente quiero llevarme a esa niña a casa.

Estaba a punto de darle una respuesta justo en el momento que una chica con uniforme rosado llegó a nosotras.

-Traigo los resultados de las pruebas- dice la chica elevando el sobre en sus manos- ¿Dulce María Espinosa?.

-Soy yo- sonreí y me acerqué a ella.

-Ábrelo, y mucha suerte.

Tomó el sobre en mis manos, y leo la información tres veces sin poder creer lo que estoy leyendo.

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