Blind Mind

XVIII

Bajé las escaleras lentamente, como si prolongar el tiempo pudiera detener lo inevitable.

Podría estar ganando tiempo, pero no me iba a engañar pensando que la boda se detendría.

Sabía que eso no era posible.

Algún hada madrina no iba a aparecer y detener esta boda.

En secreto esperaba que el lugar se incendiara o que apareciera un gran agujero en los pantalones del novio que no se podría arreglar en un mes o dos.

La suerte en mi caso solía ser inexistente.

Había vivido con hechos y tragedias que seguían acumulándose a lo largo de mi vida.

Esto no era mejor.

Sentí mucha pena por Lauren.

Le había prometido que estaría con ella, pero si iba a casarme con Donovan, no se me permitiría pasar tiempo con Lauren tanto como estaba acostumbrada. No iba a ser su niñera, sino la esposa de Donovan , y esa era una gran tragedia en sí misma.

¿Por qué me había elegido?

Ni siquiera pertenecía a una familia rica como la de ellos; por el contrario, mi familia podría ser considerada muy pobre.

Si robaba una cuchara de la cocina de los Jauregui, probablemente me haría rica y me duraría un año, así que ¿por qué Donovan se casaría con alguien tan por debajo de él?

A menos que tuviera un motivo.

¿Lujuria?

¿Pensaba que casarse conmigo le daría la autoridad para llevarme a su cama?

¿O estaba leyendo demasiado?

Tal vez se enteró de mi breve aventura con Lauren, bueno, si pudieras llamar a eso una aventura: andar a hurtadillas por la casa e intercambiar algunos besos apasionados.

Un sirviente podría haber visto algo y cotillear o Taylor notificó a Donovan, así que decidió casarse conmigo para darme una lección.

Eso podría ser.

No había otra explicación para ello.

Ninguna en absoluto.

Se casaba conmigo para poner fin a mis reuniones secretas con Lauren y pensó que era la única forma de hacerlo.

Bueno, pensó mal.

Incluso si me casara con Donovan hoy, haría lo que quisiera.

Mi mente se estaba volviendo loca cuando llegué al patio, y traté con todas mis fuerzas de no pensar en el futuro y vivir en el presente porque así es como iba a poder superar esto, un paso a la vez, cruzando un obstáculo tras otro.

Me di cuenta de lo hermoso que era el arreglo.

El arco estaba decorado con flores.

El sol ya se estaba poniendo, dejando una tonalidad amarilla y roja sobre las montañas, las sombras se mezclaban perfectamente con los árboles verdes que flanqueaban las áreas, era como una hermosa pintura que estaba a punto de resultar grotesca por los acontecimientos actuales.

Sillas de lujo estaban alineadas en el costado donde algunas personas que no reconocí estaban sentadas con una expresión curiosa en sus rostros. Supuse que eran parientes o amigos lejanos de la familia.

Era bastante obvio que la ceremonia era privada y solo unos pocos fueron invitados.

Su abuelo, Hugh, estaba sentado justo en la parte delantera y me miraba con indiferencia con sus ojos vidriosos. Apenas creo que me reconoció o, mejor aún, sabía quién era yo.
Dayana se sentó a su lado, luciendo elegante y apropiada, vestida con un hermoso vestido beige, su cabello en rizos ondulados.
La novia de Chris, Madison, también estaba allí y sus ojos solo estaban reservados para Chris, y seguía mirándolo coquetamente.