Parte 3 Carnalidad

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La orgía en el gran comedor se llevaba a cabo, gemidos, jadeos necesitados y gruñidos sonaban frenéticos. Harry no podía apartar la mirada del rey follando con brutal fuerza a Blaise que se ofrecía satisfecho, estaba excitado.

Al levantar la mirada Lucius Malfoy notó la lujuria y deseo en los ojos de Harry, eran tan evidentes como el azul del cielo.

Blaise miraba con hambre al joven rey mientras era empalmado, entonces Lucius lo atrajo para un beso posesivo mientras este veía de forma cómplice a Harry siendo chupado por dos personas.

El rey Lucius le hizo la seña con un dedo para que este se acercara, Harry movió las cabezas de sus complacientes compañeros y se levantó para dirigirse hasta donde el rey le llamaba, mostrando una imponente erección que apuntaba al techo.

—Quiero compartir contigo a mi hermoso Blaise —la mano ruda del rey azotó al muchacho en una de sus carnosas y oliváceas nalgas, este gimió sensualmente.

Harry complacido tocó la otra nalga voluptuosa mientras sentía la cadera de Blaise moverse adelante y atrás.

—Blaise, muestra al rey lo suave que es tu boca.

Blaise miró de forma salvaje a Harry, mientras este sonreía morbosamente acercándose hasta estar frente al joven amante de Lucius, untando su dura polla en aquellos suaves y hambrientos labios que abiertos parecían exigir ser invadidos mientras la mirada vidriosa y dilatada observaba con descaro interés a Harry y sobre todo a su miembro.

La hábil lengua de Blaise se paseó por aquella dura carne, Harry y Lucius se miraban como midiéndose.

—Es todo lo que tendrás y será la única vez, señor de los dragones.

Lucius empujó con más fuerza mientras que Blaise lamía de arriba abajo, sosteniéndose de las fuertes caderas de Harry.

—Esto es todo lo que necesito por ahora.

Los dos hombres se miraban con cierta rabia, pero eran nublados por el placer que un solo cuerpo les proporcionaba.

Blaise estaba totalmente entregado al placer de tener esos dos bellos hombres para sí. Empujando, masajeando, jadeando como animales hasta que los dos explotaron en el cuerpo de Blaise que, en una imagen pornográfica, era bañado en semen por los dos reyes.

Harry servido metió su miembro medio duro en sus pantalones, Lucius lo imitó, dando un beso en el terso cuello de su amante.

—Lávate y enciérrate, yo iré a ti más tarde.

Confundido por el cansancio el amante del rey obedeció. Harry observó toda la escena, con la mirada en el salón no encontró a Ron ni a al príncipe Draco.

—Acompáñame Potter, necesitamos hablar.

Harry se acomodó bien sus calzas y amarró su cinto con la espada siguiendo al rey, y de esa forma dejando el caliente salón.

El cuarto privado del rey era amplio, en sus paredes se mostraban mapas, retratos ancestrales y el escudo de armas de Lucius.

—Siéntate Potter —el rey señaló la cómoda silla frente a un pequeño trono.

Harry obedeció, su cuerpo relajado, como quien se reúne a platicar con un amigo, pero sus sentidos estaban alertas.

—¿Has pensado ya la fecha para desposar a Draco?

Harry sonrió.

—¿Qué si te digo que no es a tu hijo al que quiero?

Lucius miró de forma penetrante a Harry.

DRACO, DESCENDIENTE DE LAS HADASWhere stories live. Discover now