Parte 6 Guerra

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Las tropas estaban reunidas, Severus Snape no entendía por qué su rey le había reunido en la plaza del reino.

—Mis queridos soldados, gente leal al reino de Slyther, me he enterado de una traición a manos de mi hijo Draco Malfoy Black.

Los murmullos sorprendidos rápidamente inundaron la reunión, el rey levantó las dos manos para callar a la multitud.

—Somos un pueblo pacífico y limpio de canales de magia —el silencio en la plaza ahora era brutal—, pero el príncipe Draco Malfoy es un canal de magia, desconozco la magnitud de su poder. Les ordeno que preparen sus caballos, sus lanzas, sus armas, iremos tras el traidor que ocultó esa habilidad mientras vivía felizmente en nuestro reino. Cuando ubiquemos las tropas de Potter yo personalmente iré por Draco y aquí delante de todos y en esta plaza, será condenado a muerte como lo fue su madre.

Ahora los murmullos fueron confusos, pues todos sabían de los malos tratos del rey para con su hijo, todos vieron al príncipe ganar legítimamente su libertad, triunfo que el rey se negó a reconocer.

—El príncipe ganó su libertad de forma legítima, mi señor —Severus miró desafiante a su rey.

—No permitiré cuestionamientos y tampoco permitiré asociaciones con el traidor, así que, si alguien está a favor del enemigo, también será condenado a muerte.

Severus soltó la espada y dio un paso al frente, de alguna extraña forma estaba en paz y no sentía miedo.

Lucius lo miró con odio.

—Tú, tantos años a mi servicio, ¿y así me pagas?

Severus no bajó la mirada.

—Cuando me hizo caballero juré servir lealmente a una causa justa, a un rey justo, pero usted es una blasfemia con corona pues exterminó a los canales de magia, a los jinetes enlazados con los dragones, usted adulteró la nobleza de una corona y corrompió a hombres buenos. Los hizo temer y los hizo ciegos a su inmundicia, prefiero morir a seguir deshonrando a mi armadura y mi espada.

Lucius sonrió cruel, desenvainó la espada y miró a la multitud.

—Esto es lo que tengo para todo aquel que se rebele.

La filosa hoja cercenó la cabeza del general Severus Snape desde el cuello con un limpio tajo, la sangre salpicó los pies del rey mientras cientos de soldados miraban asustados...

Un momento de desconcierto antes de que la guerra iniciara.

[...]

El ataque fue sorpresivo pero todos hábiles soldados de forma rápida tomaron sus armas, sus cotas de mallas, cascos y escudos. Harry tomó a Draco, quien aún estaba debilitado.

—¡Nos atacan! —gritó Harry mientras se colocaba la cota de malla, amarró su espada y puso el casco en su cabeza.

Draco se vistió de igual manera, aunque su cuerpo se sentía débil agradecía haber comido algo, rápido las tropas se formaron.

Harry vio a Ron dar instrucciones a algunos soldados para proteger a los rehenes, los rostros de aquellos chiquillos delataban su terror y su falta de comprensión ante lo que sucedía, los dragones fueron soltados y Harry ordenó que preparen su montura para volar a Norberto. Draco montó a Polemistis su caballo y galopó junto a Harry.

El joven príncipe era la epítome de un caballero de brillante armadura, gallardo y seguro. La visera del casco estaba levantada, así que Harry vio la determinación en los ojos de Draco.

—Montaré a Norberto —la firme mano de Harry acariciaba el puntiagudo hocico del dragón de oro.

Draco sintió la confusión de los dragones, sabían que se avecinaba peligro, pero también estaban ansiosos por algo más.

DRACO, DESCENDIENTE DE LAS HADASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora