Capítulo 15

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Morgana queda impactada durante unos instantes, en los cuales Christopher continúa con confusión ante la actitud de esta. Mientras ella continúa en silencio este piensa que quizá ha sido un error decirle su profesión verdadera porque no la conoce lo suficiente como para confiar en ella, pero por una extraña razón confía plenamente en ella.



Christopher: Perdón, sé que puede ser algo impactante, pero te juro que no te haré nada si eso es lo que te pone así. —ella continúa sin reaccionar, cosa que realmente preocupa a Christopher. —¿Estás bien? ¡Te juro que no quise asustarte! —finalmente esta exhala y de inmediato se pone de pie, va hacia la puerta y contrario a lo que Christopher imagina, ella se asoma sutilmente tras la tela que funge como puerta y de inmediato regresa frente a él.

Morgana: ¿Por qué?

Christopher: ¿A qué te refieres con, por qué? —sin comprender.

Morgana: ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué me lo dices? —su actitud era un tanto exasperada, pero Christopher comprendía porque quizá ella y todas las chicas tenían miedo de la policía o cualquier persona que estuviera envuelta con algo que tuviera que ver con la ley.

Christopher: ¿No se supone que tenemos confianza? —pregunta casi para sí mismo.

Morgana: No, nosotros no podemos tenernos confianza. Tú ni siquiera me conoces, no puedes confiar en mí.

Christopher: Pero es que, si te tengo confianza, de verdad. Me has demostrado ser una gran persona y quiero confiarte lo que soy en realidad. —ella se queda sin saber que decir, simplemente comienza a caminar de lado a lado lentamente.

Morgana: Tú no puedes estar aquí, lo mejor es que te vayas. —él la mira sin comprender ese cambio tan drástico.

Christopher: ¿Por qué? Soy tu cliente, no puedes decirme cuando irme.

Morgana: ¿A caso no te das cuenta del peligro que corres si se dan cuenta quién eres y a que te dedicas? —esto lo dice casi en un susurro y totalmente aterrada. Realmente le preocupaba ese hombre, aunque no lo conocía a profundidad sabía que era un buen hombre y no se merecía que lo descubrieran. —Todo esto está dirigido por un mafioso muy peligroso, no tiene escrúpulos ni corazón. De verdad, puedes morirte si te descubren y no quiero que eso te suceda.



Christopher no comprendía porque la preocupación de la chica, pero estaba agradecido porque sabía que ella no era mala y estaba seguro que no lo traicionaría. Aún así, no quería ponerla en peligro, bastante infierno era tener que vivir en ese lugar y dedicarse a la profesión más antigua de la vida.



Christopher: No va a suceder nada, te lo puedo asegurar. —quería darle la confianza que le faltaba. —Si tuviera dudas de mi seguridad no estaría aquí.

Morgana: ¡Pero puedes ponernos en peligro! —Christopher se puso de pie, se dirigió hacia ella, la tomó de las manos e hizo que se sentara en la cama, justo donde él había estado sentado segundos antes. Este se sentó sobre la silla que ella había ocupado y la miró a los ojos sin soltar sus manos.

Christopher: Quiero que respires, inhala y exhala. —ella obedece y parece tranquilizarse. —Entiendo tu miedo, sé que puede ser horrible tener esta vida, pero yo estoy aquí para ayudarte. No voy a dejar que nada te suceda y si tienen que matarme para que tu estés bien lo haré, van a pasar primero sobre mi cadáver antes de que te suceda algo a ti.

Morgana: Es que no entiendes, ellos son personas muy malas, pueden matarte. Inclusive pueden investigar a tu familia, hacerles daño y no debes arriesgarlos solo por una prostituta como yo. Sus vidas valen más. —este coloca uno de sus dedos sobre los labios de la chica.

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