Capítulo 26

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Sin importar lo que suceda, la vida tiene que seguir su curso y eso es exactamente lo que sucede. Los días comienzan a transcurrir, días que poco a poco se vuelven en semanas. Durante ese tiempo Jaime ha tenido que regresar a Tampa, tiene una vida y responsabilidades que no puede evadir más. Antes de su partida siguió ayudando a Christopher con María, él se encargaba de llevar víveres al loft y hacerle compañía cuando Christopher trabajaba. En líneas generales su relación se había vuelto buena, con confianza y hasta cierto punto ya se miraban como amigos. Este le había mostrado algunos shows de televisión que podrían interesarle a la chica, cosa que logró para que su entretenimiento se ampliara una vez se quedara sin su compañía. El día de su partida Christopher había tenido que dejar a María sola en el loft, eso solo fue durante dos horas, solo en lo que el vuelo de Jaime salía. Tiempo en el cual se sentaron en una cafetería a hablar.



Jaime: Recuerda que si llegas a necesitar ayuda puedes recurrir a mí. —Christopher agradecía todo la ayuda que su hermano de otra madre le estaba otorgando. Sabía que sin Jaime no hubiera logrado nada con respecto a María. —¿Ya te contó sobre su familia?

Christopher: Aún no, las terapias van bien. La psicóloga me da los informes por llamada sin que ella lo sepa. Dice que tiene un hueco y trauma emocional que tiene que sanar y tratar, pero que no puede hacerlo hasta que ella cuente todo porque ni siquiera a la doctora se lo ha querido decir. Lo importante es que sus análisis médicos salieron bien, solo tiene que tomar vitaminas unos meses porque tiene déficit de calcio y esas cosas.

Jaime: Ya no te pregunté porque siempre estábamos con ella... ¿Los análisis de VIH y enfermedades venéreas, qué tal?

Christopher: Afortunadamente todo salió bien, solo tenía una leve infección vaginal por no tener los recursos para una higiene decente. Le dieron tratamiento y al parecer todo va por buen camino, lo sé porque el médico me llamó, al parecer a ella le da pena decirme esas cosas.

Jaime: Que bueno que no fue algo más grave.

Christopher: Ella siempre me dijo que se cuidaba mucho porque no quería embarazarse ni que le pegaran una de esas enfermedades de porquería. —eso lo decía con asco por saber el tipo de hombres que van a ese tipo de lugares donde la tenían. —Una vez mencionó que a las que tenían hijos se los quitaban, ella tenía miedo de tener un hijo y que se lo quitaran, pero peor tener un hijo de alguien que ella no conociera. 

Jaime: Me puedo imaginar todos los miedos que tenía ahí dentro. ¿Cómo la has notado? ¿Crees que esté más cómoda?

Christopher: Cualquiera estaría más cómodo encerrado en un loft perdiendo el tiempo en cualquier cosa a ser obligado a tener sexo con un montón de desconocidos. —cualquier cosa lo hacía rabiar solo recordar ese lugar y los actos que María hacía de manera obligada.

Jaime: Ya, tranquilízate. Lo importante es que ya está fuera de ese lugar. —Christopher hace caso a su amigo y solo respira. —¿Seguirás quedándote con ella?

Christopher: Lo haré al menos en lo que regresa mi abuela y mi padre. Ahí sí tendré que dejarla sola para no levantar sospechas respecto a mi paradero nocturno.

Jaime: En caso de que necesites ocultarla puedes enviarla a Tampa conmigo, ahí no creo que nadie sospeche. ¿Ya tienes su documentación?

Christopher: Sí, ya tengo su identificación y su pasaporte.

Jaime: ¿Y no encontraste información? ¿Si su familia está buscándola o algo similar?

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