Capítulo 13

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Christopher decidió tomar las cosas ligeramente y se relajó. Aunque en realidad estaba un poco ansioso ya que suponía la situación con Morgana sería igual de incomoda que la noche anterior, prefirió no pensar en eso y simplemente actuó con normalidad. Bebió mientras charlaba un poco con el Chivo y esperaba que le dijeran que Morgana estaba lista. Mientras esperaba le tocó presenciar uno de los shows de la noche, se sorprendió al ver que los hombres esa noche se comportaban civilizadamente y no se acercaran a las mujeres; no era que la noche anterior se hubieran comportado como lobos salvajes, pero había unos cuantos que tuvieron que ser interceptados por la seguridad. Christopher no sabía si esto sucedía por el tipo de hombres que parecían más educados que los de la noche anterior, pero dentro de su ser le dio paz que tanto Morgana como las otras chicas estuvieran seguras mientras realizaban su espectáculo.






Chivo: Oye... —dice para llamar la atención de Christopher, cosa que logra. —Te esperan. —Christopher de inmediato paga lo que ha consumido debido a que no pretende regresar a la barra una vez salga de su encuentro con Morgana.





Nuevamente se ve guiado por un hombre de seguridad que va vestido formalmente. En esta ocasión no lo guían por el mismo rumbo, debido a que en lugar de ir a las habitaciones del fondo lo conducen por el pasillo principal. El hombre se detiene sobre ese pasillo y abre la cortina para que Christopher entre, él lo hace y el hombre sólo le indica que espere, asiente y finalmente se va. A Christopher le toca esperar unos cuantos minutos hasta que ella aparece de nuevo, en esta ocasión luce completamente distinta ya que lleva el cabello oscuro con las puntas color turquesa. Su vestimenta muestra unos jeans altos ceñidos, un top corto que apenas tiene unos tirantes delicados y que termina justo debajo de sus pechos y lleva unos zapatos altos tejidos que combinaban a la perfección con su top color verde agua. Su maquillaje sigue siendo un tanto cargado, pero en esa ocasión sus labios color rosa fucsia son los protagonistas mientras sus ojos siguen rodeados por el delineado oscuro.





Morgana: ¿Usted? ¿De nuevo? —realmente está sorprendida que el hombre con el cual estuvo en silencio por una hora y media la noche anterior hubiera vuelto.


Christopher: ¡Hola! —dice cínicamente ya que sabe que al parecer a ella no le agrada.


Morgana: ¿Viene a algo o solo a observarme? —continúa de pie frente a la puerta de la habitación manteniendo una distancia prudente de Christopher que también permanece de pie.


Christopher: Creo que debes conformarte con saber que te pagaré, ¿o me equivoco? —Morgana sabe que eso es verdad porque lo más importante para ella es generar ingresos, aunque al hombre que tuviera enfrente tuviera que complacerlo de una manera distinta.


Morgana: Supongo que si... —sin mas se dirige a la cama y se sienta como la noche anterior. Al hacerlo pasa al lado de Christopher, el cual solo sonríe al ver su actitud. Este toma una de las sillas y vuelve a colocarse frente a ella, la cual solo mira hacia el techo de la habitación.


Christopher: ¿Cómo estás? —ella lo mira casi de inmediato con una cara de incredulidad ante esa pregunta.


Morgana: No sé qué consigues con esa pregunta tan estúpida.


Christopher: Solo quiero saber cómo estás, ¿a caso nunca te han hecho esa pregunta? —menciona esto ya que la noche anterior ella también había actuado extraña al mencionarle la misma pregunta. —Quiero saber que tal ha ido tu día, si estás feliz, triste, enojada. No sé, solo lo que implica la pregunta.


Morgana: Es broma, ¿verdad? —continúa atónita ante la actitud y las preguntas del hombre.


Christopher: ¿A caso me estoy riendo? —su seriedad le confirma a la chica que sus preguntas son cien por ciento reales.


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