Él es mi vecino (Lando Norris)

Capítulo 105

Llegué al hotel, los chicos me dijeron que esperara en el hall que ellos tuvieron que para para comprar algunas cosas, me senté en el sofá del hall ya que si subía a la habitación no volvería a bajar.

- Hola Dalia - dijo sentándose Lance a mi Lado  y yo apoyé mi cabeza en su hombro.

- Cada vez me caes mejor eh, así que no la cagues - dije.

- Eso de no cagarla... no a conmigo - dijo Lance y me levanté para mirarlo.

- Eres mucho Lance - dije y negué con la cabeza.

- Soy así de especial - dijo Lance y empezó a reírse.

- Ya veo ya -dije y me abrazó.

- No pienses  nada raro, pero me encanta tener a una amiga como tu - dijo Lance.

- Va a sonar raro, ¿pero nunca has tenido amigos? - dije.

- ¿Raro? Más bien cruel - dijo Lance y me separé.

- Perdón, no era mi intensión - dije y lo abracé.

- Bueno, te dejo que viene llegando tu equipo y no quiero que piensen mal si te ven conmigo - dijo Lance.

- Adiós Lance - dije y se marchó.

Me levanté y me fui directa a donde estaba mi equipo.

- Llegaste antes que nosotros - dijo Jon cuando me vio.

- Sólo tengo ganas de dormir - dije y me abrazó.

- Oye, gracias por los productos españoles que me llegaron a casa - dijo Jon.

- Fue la secretaria de mi madre, que le dije que te mandara eso para que probaras los buenos productos españoles - dije y me reí.

- Pues que buena la secretaria también por molestarse - dijo Jon.

- Oye, ¿sabes algo de Lando? - pregunté de camino al buffet.

- Justo te iba a preguntar lo mismo - dijo Jon.

- No lo veo desde que nos hicimos la foto - dije.

-Él me dijo que tenía que hacer algo pero no lo entendí mucho - dijo Jon.

- Bueno, no pasa nada. Vamos a comer anda - dije.

Tras terminar de cenar nos fuimos a una sala que nos habían habilitado para poder jugar a las partidas que quería José.

- Tía que buena eres - dijo José cuando me levantaba para irme a la habitación.

- Mi padre juega mucho al póker y bueno, se me da un poquito - dije y sonreí.

- Ah, entonces ya entiendo porque sabes jugar tan bien - dijo José.

- Tampoco juego tan bien - dije -. Bueno, me voy ya.

- Adiós Dalia - dijeron el grupo que estaba jugando.

Le volví a mandar un  mensaje de Lando pero seguía sin ninguna respuesta. Me fui directa al ascensor para ir a mi habitación.

- ¿Todo bien? - preguntó Max cuando cogía el ascensor.

- Sí, solo estoy cansada - dije mientras guardaba el móvil en el bolsillo.

- ¿Tan tarde por aquí? - preguntó.

- Haciendo cosas con el equipo - dije -. ¿Y tú?

- Pues, hemos estados de relax en el circuito y acabamos de llegar.

- Me alegro, después de este fin de semana - dije.

- Toma, me he acordado de ti - dijo Max abriendo la maleta.

- Oh dios mío Max, gracias - dije cuando me dio una caja llena de chocolate belgas.

- No sé si te gusta el chocolate - dijo Max.

- Me encanta. El chocolate me apasiona - dije y le di un abrazo.

- No me esperaba para nada este regalo - dije cuando nos vamos en la planta, justo nos tocó en la misma.

- Quería tener un pequeño detalle contigo después de todo lo que hemos pasado - dijo Max.

- Me encanta enserio - dije y lo volví a abrazar.

- ¿Qué tal el día - dijo y se apoyó en la pared.

- Muy agotador, este fin de semana me ha afectado más de lo normal - dije y lo miré.

- Bueno, es tu primer año, a mi me pasaba también - dijo Max.

- Lo importante es seguir - dije.

- Oye, ¿y Lando? - preguntó Max.

- No tengo ni idea - dije y levanté los hombros.

- Seguro que está haciendo de las suyas - dijo Max.