Él es mi vecino (Lando Norris)

Capítulo 114

Entré en el hotel y me encontré con alguno de los mecánicos del equipo.

- Dalia, están todos en la piscina - dijeron cuando me vieron.

- Gracias chicos - dije y caminé hasta la piscina.

- Que ganas de hacer deporte desde temprano - dijo uno de los mecánicos.

- Hay que aprovechar los días soleados - dije y caminé hacia la piscina donde vi a mi primo hablando con Jon en una mesita.

- Hola Dalia - dijo Jon al verme.

- Primita - dijo Carlos y me senté a su lado.

- Hola chicos, ¿qué tal estáis? - dije dejé las cosas encima de la mesa.

- Disfrutando un poco de calorcito antes de ir a comer - dijo Carlos.

- ¿Y Lando? - pregunté.

- Disfrutando del sol como nadie - dijo Jon y cuando lo miramos estaba haciendo el tonto mientras nos miraba.

- Anda Lando, esas gafas - dije mientras que lo miraba desde abajo.

- Ya bajo - dijo Lando cogiendo la toalla y bajando hacia donde estaba nosotros.

- ¿Has ido a hacer deporte? - preguntó Jon.

- Sí, he salido a caminar un rato, tenía ganas de dar una vuelta por ahí y también he ido a desayunar. Necesitaba estar un rato sola - dije.

- Ah bueno, eso es genial - dijo Jon.

- Buenos días pequeña - dijo Lando sentándose a mi lado y me dio un beso.

- Hola Landito - y le di un abrazo.

Seguimos hablando mientras que pasábamos el día, comimos mientras admirábamos las vistas que teníamos desde el hotel.

- ¿Qué vas a hacer ahora? - preguntó Lando cuando nos retiraban los platos de la comida.

- Creo que voy a trabajar un poco para así adelantar todo el trabajo que tenemos de la pasada carrera - dije mirando a Lando.

- ¿Qué pasa? - preguntó Lando cuando no paraba de mirarle porque estaba cogiendo sol sin camisa.

- La verdad es que te cuidas bastante bien eh - dije y Lando sonrió. Amaba su sonrisa y a veces ponía alguna muecas que me mataba.

- Lo intento - dijo Lando acercándose a mi oído.

- Lando, no empieces porque siempre pasa lo mismo - dije.

- Perdón, en realidad empezastes tú eh - dijo Lando separandose de mi pero me seguía mirando muy antento a todo lo que hacía.

- Es que hijo mío, tus padres te hicieron muy bien como para estar desperdiciando - dije y empezamos a reírnos.

- Recuerda que tenemos que ir a casa de mis padres - dijo Lando.

- ¿Ya se lo has confirmado? - pregunté.

- Sí, nos esperan la próxima semana, mis hermanas también estarán - dijo Lando.

- La verdad es que estoy nerviosa - dije y miré a Lando.

- ¿Por qué? - preguntó Lando.

- No sé,  es que conocer a los padres del chico con el que mantengo una relación muy estrecha como que me pone un poco nerviosa - dije y Lando comenzó a reírse.

- Tranquila, que lo que ha pasado entre nosotros ellos no lo saben - dijo Lando.

- Ah, pues menos mal que no lo saben porque entonces sí que me iba a poner nerviosa - dije.

- Quien si lo sabe es Jon - dijo Lando y yo me quedé un poco pálida.

- ¿Perdón? - pregunté.

- Sí, sí lo que escuchas - dijo Lando y yo me quedé sorprendida.

- Pero Lando, ¿cómo se te ocurre? - pregunté.

- Fue sin querer, estabamos hablando y me preguntó y sin pensarlo le empecé a contar. Pero no te preocupes él no te va a decir nada de lo que hemos hecho - dijo Lando.

- No es lo que hemos hecho o dejemos de hacer, es por el simple hecho de que lo sepa - dije y lo miré.

- Pero no pasa nada, tenemos una gran amistad Jon y yo, es como mi hermano mayor y a veces tengo que pedirle consejos - dijo Lando.

- Ay Lando, algún día me va a dar un infarto con todas las cosas que se te pasan por la cabeza - dije y cuando lo miré no paraba de reírse.

- Bueno, tranquila, nadie más lo va a saber - dijo Lando.

- Y menos mal, porque si no... a ver que más le contaría - dije.

- Tranquila, que las intimidades y lo que hacemos me lo guardo - dijo Lando.

- Anda Landito, ¿qué hago contigo? - pregunté.

- Sólo quererme un poco - dijo Lando y me abrazó y acariciaba su dulce piel.

- Eso ya lo hago - dije y le di un beso en la mejilla por miedo a que alguien nos viese.