Él es mi vecino (Lando Norris)

Capítulo 93

Los chicos se habían marchado y a mi me toco martes y miércoles en la fábrica, me iba a las 6 de la mañana y llegaba casi a las 12 de la noche así que la verdad apenas pude ver a Lando antes de irnos al gran premio de casa, dos días sin saber nada de él.

- HOLA - gritó Lando a las 12 de la noche entrando en casa cuando preparaba la maleta para el fin de semana.

- Hola Lan - dije y lo abracé.

- ¿Estás bien? - preguntó mientras que me apretaba más entre sus brazos.

- Sí , sólo un poco agobiada pero todo bien - dije y lo miré.

- ¿Segura? ¿Algo más? - preguntó y lo notaba preocupado.

- No, la verdad es que por lo demás bien - dije y le di un beso en la mejilla porque no sabía si él quería que lo besara, pero me cogió con las manos y me besó.

- ¿Van a ir tus padres a verte? - preguntó mientras que me ayudaba a doblar las camisas

- No tengo ni idea, pero creo que no. No he hablado con ellos últimamente, ni con mi hermano así que bueno... lo que tiene cuando tus padres están muy liados - dije mientras cogía las zapatillas de deporte para el finde -, pero me siguen mandando dinero por lo menos no se han olvidado de mí.

- ¿Cómo era todo antes de que te mudaras? - preguntó Lando mientras que me organizaba el neceser.

- Pues iba de casa al insti con un hombre que trabaja en nuestra casa, cuando salía del insti iba a casa, comía e iba a piano y a ballet, llegaba estudiaba, cenaba a y mi acostaba y no veía a mis padres hasta el fin de semana y con suerte de que tuvieran libre y si no pues tenía que ir de viajes con ellos y mientras que ellos trabajaban iba con mi "niñera" y paseábamos por allí eso es lo único bueno de todo - dije y sonreí.

- ¿Y por qué decidisteis venir aquí? ¿Una forma de huir? - preguntó.

- Se podría decir que sí, la verdad es que sabía que cuando estuviera en la universidad iba a hacer de otra manera pero la verdad es que aprovechando que mis padres tienen dinero puse matrícula en todas las universidades que quise y me cogieron en casi todas pero no quería irme muy lejos de casa y además iba atener a Carlos cerca - dije.

- Aunque apenas os veis - dijo Lando -, o sea fuera de las carreras.

- Bueno sí, pero ya estoy acostumbrada a él, al fin y al cabo nos llevamos pero lo justo, ninguno nos metemos en la vida del otro - dije y miré a Lando.

- Me encanta cuando te abres conmigo y me cuentas tus cosas, se que es muy raro porque al fin y al cabo nos llevamos desde hace tan solo unos meses pero si es verdad que te dejas conocer - dijo Lando.

- Quiero que me conozcas que no es lo mismo. Me acuerdo cuando te decía que era imposible que me dejara conocer y mira te estoy contando lo que nunca pensaba contar a alguien - dije y metí más cosas en la maleta.

- ¿Por qué no te gusta contarlo? - preguntó Lando.

- Porque la gente pensará que es lo típico cuando tus padres se dedican a lo que se dedican pero yo es que cuando más los necesitaba no estaban - dije.

- ¿Y eso? ¿Qué te pasó? - preguntó Lando.

- Cuando mi hermano se marchó a Estados Unidos lo pasé muy mal porque era mi único apoyo, mi hermano y yo pasábamos horas hablando y haciendo miles de cosas pero cuando se fue lo pasé fatal porque era el único que me entendí y nunca me dejaba sola - dije.

- Creo, en mi opinión, que lo mejor que hiciste fue venir aquí. No sé cómo hubiera sido nuestra amistad si no hubiese sido por lo de los pases de tu primo pero creo que siendo vecinos nos hubiéramos llevado muy bien y además te digo una cosa, tenerte en el equipo y en mi vida es lo mejor que me ha pasado en muchísimo tiempo - dijo Lando.

Me acerqué a él para abrazarlo mientras que alguna lágrima me salía, pero la verdad es que tenía tanto estrés encima y esas palabras habían sido aquellas palabras que tanto necesitaba.

- Te quiero muchísimo - dije mientras que seguía abrazada a él.

- Yo también te quiero muchísimo - dijo Lando.