Él es mi vecino (Lando Norris)

Capítulo 198

Pasé por el comedor ha recoger algo de beber y me fui directa a la oficina para seguir trabajando.

- Hola prima - dijo Carlos.

- Felicidades por ese quinto puesto - dije.

- Muchas gracias prima - dijo Carlos y me dio un beso.

- ¿Qué tal Lance? - preguntó José. Debido que Lance había tenido un accidente durante la carrera.

- Bien, con el susto en el cuerpo eso sí - dije.

- Me imagino - dijo Will.

- Hola chicos - dijo Lando y se le cayó la lata del refresco.

- Ahora vas y la abres - dije y efectivamente la abrió.

- La inteligencia la pierde cuando sale del coche - dije y reí.

- Uy, estamos fuertes hoy - dijo José.

- Lo peor es que tiene razón - dijo Lando. 

- Como para no tenerla - dije y lo miré.

- Hola chicos - dijo entrando Andreas Seidl.

- Hola - dijimos todos.

Andreas comenzó a hablar del incidente y del peligro que sufrían los chicos cada vez que se subían al monoplaza. Realmente nunca nos damos cuenta, pero ellos son los que se juegan la vida.

- Lando - dije antes de que se marchara ya que algunos estaban saliendo.

- Dime - dijo acercándose a mí.

- ¿Cenamos juntos? - pregunté.

- Me encantaría - dijo Lando y abrió los brazos para abrazarnos.

- ¿Estás bien? - pregunté.

- Lo hablamos luego solos mejor - dijo Lando.

- Vale - dije

- Vamos tortolitos - dijo entrando José de nuevo a la oficina.

- Vamos - dijimos Lando y yo a la vez mientras que nos separábamos. 

- Sí, mejor - dije.

Salimos y fuimos directos a hacernos la foto como cada final de carrera. Era algo especial y a me encantaba ponerla en mi "despacho" en casa. 

- Otro fin de semana terminado - dijo José mientras que mirábamos a Lando.

- Otro fin de semana terminado sí - dije.

- Lo malo es que solo quedan dos - dijo José.

- ¿Para marcharme? - pregunté.

- Sí - dijo y me miró.

- Voy a echar de menos hablar español en el equipo durante seis meses - dije.

- Yo también eh - dijo José.

- Es increíble como hemos avanzado - dije.

- No pensaba que ibas a trabajar así de bien conmigo - dijo José.

- ¿Enserio? - pregunté con curiosidad.

- Cuando lo dijo Zak, pensé madre mía espero que por lo menos se adapte - dijo José y comencé a reír.

- ¿Y? - pregunté.

- No puedo estar más feliz de la gran compañera que tengo - dijo José.

- Siento lo mismo - dije y lo miré.

- Sé que queda mucho tiempo - dijo José mientras que no sentábamos en el muro.

- ¿Para qué? - pregunté.

- Para que te vayas, pero como estamos tranquilos prefiero hablar ahora. Sé que sólo son seis meses, pero es que realmente quiero que sepas que eres una persona muy trabajadora y sé que la oportunidad que te han dado es increíble porque Max es uno de los mejores pilotos que tenemos, junto a Lando claro, pero esto te puedo asegurar que te va a cambiar la vida y vas a mejorar muchísimo más - dijo José.  

- Eres un grandísimo profesor, lo van a flipar cuando vean lo que has hecho conmigo - dije y me apoyé sobre él.

- Vas a dejar mi legado demasiado alto - dijo José.

- Es lo menos que te mereces - dije.

- Siento molestar, pero esta chica y yo tenemos una cita - dijo Lando apareciendo.

- Yo solo la protegía para que nadie se la llevase - dijo José.

- Eso es verdad - dije y sonreí.

- ¿Nos vamos? - preguntó Lando.

- Sí - dije. Me bajé del muro, me despedí de José.

- Pero tengo que llevar mi coche - dije.

- No, lo lleva Jon - dijo Lando.

- Vale - dije.

Recogimos las cosas y nos fuimos directos al coche de Lando.

- ¿Vamos directos al hotel? - pregunté.

- Si quieres sí, si no buscamos algún sitio donde cenar - dijo Lando.

- Quiero estar los dos solos - dije.

- Pues mucho mejor - dijo Lando.

- ¿Seguro? - pregunté.

- Muy seguro - dijo Lando y puso su manos sobre la mía.

- ¿Estás bien? - pregunté.

- Ha sido muy duro, porque podemos ser cualquiera. Me quedé en shock cuando lo vi y no sabía como reaccionar de verdad - dijo Lando.

- A nosotros se nos pasa miles de cosas por la cabeza, pero no me imagino lo que se te puede pasar a ti - dije.

- Realmente, a veces no sé como soy capaz de subirme en el coche. Agradezco mucho la ayudo del psicólogo de verdad  - dijo Lando.

- ¿Sabes que me tienes para lo que sea? - pregunté a Lando.

- Sí, lo sé y no sé como agradecerte todo lo que haces por mi - dijo Lando.

- No tienes que agradecerme nada - dije.

Llegamos al hotel, Lando se sacó varias fotos con algunos seguidores que lo estaban esperando y luego subimos hasta mi habitación.

- Me voy a la ducha, pide la cena - dije mientras que entraba en el baño.

- Vale - dijo Lando mirando la carta. 

Entré al baño y tras quitarme la ropa me metí en la ducha mientras que cantaba las canciones de la playlist que había puesto. 

- Lando, ¿ya has pedido? - dije gritando mientras que me lavaba el pelo.

- No - dijo Lando, y cuando abrí los ojos estaba delante mío.

- Dios Lando que susto - dije y comenzó a reírse.

- Yo también me quiero duchar - dijo cogiéndome metiéndose debajo de la ducha conmigo.

- No hay ningún problema - dije mientras que le enjabonaba la espalda.

- Mucho mejor - dijo Lando.

- ¿Qué pasa? - pregunté.

- No sabes la suerte que tengo contigo -dijo Lando.

- Yo también te quiero - dije mientras que nos besábamos debajo del agua. Era un momento único y especial. Los dos solos sin que nadie nos molestase y poder disfrutar ambos sólos y de nuestros cuerpos juntos.