Capítulo 123

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 Había llegado el momento de que los chicos se marcharan de nuevo porque tenían carrera, la verdad es que me iba a costar separar de los chicos después de la semana que había estado con ellos. Aunque me costaba estar a veces a gusto por tener ver a Lando estar hablando tanto tiempo por teléfono pero desgraciadamente no podía hacer nada.

- Por dios necesito ir a esas carreras – dije mientras miraba como los chicos hacían las maletas.

- ¿Y por qué no llamas a Zak? Seguro que los chicos no dicen de que no vayas – dijo George.

- No Dalia, deberías tomar reposo, sólo llevas una semana fuera del hospital y debes recuperarte bien – dijo Alex.

- ¿Al final viene Mich? - pregunté.

- Sí, está de camino, pero creo que para la próxima semana no se pueda quedar completa – dijo George.

- Bueno, para la próxima espero que ya esté mejor y pueda valerme por mi misma aunque sea poder bañarme sola – dije y les sonreí.

- No quiero irme – dijo Marcus sentándose a mi lado y abrazándome.

- Yo tampoco quiero que se vayan – dije y se sentó Robert a mi lado y me apoyé en él mientras que daba la mano a Marcus,

- Bueno, después de la carrera intentaremos venir, aunque creo que me quedaré unos días por Rusia para ver a mi familia – dijo Robert.

- Es verdad, bueno tu disfrutas que tiempo para venir hay de sobra – dije.

- Vale, hay un gran problema. A Mich la acaban de llamar del equipo que tiene que volar a Rusia con nosotros – dijo George.

- Bueno, no pasa nada, me puedo quedar sola sin ningún problema. Me he preparado muy bien durante esta semana – dije.

- ¿Segura que estás bien? - preguntó Alex,

-Sí, tranquilo. Me puedo valer por mi sola – dije.

- ¿Segura? Si no buscamos a alguien que se pueda quedar contigo – dijo Marcus.

- Tranquilos, que voy a estar bien. Están mis antiguas jefes cerca así que no hay ningún problema – dije y les sonreí.

- Puedo decirle a mi hermana que se venga – dijo Alex.

- Alex, de verdad no te preocupes, voy a estar bien, no me va a pasar nada – dije.

- Jo, es que no quiero que te pase nada – dijo Alex.

-Tranquilo que no me va a pasar nada – dije.

- Al final le va a pasar algo por gafe – dijo George.

- Olvídense un poquito de mi anda, que al final me vais a coger manía – dije y me reí.

- Eso nunca – dijo Alex, se acercó a mi y me dio un beso en la cabeza.

- Nos tenemos que ir – dijo Marcus mirando su teléfono para mirar la hora.

- Jo, no quiero que se vayan – dije mientras me abrazaba a Marcus.

- Nos vemos pronto – dijo Alex dándome un abrazo.

- Te vendré a ver después de Rusia – dijo George.

- Eso espero – dije dándole un abrazo.

- Sí tranquila – dijo George mientras que cogía los bolsos para salir.

- Muchas gracias por acogernos en tu casa – dijo Robert mientras me abrazaba.

- Gracias a ti por cuidarme tanto – dije y lo abracé.

He de reconocer que había comenzado una amistad muy bonita con Robert porque había estado muy atento cada noche cuando me empezaba a doler la rodilla allí estaba él para ayudarme para que el dolor se calmaba.

- Espero que hables – dije y me reí.

- Pensaba que no querías – dijo Robert.

- ¿Por qué? - pregunté.

- No sé, a lo mejor no te caí bien – dijo Robert.

- Tranquilo, si me hubieses caído mal, ni si quieres te hubieras quedado en mi casa – dije y me encantaba su sonrisa.

- Bueno, pues tendremos nuestras largas conversaciones como hemos tenido nuestros días – dijo Robert.

- Lo malo es que no tienes las vistas de mi jardín – dije.

- Pues sí la verdad, aunque te tengo que enseñar mi casa – dijo Robert.

- Algún día - dije.

- No te quiero dejar sola – dijo Alex.

- No te preocupes Alex, no hay ningún problema.

- Bueno, ¿nos vamos? - preguntó George.

- Sí, vámonos – dijo Marcus.

Me volví a despedir de los chicos, iba a hacer duro porque tras una semana llena de líos con ellos y volver a estar vacía la casa es muy raro. Me fui directa a la sillón y me senté mientras que ponía alguna película.

Tras varias horas, después de ver la peli me puse a trabajar para ir adelantando el trabajo de los chis cuando escuché la puerta.

Él es mi vecino (Lando Norris)Where stories live. Discover now