Bonus track. La suerte de mi vida

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- Luna, ven, por favor – suplicó Luisita a su hija.

Llevaba diez minutos intentando que la niña se vistiera ante las protestas de la pequeña que no hacía más que preguntarle a su madre que por qué no podía ir con pijama a donde querían llevarla.

- ¿Te quieres estar quieta? – le repitió una vez consiguió retenerla entre sus brazos.

- Pero, cariño, ¿todavía estáis así? – Amelia asomó su cuerpo por la puerta de la habitación de la niña encontrándose aquella estampa. – A este paso no vais a llegar.

- ¿Y qué quieres que haga si no hay quién le ponga la camiseta?

- Es que no quiero – Luisita suspiró desesperada ante las protestas de su hija.

- Mira, desisto, toma – se levantó, le entregó la ropa a la morena y se marchó hacia la habitación de su hijo para ver si al menos Jorge ya estaba preparado para la ocasión.

Amelia se quedó mirando a Luna que, aprovechando que su madre lo había dejado ya por imposible, se había sentado en el suelo de la habitación para tirar todos los bloques de construcción y comenzar a jugar con ellos de nuevo.

- Luna – la de rizos se acercó lentamente a su hija y terminó sentada en el borde de la cama observando a la pequeña que dejó por un momento de prestar atención para hacerle caso a su madre. – ¿Por qué no quieres vestirte? – le preguntó acariciando su pelo con cariño.

- Es que quiero jugar.

- Ya, cariño, pero para mami y para mí hoy es un día muy especial y queremos que Jorge y tú estéis con nosotros – le dijo – y jugar vas a poder jugar todos los días.

- ¿Mami se ha enfadado conmigo? – preguntó poniendo su mejor cara de niña buena mientras se levantaba y, ayudada por su madre, se sentaba en su regazo.

- Claro que no, mi amor, pero está nerviosa, igual que yo – respondió acariciando su espalda. – ¿Me dejas que te ayude a vestirte y luego vas a darle un beso?

- Vale – asintió conforme – pero esa camiseta no.

- Pero si te la regaló la tita Benigna – dijo la morena sin entender nada.

- Ya, pero no me gusta, yo quiero esa – comentó señalando un jersey navideño, con Minnie Mouse en el centro, y que le había regalado Catalina en las últimas Navidades siguiendo así la tradición de los Gómez.

- Está bien, look navideño para Lunita – aceptó Amelia cogiendo el jersey del armario y ayudando a su hija a que se vistiera lo antes posible.

No pasaron ni cinco minutos cuando madre e hija aparecieron en el salón donde ya esperaban Luisita y Jorge sentados en uno de los sofás acompañados por Harvey, que reposaba tranquilamente en el regazo del niño y disfrutaba de sus caricas. Luna se soltó de la mano de su mamá y corrió hasta donde estaba la rubia para subirse como podía al sofá y dejar un beso en su mejilla que consiguió sacarle una sonrisa a Luisita y hacer que tirara de su cuerpecito contra sus piernas para comenzar una guerra de cosquillas a la que también se sumó su hermano.

- Cariño, me voy a ir yendo ya, ¿vale? – soltó Amelia una vez hubieron parado.

- Está bien – Luisita se levantó del sofá directa a abrazar a su mujer. – Nos vemos en media hora, dejo a los niños con mi hermana y voy para allá.

- No tardes mucho, por favor – la rubia negó justo antes de besar sus labios y quedarse por unos instantes con su frente apoyada a la de la morena sabiendo lo que aquello conseguía relajarla.

- Va a ir todo muy bien – intentó reconfortarla acariciando su mejilla. – Te quiero mucho.

- Y yo a ti – susurró antes de volver a besarla.

Cara B - [A Luimelia playlist]Where stories live. Discover now