Cara B - [A Luimelia playlist]

Pista 62. Good love don't die

Desde el primer momento buscaron hacer algo íntimo, con los invitados justos y una ceremonia en la que ellas también pudieran disfrutar, en la medida que sus nervios les permitieran, de ese día tan especial.

La popularidad de Amelia había aumentado bastante desde su participación en Amar eternamente pero, tras el boom inicial, la intensidad de los fans decayó ligeramente cuando abandonó la serie y comenzó nuevos trabajos. Aunque los más fieles seguían de cerca sus pasos y eran muy respetuosos con todo lo que no eran sus personajes y su trabajo, de vez en cuando aparecía alguno que no diferenciaba realidad de ficción y se lo hacía ver a través de sus redes sociales, por lo que las publicaciones personales se habían visto prácticamente reducidas a nada limitándose a colgar algún story tocando la guitarra o de lugares a donde había ido cuando ya no estaba allí, pero nada referente a su vida personal o a la boda porque, si cuando acudía a alguna premiere o evento siempre había grupos organizados de fans que iban a verla sin saber cómo se habían enterado, cualquier mínima referencia haría que empezaran a especular con el día, hora y lugar de la celebración, y lo último que quería en ese día es que su boda fuera la versión lésbica 2.0 de la de Lolita Flores.

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Amelia se despertó algo temprano con unos lametones y ligeras cosquillas en la cara pero no era Luisita quien estaba a su lado. La tarde anterior, después de haberla pasado juntas con María y Nacho, que acababan de llegar de Argentina para el evento, y el resto de sus hermanos, se tuvieron que despedir, obligadas por todos los miembros de la familia siguiendo la norma no escrita de dormir separadas y no verse hasta el momento de la boda.

- Tata, si tú no duermes con Amelia, ¿puedo dormir yo? Es para que no esté sola – dijo Catalina con pena.

- Mírala qué lista nos ha salido la canija – declaró María.

- Uy, no lo sabes bien Mery – pronunció Luisita entre dientes.

- Vamos, que como te descuides un poco te la quita – murmuró la hermana mayor.

- Y yo, ¿con quién duermo? – preguntó la rubia a la pequeña.

- Pues con María y Nacho o con Ciriaco – arregló Cata resuelta.

- No, si al final de mí no se acuerda nadie – bromeó Manolín.

- Que sí, hombre. ¿Quieres que duerma yo contigo? – intervino Nacho pasando su brazo por los hombros de Manolín. – Tú si quieres duermo contigo.

- Gracias Nacho, pero no. En realidad estoy bien así, gracias.

- Bueno chicas, hora de irse despidiendo – habló María provocando un puchero en Luisita y Amelia. – Que tenemos que pasar por el Asturiano a coger algo de cena, que mañana nos vamos de boda.

Después de algunos meses de nervios y preparativos para ese día que veían tan lejano en el calendario cuando pusieron fecha, por fin estaban a las puertas y aún no se terminaban de creer que hubiera llegado el momento en el que fueran a dar ese paso tan importante en sus vidas junto a la gente que más querían.

- De verdad que no sé por qué no nos dejan dormir juntas Amelia – se quejó la rubia dentro del abrazo con la morena.

- Venga cariño, sólo es una noche. Yo tampoco quiero pero...

- Jo, te voy a echar mucho de menos hasta que te vea mañana – dijo poniendo pucheros colocando sus manos en la cintura de la morena.

- Y yo a ti mi amor. Te quiero mucho – susurró Amelia mirándola profundamente a los ojos mientras dejaba una caricia en su mejilla.