Todo estaba preparado para la prueba del día siguiente. Había lavado las zapatillas, tenía las punteras guardadas, las uñas recién cortadas, mi leotardo de la suerte negro y medias sin agujeros. Guardé mi nueva falda de estrellas, a la espera de poder lucirla delante de los profesores. Debía entrenar y eso hice. Si practicas algo 50 veces, lo harás bien. Pero si practicas 100, es mejor. Esas eran las palabras de mi madre.
El ático era un lugar que parecía estar separado del resto de la casa, algunos días subía para una hora extra de danza. Las cajas con los trofeos de Mamá estaban en el fondo, la mayoría de las medallas y premios era de oro. En mi opinión, dejar una carrera tan prometedora para criarme fue algo descabellado.
El suelo de madera era apropiado para bailar y había colocado un espejo tan ancho como yo de alta... es decir, no muy grande. Estuve una hora allí arriba, realizando la pieza hasta que supe que podría hacerla con los ojos cerrados, pero hubo algo que me alarmó.
Terminé mi entrenamiento, aunque una sensación de insatisfacción me embargó. Me vi en el espejo con una pequeña capa de sudor, el moño algo suelto y roja del calor, pero yo seguía sintiéndome como si no me hubiera esforzado. Llevé una mano a mi brazo y lo apreté, notando la desagradable grasa, luego en mi vientre y mis muslos. Intenté tranquilizarme, decirme a mí misma que lo estaba haciendo bien, ya que llevaba una semana con una dieta vegana de 2000 calorías que encontré por internet, lo necesario para que un ser humano estuviera funcional siempre que respetara los nutrientes. No contaba solo con la comida de cada día, sino que lo que consumiera hoy, afectaría a la comida de mañana y así sucesivamente.
Recibí una llamada mientras me quitaba las puntas, así que dejé el móvil en manos libres. Era Will.
—Dime —dije cansada.
—Vaya, ¿y esa voz hecha de suspiros a que se debe?
—Ballet, malpensado —contesté—. Tengo mañana la prueba.
—¿Nerviosa?
—Un poquito.
—Piensa que el jurado está desnudo.
ESTÁS LEYENDO
Hecha de Estrellas (TERMINADA, editando borrador)
Teen FictionAunque estudian en el mismo instituto, Aurora y Will son de mundos distintos. Sin embargo, hay algo que les une: la venganza contra sus ex. ¿Qué es lo que pasa cuando a la chica buena le toca sentarse al lado del chico malo en la clase de Biología...