122. Bashert

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"Destino"

Luis Miguel
Hacía calor, abro mis ojos y observo los rayos del Sol en todo su esplendor, miro mi reloj y eran las 11:30, Ara estaba muy profunda aún, estaba entrelazada a mi con sus piernas, sus mejillas estaban más rojas, también tenía calor, pero por más que me removía era imposible levantarme sin despertarla, y en un momento la observo y abre sus ojos.
-Buenos días.-Susurro
- ¡Qué calor! ¿Cómo dormiste?
-Excelente mi amor, ¿Quieres un chapuzón? Sería excelente para este calor, tus mejillas están rojas.-menciono tocándolas, se acerca a mis labios y me besa.- Buenos días cielo.- Me sonríe.- Patos al agua.
Me levanto y la cargo en mis brazos corriendo al jardín y sin pensarlo me lanzo al agua y salgo a la superficie.
-¿Donde estás? -gritó y siento como halán mi pie y me voy bajo el agua, nado hasta ella y salgo a la superficie.
-Que maldadosa eres.
- Competitiva que es diferente campeón.- Menciona elogiando su triunfo.
-¿Dormiste bien? .-menciono aferrándola a mi cuerpo.
- Espectacular, si el calor no me hubiese despertado tal vez seguiría durmiendo.
-Me trae recuerdos dormir hasta tarde, ahora debemos llamar a nuestro pequeño.
- Por favor, me muero por escucharlo.
-Ya te hace falta, a mi igual en cierta parte.
- Es una cosita preciosa, nos tiene tan embobados.
-El tiempo para rápido, necesito una María Victoria ya.
- Mi amorrrr... No empecemos porque al final de la charla el "Macarena" quedará en tu mente.
Hago un leve puchero.
-¿Quieres desayunar? ¿O quieres disfrutar más aquí?
- Si me haces esa cara de nuevo, donde quieras.- Menciona apoyando los codos y las manos en sus mejillas.
-No, es horrible no es muy de mi.
- No, es una ternura aunque no sea muy de ti. A ver, hazlo.- Menciona sonriendo y ladeando su cabeza.
Hago un puchero y la observo.
-¿listo?
- ¡No seas tan lindo!.- Menciona con la voz ronca.
-Bueno no lo soy, vamos a comer algo para terminar de disfrutar de Paris.-comienzo a caminar hacia la orilla con ella en mi cintura.
- A veces eres tan hielo.- Menciona saliendo con tranquilidad del agua.- Antes de ir a la habitación iré a la barra a pedir el desayuno cariño.
-Mmm aveces no lo noto y no, vamos a desayunar en otra parte.
- Está bien, ¿Qué esperas para salir?
-Verte pampanear hasta dentro.- Me mira extrañada.- Te espero arriba.- menciona yéndose.
Salgo del agua y me dirijo al baño, me visto y seco mi cabello peinándolo, bajo y tomo asiento en la pequeña sala de estar hasta que siento un breve taconeo.
- ¿Nos vamos esposo?.- Menciona llegando a mi.
-Pensé que me dirías algo por qué no subí , pero creo que valió la pena por verte así.
- Tal vez querías tu espacio. Creo que ahora sí es hora de irnos.
-Muy bien.
Me levanto y sujeto su mano para montarnos a la barca, alguien nos esperaba, esta vez no sería yo quien nos llevara a tierra, ayudo a que suba y en cuestión de momentos llegamos, entrelazó su mano a la mía y nos montamos en un pequeño yate, habían varias personas en distintas mesas, en la entrada toman mi nombre y nos suben al último nivel, organizo su silla y doy paso para que tome asiento, traen una botella de vino y ordeno yo servirla, hacia un poco de frío así que quito mi gabán y lo dejo en sus hombros.
-Espero te agrade el mar de la mañana.
- Espectacular, muchas gracias, todo esta precioso.
-Muy bien, entonces a comer que nos espera un corto viaje.
- ¿Dónde iremos?
-No se, creó que el lugar me recuerda a nuestro primer viaje, donde tal vez te pedí que fueras mía.

Aracely Arámbula

Terminamos de comer y de la emoción no puedo dejar de abrazarlo, nos subimos al avión y llegamos con rapidez, de pronto siento la misma ilusión, esa que tenia cuando vinimos por primera vez. El no deja de mirarme y mimarme, creo que sabe lo feliz que me hace estar de nuevo aquí.
- Tu eres mi persona.
-¿Preferida? Sabía que te gustaría volver, te conozco muy bien.
- Siempre.- Menciono dejando un beso en sus labios, bajamos del avión, salimos del aeropuerto y ya nos esperaba una gran camioneta negra, pasa un corto trayecto y ya estábamos en frente de un Yate blanco igualito al de hace algunos años.
- ¡No te pases! ¿Por qué sigues todas mis ideas?
-Por que me gusta verte así, tal y cómo estás ahora, ¿Subes?
- Con mucho, mucho gusto.- Menciono tomando su mano y llegando a él, de pronto veo una linda mesa con un exquisito filete de carne, mantel rojo, un par de copas, un vino, en el centro unas hermosas rosas rojas, no puedo de la emoción y me lanzo a abrazarlo el postra sus manos en mis glúteos y me alza.
- No tengo palabras.
-No son necesarias.-menciona dejando un beso en mi frente, deja otro en la punta de mi nariz y dejando de último mis labios, toma mi mano y juntos vamos a la mesa, corre mi silla y me siento, da la vuelta sentándose en frente mío y mirándome sin parar de sonreír.
- ¿Quieres que llamemos a Migue antes de comer o después?
-Ya cariño, es mejor, ese pequeño me hace falta.
Tomo mi teléfono, marco el número de mi mamá y al tercer sonido escucho su voz.
- Hola mami, ¿Cómo estás? ¿Cómo va todo?
- Hola mi amor, todo va muy bien, ¿Ustedes que tal en ese viaje?
- Excelente doña coco, ¿Cómo va Migue?
-Saben que este pequeño es digno de su padre, es un solecito, se comporta muy bien.
- No lo halagues tanto mamá, tú hija soy yo.- Menciono y nos carcajeamos.- Mamita, ¿está por ahí mi bebé? Muero por escucharlo.
- Hola, hola mi pequeña.- Menciona mi papá.- Un campeón quiere saludarte, a ver Migue, saluda a mamá.- Menciona mi papá y Miguel solo balbucea.
- Saluda a mamá bebé, Papá también te está escuchando.
- Ma...má, Pa...pá, ta, ta, ta.- Menciona Miguel y yo me derrito.
- Hola campeón, te extrañamos pequeño.
- Dile yo a ustedes papás.-menciona mi madre.
- ¿Cómo ha estado? ¿Si ha comido bien?
- Todo Perfecto, lo único es que le cuesta dormir de vez en cuando, ya sabes porque no podemos darle eso que tú le das. Entonces le ponemos el chupo y ya está.- Menciona mi papá y sonrío.
-Ese pequeño extraña mucho a mamá y creo que a su papá más para que lo duerma, siempre hay que acariciar su ceja.
-Es por culpa de la mamá que es así dejenme informarles.
- Deja de ser tan mentiroso, que herede tus manias no es mi lío corazón, menos mal ya conocen todas las mañas de ese gordito.
- Exactamente, ya le tenemos práctica.- Menciona mi papá.- Bueno, pero ahora si los dejo porque esta que se me duerme y no ha terminado la fruta de su merienda.
- Adiós mi morrous, adiós mi amor, nos vemos pronto. Los adoro a los tres.
- Adiós y muchas gracias, seguiré con esta señorita en su viaje.
-Cuídense mucho y disfruten.-menciona mamá.
Comenzamos a almorzar y entre risas y chistes pasamos un lindo día, dicen que recordar es vivir y claramente así ocurrió, en medio de recuerdos y mucho amor concluimos nuestro viaje.

Semanas después
Siento como suena mi celular y no tengo el numero identificado, estaba durmiendo a Miguel así que lo dejo pasar, coloco a mi bebé en la cama y vuelve a timbrar, ante la insistencia, contesto.
- ¿Bueno?
-¿Tanto me olvidas que no me contestas?
- Discúlpame Palomo pero estaba durmiendo a mi pequeño.
-Solo por ser tu ¿Cómo va ese pequeño?
- Espectacular como su mamá, aunque sea la copia exacta de su papá.- Menciono riendo.
-Los vi en Hola y la verdad tiene un poco de ambos, quería hacerte una invitación hermosa, tiempo de no hablar tú y yo.
- Cuéntame ¿Estás en Los Ángeles? Porque no vamos a el DF hasta mitad de año.
-Voy hasta donde estés, así que no hay lío, pero si estoy en Los Ángeles ¿mañana vamos a cenar?
- ¿Estás ocupado hoy? Tenía una reserva para ir a almorzar con Micky pero su vuelo se retrasó y no alcanza a llegar, así se podríamos aprovecharla.
-Me parece perfecto, de hecho desde ya estoy libre, si no hay lio vamos hoy, ¿Me envías la indicación de tu casa? paso a recogerte.
- Si quieres nos vemos en el lugar a las 12:30 es que antes tengo que salir a comprar unas cosa cerca de allí, así que aprovecho.
-Vale es perfecto, me envías por mensaje el nombre del restaurant.
Me despido de él y corro a organizarme, llamo a mi amor, pero no contesta. Le encargo mi hijo a su nana y salgo. Compro la fruta orgánica de Miguel como toda una mamá responsable y de inmediato me dirijo al restaurante, mi buen amigo y yo comemos muy a gusto, el con sus buenas bromas y yo con mi buen humor pasamos un agradable rato.



"Nuestras almas se acercaron  tanto así que yo guardo tu sabor pero tú llevas también sabor a mi"
Luis Miguel- Sabor a mi

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