| 12 | Daniel Radcliffe 1.1

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Lo miré entrando por la puerta. Su abrigo negro tenía pequeñas gotas por la llovizna de fuera. Secó sus zapatos en el tapete y levantó la mirada, buscaba la mía y cuando la encontró sonrió. 

Su sonrisa era segura, casi descarada. Me miró con toda la certeza del mundo y yo no pude resisitirme. Sentí mis mejillas arder, mis labios sonreír, mis manos sudar, mi estómago encogerse y mis piernas temblar. Amaba sentirme así, amaba que él causará eso en mí, no podía imaginarme sintiendo eso por nadie más. 

Se acercó hacía mi casi corriendo, me levanté de la silla para recibirlo en mis brazos. Lo único en mi mente durante el día era ese momento. Recibirlo, besarlo, olerlo, sentir sus manos en mi cintura, su cabeza escondida en mi hombro, su respiración contra mi cuello. Su abrazo fue cálido como siempre, sus manos se sentían frías sobre mi ropa. Su cabello estaba húmedo y pequeñas gotas se deslizaban por su frente haciendo humeda mi ropa. Su olor era el de siempre, varonil que inundaba toda la habitación. Su barba un poco más crecida raspaba mi mejilla. 

-Hola-dijo contra mi oído-¿Me extrañaste?

Rodee mis brazos en su cuello.

-No tienes idea- dijé en voz baja

Beso mi mejilla y me separó un poco de él. Instintivamente, mr acerqué de nuevo a él. 

-Voy a cambiarme.No quiero que te enfermes. 

-No- Dije segura.-Odio que te vayas, no vuelvas a dejarme.

Daniel tomó mi cintura y me cargó, enrolle mis piernas en su cintura y caminó hacía la encimera de la cocina. Me dejo caer contra la fría encimera de mármol y se separó de mi. 

-No voy a volver a irme, no en un largo rato. La promoción de la película terminó y no tengo planes de hacer una en corto tiempo. Me tendrás solo para ti, pero enserio necesito quitarme esta ropa mojada porque los dos nos enfermaremos y no quiero desperdiciar mi tiempo junto a ti. 

Sonreí por sus palabras y el me devolvió la sonrisa. 

-Te llegó un paquete- dijé señalando la caja que estaba en la mesa. 

Era una caja color marrón pequeña, muy sencilla y parecía contener algo pequeño. 

-No he pedido nada. 

Alcé mis hombros en señal de confusión. 

-Espera- dijo quitandose el abrigo- dame cinco minutos para quitarme esto y abrimos la caja. 

Miré con detenimiento la escena. Daniel quitándose la playera de una manera accidentalemente sensual. Su piel blanca y sus abdominales se mostraron ante mi y sin poder resisitirme sonreí. Miré sus manos bajar hacia la hebilla de su cinturón y desabrocharlo. Lo único que mi mente quería era detener el tiempo y verlo solo a el. Siguió con su espectáculo y lo vi quedar semi desnudo frente a mi. 

-¿Te gusta lo que ves?- pregunto sin reparo 

-No te imaginas cuanto. 

Se aceró a mi y tomó mis muslos por la parte interna. Sus manos frías hicieron que mi piel se erizará. 

-¿Quieres tomar una ducha conmigo?

-Creo que deberías abrir la caja, parece algo importante. 

Daniel rodó los ojos y se separó de mi. 

-Si es una tontería o una broma voy a enojarme con quien lo mando. 

Baje de la encimera y levanté su ropa del piso. 

-Ve por ella.- ordené 

Daniel caminó hacía la mesa y miró con detenimiento la caja. Abrió la caja con cuidado y sacó con cuidado lo que había dentro de ella. Un papel envolvía el artefacto oculto. Daniel lo destapo con asombro y me miró. 

-No es broma, ¿Verdad?-preguntó mirándome 

-No.- contesté sonriendo 

-Júrame que no estás jugando conmigo ___________-dijo acercandose a mi

Sonreí segura

-Daniel Radcliffe, te juro que es cierto. No es una broma y no es una apuesta. 

Daniel se acercó y miré sus ojos, estaban cristalizandose. Me levantó entre sus brazos y miró nuevamente el objeto entre sus manos sonriendo.  

-Vamos a ser papás, voy a ser papá. 


One Shots | Varios|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora