Finjamos

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Capitulo 3: Finjamos que todo está bien.

Draco se observó un poco más en el espejo, desde el incidente trataba de no hacerlo, pero no podía evitarlo, cada vez era más notorio. Un día simplemente ya no podría verse, eso se lo habían explicado bien.

Reacomodo su túnica y trato de convencerse de que su reflejo era tan visible como siempre, como antes de morir y que el glamour estaba bien colocado. Soltó un suspiro y se dio la vuelta para tomar su equipaje y bajar hacía el salón donde estaba la chimenea conectada a la red flu con una pequeña esperanza en el pecho de que sus padres estarían ahí para despedirlo, rápidamente trato de suprimirla al saber que eso no sería posible, se lo habían estado repitiendo todo el mes de agosto.

—¿Acompañarte a la estación de tren? ¿Y que nos vean con una abominación como tú? Estás demente, lárgate solo— Había dicho su padre cuando le pregunto el plan para el primero de septiembre. No lo habían votado de la familia por temor al escándalo, pero ganas no le faltaban a su padre. — En lo que a mí respecta mi hijo está muerto.

El rubio apretó la mandíbula con el recuerdo de ese almuerzo en su mente, sintiéndose aún peor cuando entro en la sala vacía. Se trago su dolor y entro a la chimenea para ir a la estación de trenes.

Cuando llegó el lugar ya estaba bastante lleno y no podía andar tan rápido como le gustaría, los olores de todos mezclándose unos con otros le abrumaron y lo lleno de desasosiego. Cerro los ojos un instante para centrarse solo en su aroma como le habían indicado para no dejarse sobrepasar por las sensaciones que captaban sus instintos.

Cuando pudo calmarse, siguió adelante para subir al tren, a medio camino pudo ver una cabeza con cabello negro y alborotado rodeado de pelirrojos: Potter, tenía un aroma que no podía bloquear por más que lo intentaba, siempre había sido así; cuando se convirtió, ese pequeño inconveniente solo empeoró.

A Draco le encantaba ese aroma, era fresco y masculino, cosa poco común en un omega, era un aroma que te incitaba a oler más y más cada vez... el rubio sacudió la cabeza, saliendo del trance en el que siempre se sumergía cuando olía un poco de ese precioso Omega y siguió su camino para subir al tren, dirigiéndose al penúltimo vagón, esperando a comenzar el trayecto a Hogwarts.

*****

Draco estaba harto, Pansy no lo dejaba en paz y Blaise no se quedaba atrás, Theo no estaba ayudando en nada y Crabbe y Goyle estaban detrás de la señora del carrito.

—¡Con un demonio Pansy! ¡Estoy bien! — Gritó completamente hastiado el rubio, después de dos horas y media de un interrogatorio donde él no soltó prenda.

—¿Cómo puedes decir eso? Estás más pálido que un muerto y a tus padres no les vi ni un pelo hoy en la estación, no respondiste mis cartas, no te vimos prácticamente todo el verano. ¿Qué te pasa?

Draco iba a contestar básicamente mandándola al demonio cuando la puerta del compartimiento se abrió y por esta pasaron Crabbe y Goyle con los brazos llenos de dulces, pero no fue eso lo que atrajo su atención sino el suave y delicioso aroma a pino, madera y pasto recién cortado, algo que siempre le hacía pensar en quidditch. Ese aroma solo podía pertenecer a una persona: Harry Potter.

No podía permitirse que el chico notara algo raro en él, Potter era un entrometido de primera y por muy bien que oliera no podía permitirse que se enterara de lo que era, no cuando el patriarca Potter era el jefe de aurores, sabía que no tendría los mismos problemas que si fuera un hombre lobo o cualquier otro semi humano, pero nadie podía saberlo, sería un escándalo, su sangre estaba manchada y si salía a la luz, nada detendría a sus padres de desheredarlo.

Cerro los ojos y trato de no mostrar lo inquieto que se sentía.

— Bien, yo... enferme en vacaciones. Apenas podía levantarme de la cama y no queríamos preocupar a nadie. —Hizo énfasis en algunas palabras para que sus amigos entendieran a que se refería en realidad. —No hagan una tormenta en un vaso de agua y dejen el tema en paz.

Sonó definitivo y espero haber convencido a sus amigos y a Potter de que se encontraba bien y que no investigarán más. No era solo la presencia del pelinegro lo que le incitaba a mantener la boca cerrada con respecto a su problema; aprendió con la mala experiencia que le dejaron las reacciones de sus padres, que nadie de su círculo debía enterarse de qué le sucedía realmente, de que le había sucedido y en que se había convertido. Ni siquiera sus amigos, a sus ojos él seguiría siendo el de siempre.

A los ojos de todo el mundo, él debía fingir que nada estaba pasando, no era algo que le fuera ajeno, pero si Potter seguía metiendo sus narices en el asunto sería muy complicado.

Todos sus amigos parecieron más o menos convencidos, pero dejaron el tema y siguieron el viaje con tranquilidad; Draco no se sentía del todo cómodo puesto que el Gryffindor seguía en el vagón. Estaban llegando a Hogwarts y ese entrometido no se iba ¿A qué esperaba?

Cuando el tren se detuvo y los Slytherin comenzaron a salir Draco se atrasó por una excusa tonta para esperar a Potter, no lo veía, pero sabía que estaba ahí gracias a su olor, por lo que lo empujó hacia el compartimiento mientras esté trataba de salir. Cerró la puerta y puso hechizos de confidencialidad.

— Será mejor que te muestres, Potter.

El chico no respondió, pero después de un momento se quitó la capa que lo hacía invisible, su cara estaba roja y teñida de vergüenza y culpabilidad, Draco se sentiría más molesto si el chico no se viera tan malditamente adorable.

— ¿Tu curiosidad ha quedado satisfecha? — Pregunto mientras se acercaba al más bajo, esté retrocedió, cuando ya no pudo retroceder, Draco sostuvo su mandíbula con firmeza, pero sin ejercer mucha presión — ¿Algo de mi vida privada que quieras saber?

Potter no dijo nada, pero su mirada era retadora, nadie diría que era un Omega siendo tan poco sumiso (incluso su aroma era más parecido al de un alfa), Draco sintió un revoloteo en su pecho ante esa actitud, sabiendo que Harry Potter jamás sería sumiso ante ningún alfa y que lo único que delataba su nerviosismo era su olor que se había intensificado y provocó un tirón en la ingle del rubio.
Antes de poder detenerse Draco acercó su nariz al cuello del moreno, sus colmillos salieron y arañó ligeramente la tersa piel a su alcance con estos, al darse cuenta de lo que había hecho se retiró abruptamente y le dio la mirada más fría que pudo.

— Aléjate de mí Potter, lo digo en serio, no me sigas y no me busques más.

Tras dar la advertencia, que sonaba más a amenaza salió del compartimiento y se dirigió fuera del tren sin dignarse ni a mirar atrás. Cuando se reunió con sus amigos, trato de fingir que todo estaba bien y que no había pasado nada.

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Hola jajaja

Ya sé que no es miércoles, la cosa está en que ya salí de vacaciones (aleluya) Lo que me da más tiempo para escribir y ya que tengo 13 capítulos en borrador de esta historia voy a actualizar 3 veces a la semana. Con un poco de suerte termino esta historia antes de que termine abril jajajaja 

Espero que les haya gustado. 

Se les quiere, besos. 

Blood  [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora