Blood [Drarry]

El nido.

Capitulo 24: Cuando el Omega hace un nido.

Harry despertó sintiéndose rodeado de un calor reconfortante y un olor delicioso, se reacomodo en esa cómoda cúpula, cuando tomo todas las prendas que tenían impregnado el olor de Draco en la noche para poder dormir la cama no había estado tan cómoda como en ese momento.  

— Buenos días, Harry— Escucho en su oído y abrió los ojos de inmediato, girando entre los brazos de su novio para observarlo, coloco una de sus manos en la mejilla de Draco para darle un intenso y lento beso. 

— ¿Cómo estás?— Preguntó el moreno cuando se separaron.

— No podría estar mejor— Contesto aunque ya se estaba escondiendo entre su cuello y no pudo verlo a los ojos, aunque no mucho no habría servido porque no podía distinguir bien si sus anteojos.

Traía la misma ropa con la que había salido y no parecía dispuesto a moverse, Harry tampoco así que pasaron media mañana ahí hasta que el estómago de Harry comenzó a sonar y fue inevitablemente moverse.

Era la hora de almorzar y al ser domingo Hermione tuvo piedad de él al no mencionar su ausencia en su dormitorio o en el desayuno.

Al terminar la comida Harry acompaño al rubio a su dormitorio puesto que quería pasar todo el día junto a él de preferencia en la cama rodeado de su olor.

Solo que al volver el fuerte que había construido en la cama ya no estaba, la habitación había sido ordenada, seguramente por los elfos, las almohadas y sábanas habían sido cambiadas y la cama tendida, la ropa lavada y ordenada. Y tenía un aroma floral tan ajeno a Draco que casi le causan náuseas, no supo en qué momento empezó a temblar hasta que sintió las manos de Draco sobre sus hombros.

— ¿Harry?

— No está...— No dejo que Draco preguntara que pasaba porque se acerco a la cama y la toco,— Tu ropa, almohadas y sábanas ya no están como yo las dejé...

Su voz estaba llena de desconcierto y la cara de Draco reflejo toda confusión que estaba sintiendo en ese momento, el moreno se abrazo a si mismo sintiéndose desdichado sin saber realmente la razón, estaba a punto de ponerse a llorar, siendo evitado únicamente por su orgullo cuando Theodore Nott entró a la habitación, dio un vistazo general y expresó sin ninguna emoción en su voz:

— Por lo que veo los elfos rompieron tu nido.

Harry no estaba realmente seguro de si aquello que construyo en medio de la madrugada sea un nido pero asiente de igual forma sintiéndose aun más desdichado, el otro omega asintió comprendiendo la situacion que los otros dos aun no asimilaban, se acerco al rubio cruzándose de de brazos exigió:

— Malfoy entrégale tu túnica y si puedes un suéter, de preferencia que hayas usado recientemente— Draco frunció el ceño y el morocho rodo los ojos fastidiado— Que no entiendes que a tu omega le esta dando un ataque de ansiedad? Haz lo que te digo. 

Harry observó el intercambio aún sin dejar de abrazarte sí mismo, no comprendiendo porque su Omega estaba tan agitado y ansioso, sentía el pecho oprimido. Segundos después su alfa hizo lo que el otro chico había ordenado, colocando su túnica sobre él y Harry de inmediato se sintió algo mejor con el aroma del alfa rodeándolo protectoramente.

— Felicidades Potter— dijo Nott con malicia— Parece que hay un cachorro en camino— Y con eso dejó la habitación.

Draco se volteó a mirar Harry, después de la salida del chico, tan rápidamente que el moreno temió que se hubiera lastimado el cuello, sus grises ojos mostraban un asombró total que reflejaba el suyo propio.