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No debo caer en los colmillos del vampiro

Livy

¿A quién más le da sueño la clase de química mágica? Porque nunca había bostezado tanto en dos horas, además debo incluir la falta de sueño y el cansancio que cargo encima. ¿Y cómo no estarlo? Ayer por la tarde encontré a mi alma gemela, al que se supone es mi verdadero amor y es súper sexy.

Debería estar feliz, entusiasmada y ya habermelo cogido, pero no, todo lo contrario. Sigo aquí pensando en que amo a Agares y ahora mi cuerpo, mi corazón está reaccionando a un nuevo sentimiento que para mí es muy difícil de describir, aunque es fácil de descifrar si dejo que todo fluya...

No, no puedo. Soy fiel a mi relación con Agares, él es el hombre para mí y nadie podrá contradecir ese sentimiento, ni siquiera ese lazo mágico que me obliga a pasar mi eternidad con mi otra mitad.

La campana por fin anuncia la salida, espero a que todos salgan a velocidades inigualables para luego salir con una sonrisa y caminar por el pasillo. Mientras camino los ojos de cada chico en el pasillo se fijan en mí y eso me da mucha más seguridad al caminar. No diré que me intimidan, por favor, ¿cómo podrían hacer eso? Soy la hija de Lucy, ella y mi padre, son los únicos seres capaz de intimidarme lo suficiente.

Me gusta atraer ese tipo de miradas de los chicos porque me hacen sentir empoderada, mucho más de lo que ya me siento a diario.

«Sí, la modestia también la heredé de mamá»

Voy tranquila en mi caminata, pero soy interrumpida por una mujer, una de las profesoras del internado según recuerdo, y me mira con una ceja alzada.

—¿Livy? —pregunta la misma intentando ser dura, lo digo porque se le nota que está forzando la dureza.

«¿Ya tan rápido me metí en problemas?»

—Profesora... —pronuncio sin entender el porqué de su presencia.

—Blossom, cariño —completa por mí. Cambia su semblante serio y me mira con una sonrisa—. Pero para ti soy la tía Melissa.

Alzo una ceja sin entender lo que esta mujer trata de explicarme. ¿Tía? Ni siquiera nos parecemos y ella, por su olor, veo que es una vampiresa.

—¿Tía?

—Sí, cariño. Es muy larga la historia, pero soy la esposa del director, Jaden Blossom, tu tío, ¿lo recuerdas, no?

—Claro. —Ya todo tiene sentido para mí.

Melissa es una mujer entrando a sus treinta y tiene unos ojos cafés claros que te inspiran confianza, labios sutiles, pómulos marcados y una piel tan blanca que podría compararse con el color de mi cabello. Su cabello negro es corto y usa un atuendo formal que acentúa muy bien su cuerpo de vampiresa. El tío Jaden escogió muy bien.

—Solo quería verte, de verdad tienes un gran parecido a Lucy que me deja totalmente impresionada —dice mientras comenzamos a caminar—. Espero logren encontrar al culpable, no es justo que tanta belleza vaya a... Ya sabes.

—Lo sé, señora Blossom. —Desvío la mirada—. Pero le aseguro que vamos a lograrlo, no cualquiera es capaz de intimidarme.

Híbridos #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora