Híbridos #3

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Vamos un paso atrás

Livy

Justo antes de que Jordan pueda llegar a mis labios, me alejo y uso de excusa –y como mi salvador en este momento– el celular que no para de sonar.

Jordan queda en silencio y con un asentamiento de cabeza, se aleja y es una señal de que puedo buscar mi dispositivo. Nos quedamos mirándonos un momento que parece eterno, en el que nuestros ojos se conectan, se fucionan entre ellos y es ahí cuando veo esa conexión que nos atrae; lástima que no pueda ni quiero corresponderle.

«No debo caer por unos viles colmillos»

Camino y tomo mi celular, entro a las conversaciones de WhatsApp. Entro al chat de Gianna y reproduzco los diversos audios que ha dejado. ¿Qué habrá pasado que está tan insistente? Mientras voy escuchando mis ojos se abren y mi corazón comienza a latir desenfrenado. De seguro debo tener una cara de horror ya que estoy sucumbiendo al pánico.

«No, ella no. ¡Maldita sea!»

—Muñequita, ¿qué ocurre? —Escucho que me pregunta Jordan preocupado por mí, pero no puedo prestarle atención.

«Mamá ya no es una diosa. ¡Ya no es inmortal! Esa maldita flecha acabó por dormirla, sigue viva, más no despierta, Liv. ¡Tengo miedo! No quiero, no quiero perder a mamá. Deben volver. No me dejen sola». Las palabras de Gia siguen resonando en mi mente, mi celular cae al suelo y yo caigo de rodillas. Lágrimas comienzan a abandonar mis ojos, siento que me derrumbo. ¿Por qué nos engañaron? ¿Por qué no nos dijeron la verdad? ¡¿Cómo se atrevieron a hacerle daño a mi mamá?!

«El culpable tiene sus días contados. Lo voy a matar por hacerle daño a mi mamá»

Siento la calidez de unos brazos acurrucarme, no estoy segura de quiénes son, lo único que hago es aferrarme y llorar cada vez más fuerte. Es raro, pero me siento tan segura y protegida que no quiero que me suelte.

—Ya, muñequita... Nunca voy a soltarte, siempre podrás sostenerte de mí —susurra Jordan mientras acaricia mi cabello y me acerca más a él—. Lucy estará bien, es la chica más fuerte que conozco. Ella ha pasado por cosas peores, esto es solo un contra tiempo, un reto que ella va a superar ya que tiene por quienes seguir adelante y esos son sus hijos.

»Desahogate y llora, pero después vas a levantarte y serás como tu madre, decidida, valiente para enfrentar esta situación ya que debes ser el apoyo, la líder.

Analizo cada una de sus palabras y es  inevitable no elevar mis comisuras en una pequeña sonrisa. No puedo creer que él tenga el poder de hacerme reaccionar, de calmarme y hacerme sentir mejor. Duramos unos segundos más abrazados, no quiero alejarme, no aún. Consigo alcanzar mi celular y atiendo la llamada grupal que están teniendo todos y si pensé que con lo de mamá ya estaba mal, me termina de destrozar saber que Gael está desaparecido.

Mi respiración se agita más, mi corazón late más rápido, mis manos sudan, salen lágrimas y me aferro más a Jordan quien no para de decirme cosas dulces para tratar de calmarme.

—¡¿Por qué?! ¡¿Ah?! —comienzo a gritar histérica—. ¡Maldición! ¿Por qué me pasa esto a mí?

Jordan coloca sus manos a cada lado de mis mejillas para que pueda verlo a los ojos, los cuales están húmedos.