CAPÍTULO 35

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Bianca

25 junio 2018...

El ligero llanto de mi pequeña Salomé, me obliga a abrir los ojos y levantarme de un golpe. Aquella pequeña está muy acostumbrada a comer a estas horas, así que la levante en mis brazos con cuidado de no lastimarla y la abrazo a mi pecho.

—Buenos días mi pequeña princesa — su llanto va calmándose poco a poco.

—Siempre tan puntual — la voz de mi madre me hace darme vuelta para ver la entrada.

—Buenos días, mamá — la saludo acercándome a ella para dejar un beso en su mejilla — Si, Salo ya está más que acostumbrada a despertar a esta hora para tomar su leche. — sonreí ampliamente mientras observo a la pequeña que tengo en mis brazos.

—Es un amor de niña — mi madre acerca sus brazos a mí, simulando tener un bebé pidiéndome que se la entregue y así lo hago — ¿Cuándo tienen la cita con la trabajadora social? — ella le da el biberón a la pequeña y después me mira.

—El jueves de la semana que viene — agarro mi cabello en una coleta y lo sostengo con una liga.

—¿Los de la casa hogar saben que no vives aquí? — me cuestiona mientras le hace caras graciosas a la pequeña.

—Sí, le comenté a la Señora Sol ayer — me encamino a acomodar mi cama mientras mamá me ayuda a darle de comer a Salo.

Acomodo mi cama, y cuando está terminada mi mamá se sienta en la orilla de la misma y en lo que ella termina con Salo, me dispongo a acomodar las cosas que están mal puesta en la habitación

Unos pasos muy peculiares, me hacen reír y sin mayor demora, el gran ladrido de mi otro bebé, Bailey, se hace presente en la habitación.

—Bailey, Silencio que la niña está queriéndose dormir un rato — le regaña mi madre y en ese instante deja de labrar y se acerca a ella recargando su mandíbula en la pierna de ella.

—Ese perro parece más tu hijo que mío — ambas nos carcajeamos — Te hace más caso a ti que a mí — me encojo de hombros el decir eso.

—Es un perro travieso, por eso lo regaño — los ojos que pone el perro me causan mucha ternura — Pero aun así lo quiero — el canino comienza a mover la cola de un lado a otro.

—Y tal parece que este perro travieso, también te quiere — me siento junto a mi madre y acaricio a mi perro.

—¿Cómo se ha portado con Joseph? — me da una rápida mirada y regresa la vista al perro.

—Bien — asiento con la cabeza — Sorprendentemente, lo quiero, siempre que estamos juntos y abrazados se quiere poner en medio de los dos para recibir su dosis de amor — y como si el entendiera lo que digo, menea su cola y su cuerpo con emoción — Lo trata como si conociera a Joseph de toda la vida — al mencionar el nombre de mi novio, el perro enloquece de emoción. Comienza a buscar por toda la habitación.

—Cálmate, niño peludo — vuelve a decir en alto mi madre y el perro se cuenta frente a nosotros — Hablando de Joseph — me mira de nuevo — ¿Cuándo va a regresar? — frunce el ceño ligeramente.

—Tengo entendido que hoy en el trascurso de la tarde — sonreí con solo recordarlo. Mi madre asiente con la cabeza y se regresa la mirada la pequeña, quien se encuentra con los ojos cerrado y solo mueve los labios para continuar tomando la leche. — Deberás mamá, me dijo Allison que les preguntara si quieren viajar a Nueva York — mi madre me mira confundida. — Se acerca el cumpleaños de los Gemelos y quieren hacerles una fiesta de cumpleaños y como los padres de ambos están en Nueva York, quieren que viajemos todos a haya para la fiesta — asiente con la cabeza concentrada en la pequeña — Es hasta el 10 de julio — acaricio a mi perro y el, recarga su mandíbula en mi pierna. — Además quieren que les hagan el pastel — ella me mira y asiente sonriendo.

2º Juicio de Amor. Saga Hermosos AmoresWhere stories live. Discover now