𝐆𝐞𝐦𝐬 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐭𝐡𝐫𝐞𝐞 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝𝐬 ˢᵃᵗᶻᵘ

𝐄°𝟔 "¿¡𝐋𝐥𝐞𝐯𝐚𝐫𝐬𝐞 𝐛𝐢𝐞𝐧!?"

·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ ɴᴏs sᴏᴍᴏs ɪɢᴜᴀʟᴇs.

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Sana nos invitó a sentarnos con ella y con sus hermanas para que comieramos juntas, ya que después de todo somos "amigas"

No entiendo por qué los humanos hace eso.

— Tzuyu, toma asiento aquí. —Invitó sonriente Sana.

— Gracias.— Asentí, mientras me senté junto a ella.

Un silencio abrumador se adueño de nuestra mesa, todas nos mirabamos entre sí, esperando que alguna dijiera algo.

— ¿Soy yo o siento una especie de energía negativa o algo así?— Se burló Jihyo.

— No, no eres la unica...— Respondió rápidamente Nayeon.

Yo sonreí, sabía muy bien de quien provenía esa "energía negativa" y también sabía que estába tratando de mantener la calma, pero al parecer no podía ocultarlo muy bien.

Solté una carcajada.

— ¿Qué te causa tanta risa, Zhou? — Pronunció entre dientes Mina.

— ¿Te importa? — Molesté sonriente — Creí que no te interesaba lo que yo hiciera...

— No me importa en lo absoluto, pero lo hará si una de mis hermanas está entremedio.— Contestó molesta Mina — Sabés, mejor guarda silencio...

— Eso deberías hacerlo tú...— Reí.

Todas estaban atentas a nuestra discusión.

La mirada fría de Mina estába fija en mí, mientras yo le sonreía victoriosa.

— ¿Pueden parar? Deben llevarse bien, somos amigas...— Agregó Jihyo trató de calmar el ambiente.

— ¿¡Llevarnos bien!? — Gritaron a la vez.

Mina y yo nos miramos fijamente. Nos odiabamos a muerte, eso era obvio.

— Sí, llevarse bien.— Replicó con una gran sonrisa Sana. A ella le gustaba la idea — Y hasta pueden ser grandes amigas.

— Sigan soñando.— Contesté molesta.

— Jamás me llevaré bien con una idiota como ella.— Soltó Mina.

— Eso dices, después de todo no soy yo la Imbécil que necesita de sus hermanas para subexistir.—  Me burle.

Eso le había dolido, lo sé.

— ¿Cuánto apuestas a que te doy la paliza de tu vida? — Propuso Mina, estába realmente molesta.

— Reí a carcajadas — Inténtalo...

— ¿Quieres que te lo demuestre aquí y ahora? — Se levantó amenazante Mina, enfrentándose a la fija mirada de Tzuyu.

— Por mí no hay problema.— Me levanté también, quedando frente a frente.

La golpearía. Le arrancaría la lengua para que dejará de hablar, la odio.

Sana se levantó de la mesa, interrumpiendo nuestro enfrentamiento y salió de la cafetería molesta.

La habíamos hecho enfadar.

— Mierda.— Me quejé.

Me senté nuevamente de mala gana y ví a Mina hacer lo mismo también.